The Batfamily

Una misión en la mansión (parte 2)

Katherine, martes, pasillo de la mansión, 2:07 a.m.

Realmente se complicó para solo indicarme que la puerta que tengo enfrente es una zona donde posiblemente esté esa maldita laptop.

Ni siquiera revisé todas las habitaciones, solo algunas que son de intriga para mi.

Y ahora me encuentro apoyada en la pared frente a la habitación que en el mapa está marcada en rojo.

Y no he entrado porque no sé que me pueda encontrar dentro. Quizá ellas no lo pensaron pero estamos en la casa de la familia del murciélago, todos aquí ya están acostumbrados a pasar noches en desvelo, no duermen por gusto o por trabajo.

Y sería sospechoso que justo hoy, los planetas y todos los astros se hayan alineado para que estos cuatros chicos estén durmiendo plácidamente.

Aprieto el papel que me sirve como mapa por la desesperación.

Vamos Kate, te has enfrentado a cosas peores.

Con ese apoyo, me acerco a la dichosa puerta de madera y lentamente voy girando el polmo.

Un crujido de la madera se hace sonar por toda la habitación he inclusive fuera del pasillo.
Rezo mentalmente para que eso no haya despertado a quien sea que esté aquí adentro.

Con toda la decisión posible, termino de abrir esta puerta, adentrándome por fin en esa oscura habitación.

Con cuidado, entre cierro la puerta para no tener que hacer más ruido al querer salir.

Me adentro en la oscuridad que a la vez ella se mezcla conmigo.

Y aquí la tengo, la cama está frente a mi, y un gran bulto envuelto en sábanas es lo más notable que puedo percibir.

A veces odio mi trabajo.
Ya tengo suficiente con ese exuberante caso que Batman nos pidió a Duke y a mi en trabajar con él.
Y no satisfecha con eso ahora me encuentro aquí, parada frente a un chico que no tiene ni idea que estoy invadiendo su espacio privado.

Me muevo a un lado de la cama, para intentar ver el rostro de quien se encuentre debajo de esas sábanas.
Retiro lentamente aquella tela que cubría el rostro de la persona ahí, encontrándome con un cabello perfectamente negro, piel perfectamente aperlada, su nariz tan recta.
Pero lo que más lo caracterizaba de los demás chicos aquí, es ese mechón de cabello blanco que le da un toque único he agradable.

Será rápido Jason, ni siquiera notarás que estuve aquí.

Ahora estoy rebuscando en la mesita de  noche, pero solo encuentro armas de bolsillo y un par de dagas.

Camino hasta la otra mesita al lado de su cama y, de igual manera, me dedico a buscar algo, en especial la laptop, sí es que está por aquí.

Pero solo encuentro unas llaves, de seguro de su motocicleta, aunque últimamente no la he visto, también está su celular, pero lo dejo donde está.

Suspiro frustrada. En esta habitación no está.

Pero por pura curiosidad me paseo por el cuarto. Mirando un par de fotos en las paredes, aunque nada llamativo, fotos que de seguro él no se molestó en colocar porque solo es una habitación de invitados, pero de seguro en un par de días le dará "su toque".

Pobre de ti Jason, lo que te espera aquí será divertido.

Bárbara, pasillo de la mansión, 2:36 a.m.

Y nada.

Cierro esta puerta, asegurándome de no haber pasado de vista algo. Pero no hay nada, como en las seis anteriores veces.