Ella se dió cuenta de que no se podría olvidar de él, su mirada, sus manos, todo de él era simplemente hermoso. Ese día, en el que lo conoció, no se borraría jamás. Sus sentimientos por él crecían cada vez más. Esto de pasar a ser desconocidos, a mejores amigos, la superaba. Además que cada vez que estaba con él, su cariño crecía. Y luego, no pudo seguir ocultándolo a sí misma. Se había enamorado de aquel chico de ojos color esmeralda.