Capítulo 16 (Amanda)

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Le corto a Alejandro y me dejo caer en el piso, llorando desconsoladamente. Mi mamá cuando me ve se acerca lo más rápido que puede y me abraza, mientras que me acaricia la espalda me murmura en mi pelo:

—Shhh, va a estar todo bien... Va a estar todo bien. —

Pero yo sé que no va a ser así, al menos no en un tiempo cercano. Acabo de dejar ir al hombre que amo, por más que no sea correspondido mi amor, acabo de matar la única posibilidad de tenerlo cerca, aunque sea como amigo. Aunque se muy en el fondo que si me hubiese quedado a su lado, me hubiese muerto en vida cuando lo él comenzara a traer a esa mujer al departamento... Si, sé que es lo mejor aunque ahora duela.

El teléfono comienza a sonar en mi mano, cuando miro la pantalla veo que es Alejandro, lo mando al buzón y luego apago el celular. No quiero hablar con él, lo mejor es que lo deje ir lo antes posible.

Me quedo llorando en el pecho de mi mamá, no hay nada que me reconforte más que estar cerca de ella cuando me siento mal. Después de un rato me mamá, separándome de ella me dice:

—Vamos... tomemos unos mates, así me contás sobre este hombre... si te hace llorar así es porque debe ser muy importante. —

Así que vamos abrazadas a la cocina, como dice mi mamá no hay nada mejor que tomar mate para sanar el alma...

Los siguientes días pasan lentos y sumamente tristes... Alejandro me llama a todas horas, pero no puedo atenderlo, así que lo mando al buzón.

Al cuarto día de estar en casa de nuevo, suena el celular, cuando miro la pantalla es un número que no conozco y desde un teléfono de línea. Lo primero que pienso es que es de algún trabajo, así que atiendo ansiosa:

—Hola...—

—Hola nena... que bueno escuchar tu voz...—

El pánico se apodera de mí nuevamente, evidentemente esto no se va a terminar más... pero en un momento de lucidez pongo a grabar la llamada, esto me va a servir para hacer la denuncia por acoso. Él no me puede llamar ni acercarse a mí a doscientos metros...

— ¿Nunca me vas a dejar en paz?— digo casi gritando.

—No nena, nunca voy a dejarte...—

Sin quererlo me pongo a llorar...

—No llores... sabes que no me gusta escucharte llorar. —

— ¡Quiero que me dejes en paz! ¡No me llames más! ¡Desaparece de mi vida de una vez por todas!— grito entre llantos.

—Para serte sincero, pensé en dejarte ir, todavía me duelen las costillas que me rompió el hijo de puta de tu noviecito... pero después me dije: "¿Por qué le voy a dar el gusto a ese sorete? Vos sos y vas a seguir siendo mía"—

—Marcos, ¡yo no soy tuya, ni lo voy a ser...! Así que dejame en paz y anda a torturar a otra persona...—

—Sé que ese te puede dar más cosas...—

—Yo no estoy saliendo con él, ni siquiera estoy trabajando ahí, así que olvidate de él. Ni pienses que existe...—

—Es enternecedor como lo defendés...—

— ¿Qué es lo que queres?—

—Quiero verte...—

—Olvídate... eso no va a pasar nunca. —

—Yo creo que si... vos en el fondo sabes que me amas tanto como yo a vos...—

— ¡No te amo Marcos! y no me vuelvas a buscar más, esta pesadilla la termino yo ahora y para siempre...— le grito y luego corto la comunicación. Antes que me vuelva a llamar apago el celular. Mañana voy a tener que cambiar el número...

Alejandro  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora