En un mes de julio para cualquiera puede ser un día especial, el día de una independencia, el día de un país, un día feriado quizás. O en especial, puede ser un cumpleaños
Y es el mes favorito de Yata Misaki, porque en unos días será su cumpleaños ¡y tenía grandes planes para celebrarlos! Bueno, quizás ideas en mente seria la respuesta correcta
Pensaba si ir al parque con su familia y amigos para hacer una barbacoa. O quizás ir un día en la playa. Podía ser un día en un parque de diversiones o simplemente una comida en su casa con todos
Era una sonrisa que nada podía hacerlo desaparecer, todo estaba realmente bien
Todo acerca de los reyes termino, esa piedra fue destruida y todo regresaba a la normalidad. Aunque SCEPTER 4 aun lidiaban con Strains pero era posiblemente que se resolverá rápidamente, últimamente Saruhiko tenía muchas misiones en atrapar Strains; desde humanos hasta animales
Misaki andaba en su patineta hacia una tienda de dulces, era un día soleado y tranquilo así que podía ir con calma, había unos dulces en especial que quería comprarle a Anna y como no tenía nada que hacer, lo hizo con gusto
De repente escucho unos gritos, volteo hacia donde se escuchaba todo. Eran soldados de SCEOTER 4 persiguiendo a una chica, posiblemente era una Strain porque podía aventar cosas pesadas, había lanzado una banca de acero hacia ellos hasta un carrito de helado con gran facilidad. Paro por un momento, sus poderes no eran tan fuertes como lo fueron anteriormente, por lo tanto no podía interferir
La chica corrió hacia la carretera y con suma facilidad rompió la puerta de un camión y lanzo al piloto afuera para subir, vaya que estaba desesperada
Pudo escuchar como piso el acelerador y el rechinar de las llantas y como el camión se dirigía a una dirección rápidamente, quería perder a los soldados de vista
Cuando giro a la calle en la que estaba pudo notar que varios notaron el desespero y se alejaron rápidamente del camino. Su mirada paro hacia una niña quien tropezó y lloro de dolor
Abrió los ojos de horror, la niña estaba a merced del auto, y como iba esa chica. Podía matar a la niña si no frenaba
-¡cuidado!-
Como pudo, con su patineta corrió hacia la pequeña, todo se volvió cámara lenta. Logro agarrar a la niña, pero como iba el camión a toda velocidad, no podía salvarse ambos, no quería dejar a la pequeña a su suerte
Lo que pudo hacer, con todas sus fuerzas, fue lanzar a la niña
Lejos de él y el camión que estaba exactamente a su lado
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Anna miraba fijamente sus canicas rojas, les tenía un gran aprecio que dé a momento se detenía para poder verlas con cariño
Ese rojo que recordaba a Mikoto, el rojo que su gran familia tenía en su corazón como ella
