Día 1: Embarazo

378 29 7
                                    

Una madrugada:

- Oye, güerito, tss, güerito- Dijo en medio de un susurro.

- ¿Qué pasa Мексика?.- Respondió medio dormido aún.

- ¿No se te antojan unos moyetes?.

- Mmm.

- Qué si no se te antojan unos moyetes.

- Мексика, ¿De verdad?.- Volteó a ver un pequeño reloj en su buró.- Soy incrédulo Мексика, son las 4:41 y me levantaste para preguntarme que si no quería moyetes.

- No, no confundas, yo te desperté para preguntarte qué si no se te antojaban unos moyetitos... Con su quesito, una Coca bien muerta y su pico de gallo pa' que quede con madres.

- ... Buenas noches Мексика.

- Buenas noches Rusky, aunque sean las 4:43 pero bueno... ¿Me llevas por unos moyetitos con Doña Susy?

- Спокойной ночи.- (buenas noches).

- Ya está bien pues, ya entendí buenas noches.

De verdad que no se lograba acostumbrar a México, si bien era cierto que no tenía mucha experiencia en cuanto a relaciones, tampoco se podía imaginar a una persona que lo despertara en medio de la madrugada para pedirle moyetes.

3 semanas más tarde:

- Rusia, dime la verdad.

- ¿Sobre qué?.

- Cómo que estoy subiendo de peso, ¿no crees Rusia?.

- Yo te sigo viendo igual.- Contestó restándole importancia para después continuar jugando Tetris en su celular.

- Ah... Seas mamón, no me quieras hacer sentir bien sí ya ni me queda el pantalón que me puse hace un mes en la fiesta del gringo.- Dijo mientras daba unos brinquitos y tiraba de su pantalón.

- Pero de verdad que yo te veo igual que siempre.- Dijo haciendo firme su posición.

- Bueno ya ¿No?, Tampoco es para que te pongas así si sólo te estaba preguntando algo.

- ¿Мексика?, ¿Ocurre algo?.- Se dió cuenta del cambio tan brusco en el estado de ánimo del más bajito.

- Nada wey, que te va a andar importando lo que me pase, te pregunto cualquier cosa y ya me contestas mamón.- Habló lo más rápido que pudo, no podía contener más su llanto.

- México...

- Ni madres, ya ni me hables.- Espera, ¿Cómo lo había llamado?.- ... ¿Cómo me dijiste?.

- México.

- ¡Ay!, Me dijiste México, hace mucho no me decías así, que lindo mi amor.

- ¿Uh?, Ah sí, ¿Ya podemos ir a almorzar?.

- Claro chiquistriquis.

Definitivamente algo andaba mal con México y Rusia lo sabía.

Una mañana después de una peda:

- ¡Ah caray!, Esto sí está raro.- Pensó en voz alta mientras abrazaba una cubeta.- Ando medio mareado, estoy guacareando como si no hubiera un mañana, traigo un madral de hambre y antojo, para colmo ando como dice mi querido Joan Sebastian, bien sentimental... No cabe duda, sigo bien pedo.

- No nos habrá salido con su domingo 7, ¿Ó si mijo?.- Interrogó la señora vecina que se había permitido la entrada a la casa para llevarle un "encargo" a México.

Semana RusMexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora