Asami y Soren entraron al despacho del primero entre sonrisas y besos, cosa que no pasó por alto quien esperaba dentro para hablar con el yakuza.Shū Sudō miró con cierto enojo a ese pelirrojo que abrazaba a su Ryuichi. Porque aunque Sudō era consciente de que Asami nunca le había pertenecido realmente, había creído que ahora que Takaba estaba fuera de la vista, podría enamorarlo. Pero no había contado para nada que Asami cambiaría a Takaba tan pronto. Ese estúpido niño pelirrojo se le había adelantado, pero sonriendo un poco de medio lado pensó que no iba a preocuparse por eso, ya que seguramente Asami se cansaría del mocoso pronto y él tendría de nuevo una oportunidad.
- ¿ Alguna novedad? - preguntó Asami al gerente mientras tomaba los papeles que éste le tendía para firmarlos.
- Nada nuevo, todo va bien, los ingresos del club siguen subiendo - contestó Sudō con una sonrisa coqueta a su jefe. Asami ignoró al gerente de su club y tomando a Soren de la mano lo acercó más a su cuerpo con una sonrisa embobada.
- Si eso es todo... - dijo Asami abrazando posesivamente al pelirrojo - nosotros nos vamos.
Dicho esto, Asami salió por la puerta junto a Soren, que se aferraba a la cintura del azabache con fuerza.
Shū Sudō vio como se alejaban muy molesto. Notaba el raro comportamiento de su Ryuichi. Parecía...cómo si su jefe estuviera encariñado con ese crío... No, incluso diría que ¿enamorado? Bueno, quizá no tanto, pensó Sudō, pero casi...y eso le enfurecía demasiado. Tendría que sacar de la ecuación al mocoso aunque fuera lo último que hiciera.Soren miraba todo boquiabierto. Pareciera que no había ido nunca a un restaurante y eso extrañó una vez más a Asami. Una cosa nueva que añadir a la larga lista de rarezas de su lindo pelirrojo.
- ¿Qué quieres comer Soren? - preguntó Asami mirando con ternura al joven que miraba la carta del revés ya que no parecía saber leer. El yakuza sonrió y llamó al camarero que acudió rápidamente para anotar la orden y Asami pidió por ambos.
Cuando les sirvieron la comida Soren lo miró todo feliz. Asami le preguntó qué le parecía, estaba seguro que nunca había visto platos semejantes.- Nunca...nunca había visto comida tan...bonita - dijo un poco sonrojado y tomando una pieza de sushi con la mano se la llevó a la boca.
- ¡Está muy bueno! - dijo Soren con la boca llena.Asami rió a carcajadas ante el comportamiento de Soren, el cual pareció avergonzarse un poco.
- L..lo siento - dijo Soren bajando la vista rojo como un tomate.
Asami se calmó un poco aunque seguía sonriendo.- No pasa nada Soren, sólo me sorprendiste, debí imaginar que no sabes usar los palillos - dijo mostrándole los suyos - ¿Quieres intentarlo?
Soren asintió varias veces y trató de imitar los movimientos de Asami, pero tras un rato de intentos fallidos al final tuvieron que pedir un tenedor, que aunque tampoco sabía usarlo al principio, le fue más sencillo aprender.
Kirishima veía a Asami desde lejos. Su jefe nunca se había reído tanto...bueno, en realidad nunca se había reído, al menos a carcajadas. Lo que ese niño había conseguido en tres días era una verdadera proeza. No sólo había logrado enamorar a su jefe, aunque Asami aún no se hubiera dado cuenta, si no que además había logrado que se comportara como un adolescente. Ojalá pudiera grabar esto...pensó el asistente divertido.
Después de comer, Asami se empeñó en llevar a Soren de compras. Las bolsas de ropa, zapatos, discos... Y un largo etcétera, se iban acumulado poco a poco. Soren llevaba de un lado a otro a Asami, que se dejaba llevar feliz viendo como su niño se divertía tanto.
Sin duda, el lugar favorito de Soren de aquel día fue la tienda de mascotas. Allí pudo ver y acariciar a unos lindos cachorros, gatitos, suaves conejos de orejas largas y hermosos peces de colores que parecían seguir hipnotizados al pelirrojo.
Por último, Asami entró a una joyería y le compró un colgante en forma de lágrima con una preciosa aguamarina que brillaba como si tuviera luz propia. Soren emocionado, abrazó a Asami y le regó una lluvia de besos que el yakuza correspondió gustoso.
Depués fueron a pasear por la ciudad cogidos de la mano, como una pareja normal, cosa que descolocó totalmente a sus hombres, que los seguían de lejos por seguridad.
Cuando llegaron a casa, Soren se había quedado dormido en el coche. Asami lo tomó en brazos y lo llevó hasta su dormitorio, lo dejó en la cama y le quitó la ropa dejándolo en ropa interior. Luego él hizo lo mismo, se acomodó junto a Soren y abrazándolo estrechamente, se quedó dormido también.
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El Tritón del Yakuza
FanfictionEsta historia es un fanfic-Crossover de Viewfinder y una mezcla de La Sirenita y 1,2,3 Splash. Es un poco loco lo sé 🙄 Los personajes de Viewfinder no me pertenecen, son de Yamane sensei. El personaje del tritón es una mezcla de Ariel de la sirenit...