Estaba a punto de cerrar ya que no veía a nadie entrar a la pequeña tienda que tenía. Iba a pararme a cerrar cuando un chico entró agitado como si hubiera corrido una maratón.
—Aún no cierran,¿Verdad?—
—Estaba a punto,pero descuida, puedes pasar— sonreí y lo ví corresponderme.Observaba sus movimientos con suma precaución,era un chico lindo,para qué negarlo. Era de piel pálida, cabello azabache y usaba un suéter que lo hacía ver pequeño.
Cuando volvió a la caja, intenté despegarme de su belleza para atenderlo correctamente.—No mucha gente viene tan tarde por estas zonas—Sonreí intentando iniciar una conversación.
—Si,bueno, ya todo se encontraba cerrado y era el lugar más cerca que tenía.
—Es peligroso estar solo a estas horas sin traer un bate contra delincuentes—Lo escuché reír ante mi comentario, sentí algo en mi interior revolverse.—No solo de noche es peligroso,nunca se sabe.
Me quedé unos segundos admirándolo, pero me detuve al darme cuenta que pude haberlo incomodado.
—Soy SeokJin—Me aventuré a decir extendiendo mi mano derecha hacia él.
—YoonGi—Sonrió correspondiendo mi saludo tomando mi mano,la cual se estremeció al sentir su suave tacto.{💕}
Pasaba delicadamente la punta de mis dedos por la foto enmarcada de nuestra primera cita, recordando todos y cada uno de los detalles de ese día.
—¡Kim SeokJin!—Escuché gritar a mi futuro esposo desde la entrada de la habitación,con la toalla envuelta en la cintura,el ceño fruncido y un tierno puchero.— ¿Qué te dije sobre dejar los condones tirados en el suelo?, ve a limpiar ahora mismo—Ordenó para luego dirigir a cambiarse al baño.
—Ya voy,su majestad—Comenté sonriendo y dirigiéndome a nuestra habitación.
Que bien sonaba eso,"Nuestra habitación", "Nuestra casa"y próximamente,"Nuestra familia".
Nunca estaría tan bien como lo estoy ahora, tan feliz. Todo por ese pequeño peli-azul el cual llegó a mí sin tener la intención de buscarlo.A veces pienso que si hubiera cerrado antes el mini súper, nos habríamos encontrado de igual manera, porque siempre he pensado que el destino nos quería juntos.
Salí abruptamente de mis pensamientos al escucharlo entrar en la habitación y verlo tirarnos a la cama con sus brazos rodeando mi cuello.
—Si quieres que sea tu esposo debes de ser más limpio y organizado,Kim—Bromeó dejando un casto beso en mis labios,las gotas de agua caían por su cabello aún mojado directo a mi frente y rostro.—Te amo—Dijimos al unísono para luego reír y besarnos con más pasión,pero por sobretodo amor. Nos hice rodar por la cama para quedar encima suyo,me dispuse a besar sus labios bajando de su quijada a su cuello y pecho, deleitándome con los suspiros que escuchaba de mi amado.
—¿Segunda ronda?.