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Rubén Doblas;; 16 años.

— vamos Rubén solo dile que te gusta y que si quiere ser tu novia, nada del otro mundo –miré a mi mejor amigo

— Lo dices tú porque a cualquier chica que le digas eso, te acepta sin poner ningún pero –rodé los ojos— Te envidio por eso –

— Es que soy muy guapo –reímos— Anda, vamos que yo mismo te acompaño –me tomó del brazo sacándome del salón vacío en donde estábamos— ¡Hey! ¿Sabes en donde está la pelirroja, Samuel? –

La chica a la cual me le iba a declarar era la única pelirroja que había en el instituto, era única.

— Creo que está entrenando, la verdad no lo...pero ¿Para quién es eso Doblas? –reí avergonzado

— Son para ella –respondí con una tonta sonrisa en mis labios, seguramente mi rostro estaría de un color rojizo tenue en estos momentos

— ¡Pero qué tierno! –dijo Samuel con una voz algo aguda, un tanto afeminada

— Gracias Samuel –agradeció mi mejor amigo y fuimos a las canchas del instituto donde diariamente habían equipos de deportista populares entrenando— Ahí está tu presa, no hay mucha gente a su alrededor, es ahora o nunca –me llevó jalando de la chaqueta hasta estar cerca de ella

— ¡Pelirroja! –la llamó mi mejor amigo y en ese momento cuando ella volteó hacia donde estábamos nosotros dos, quería salir huyendo como el cobarde que me sentía en ese momento

— Ismael deja de llamarme así –se quejó haciendo su voz aguda, era realmente linda

— Como sea, mi mejor amigo Doblas te quiere decir algo –me tomó del brazo y me empujó hacia ella para quedar frente a frente

— Y-Yo... –me empezaba a sentir muy nervioso, suspiré para llenarme de valor— Jannies, me gustas me gustas demasiado –mientras lo decía ella sonrió— ¿Quieres ser mi novia? –

Miré con atención cada una de sus reacciones. Solo sonrió y un leve sonrojo se coloró en sus mejillas.
Todos los que estaban alrededor se burlaban o no sé si estaban emocionados, pero eso no importa ahora.

— Yo... lo siento tanto Rubén, pero no creo que esté lista para tener novio –dijo nerviosa

— Pero qué dices Jannies, él es guapo y te trajo rosas –dijo mi mejor amigo mientras colocaba su brazo sobre mis hombros

— Fue un lindo detalle pero no me gusta –acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja

— Dios mío, cómo vas a desaprovechar esta gran oportunidad de tener a este hombre –dijo mi amigo negando— Muy mal Jannies -

— Ya sabes cómo es mi amiga Ismael –puso su brazo al rededor de sus hombros— no sabe distinguir a un chico guapo –mordió su labio mirándome fijamente, me sentía incómodo

— Me queda muy claro Liz –rieron

— Se me ocurre una gran idea, hoy en la noche tenía pensado ir con Jannies al cine, pero podemos ir los cuatro –mira esta vez a su amiga, Liz— Para ver si está chica cambia de opinión –dijo regañándole

— Me parece buena idea, entonces nos vemos más tarde –mi amigo me quitó las rosas de la mano— Por lo menos acepta el regalo Jannies –ella se negó

— Si no las quiere ella, yo me las quedaré –sonrió y le quitó las rosas a mi amigo, las olió y sonrió mientras me miraba, una escena algo rara.

Nos fuimos de ahí, para irnos ya a nuestras casas, durante el camino permanecí con la mirada agachada.

Pensé que me aceptaría. ¡Qué tonto! Debí ser más discreto a la hora de proponerle que fuera mi novia ¡Qué tonto soy!

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⏰ Última actualización: Jan 09, 2023 ⏰

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Mi Pequeña Presa || RubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora