Capítulo sin editarCapítulo 9. El secreto de Megan.
Megan no deja de temblar. Está asustada, bastante diría yo.
Es peor que yo cuando veo una cucaracha, incluso si es voladora.
Me estremezco de tan solo pensar en la idea. Megan lo nota y pone una mueca.
—¿Pa-pasó algo? —tartamudea casi sin poder hablar.
Su voz suena áspera. Realmente la Megan que veo ahora es todo lo contrario a la que he conocido estos días. La Megan de siempre es feliz, activa, coqueta y curiosa, estar al lado suya te da ganas de vivir. Sin embargo, esta Megan es frágil, vulnerable, como si fuera de cristal.
Polos opuestos.
—Tú, pasaste tú. Estás triste y apagada, no sé, no es propio de ti.
Megan comienza a llorar con mis palabras. ¿Tal vez he sido demasiado dura con ellas? La situación me tensa porque no entiendo nada. Intento acercarme a mi amiga pero ella rehusa de mi tacto.
—¡Soy asquerosa Hailey, asquerosa! —grita tirándose de sus pelos. Me acerco a ella con rapidez y la detengo agarrando sus manos. Ella intenta zafarse de mi agarre consiguiendo tirarme al suelo.
—Megan pero, ¿qué pasa? —Estoy asustada. No entiendo la reacción de mi amiga.
—Me he acostado con alguien.
Me acerco a ella nuevamente. Tiene sus manos tapando su cara. No me permite mirarla. ¿Es vergüenza lo que siente?
—¿Con quién? —pregunto finalmente después de haber estado deliberándolo un par de segundos. No quiero presionarla a contar nada que no quiera pero tampoco a que parezca desinteresada.
—No puedo decirlo —Mi amiga quiebra en llanto nuevamente. Cada vez más fuerte como si la estuvieran desgarrando por dentro.
—Megan, no te preocupes. Dilo cuando te sientas preparada que yo mientras tanto te acompañaré hasta que lo estés.
Por primera vez Megan levanta la cabeza y me mira fijamente, con lástima. Finalmente, termina asintiendo y se abalanza sobre mi para fundirnos en un abrazo.
Luego no volvemos a sacar más el tema.
(...)
Tengo ganas de fallecer nada más despertarme al día siguiente. Ir a clase es un tormento al que aún no me acostumbro pero que tendré que hacerlo si quiero tener un buen futuro.
Me miro en el espejo una última vez y me doy cuenta de la cara de mierda que llevo hoy. Aún así me digo que no hay nada más que pueda hacer hoy para cambiarla y que así tendré que ir a clase.
Como siempre me despido de mi madre y al entrar en vez de encontrarme con Sydney y Megan me encuentro con un cúmulo de personas haciendo un pasillo para que pasen, como no, los Paradise Five. Yo, que voy detrás de ellos, puedo contemplar como les miran y vanaglorian.
Es repugnante. Buag.
A pesar de ello, yo sigo con lo mío y me dirijo a mi taquilla. Me tomo mi tiempo en sacar y meter mis cosas. El susto me lo llevo cuando la cierro y me encuentro con el careto de Jacob en primera fila.
—Hola.
Pego un brinco del susto y me llevo la mano al corazón.
—¿Qué haces tú aquí? —suelto lo primero que me viene a la mente.
ESTÁS LEYENDO
Paradise Five
Teen FictionHailey Donnovan pensaba que era una adolescente como otra cualquiera hasta que llegó a Uptown Way. ¿Y quién no sabe que es Uptown Way? Cuando todos los jóvenes hijos de empresarios, políticos, famosos, multimillonarios y todos aquellos de clase soci...