- Obliviate Draco Malfoy -El rubio suspiró, con un pequeño dejo de tristeza. Aquellas palabras le hacían sentir una agonía que se desplazaba punzante y dolorosa por todo su cuerpo.
Harry estaba confundido. No sabía cómo ni por qué estaba ahí. Ni mucho menos con ese desconocido.
- ¿Hola? -Preguntó el moreno -Disculpa, estoy algo confundido, ¿qué hago aquí? -Draco lo observó por unos segundos, en completo silencio. Buscó en la mirada del menor un algo, que le dijera que no todo estaba perdido. Pero no lo encontró.
- ¿Disculpa? Eso te lo debería preguntar yo a ti. Esta habitación es mía, no se como lograste entrar. Sólo por ser el elegido y "el favorito de Dumbledore", no te da derecho a hurgar en mis cosas. Ahora largo de mi vista.
El azabache, un poco molesto por la actitud del aquel rubio, obedeció. Aunque, torpemente, paró antes de salir.
- Una cosa más, ¿Cuál es tu nombre?
- Malfoy. Draco Malfoy -A Harry le resultó extrañamente familiar, pero no le dio más importancia.
Unos pocos minutos después, Draco finalmente comenzó a asimilar lo que estaba pasando. Y sintió, como todo para él se derrumbaba. Su mundo, su vida entera. Ya nada volvería a ser como fue, y por eso, dejó la mascara que siempre se ponía, y destapó por primera vez en mucho tiempo sus sentimientos. Aquello desembarcó, en un gritó de dolor y rabia. Pero no era uno cualquiera, era uno de esos en los que tu corazón se desgarra, y tu alma se desangra. Gritó, por todos aquellos momentos que jamás volverían. Gritó, porque nunca más podría besar esos finos labios que habían amenazado con robar su corazón, y que ciertamente, lo habían logrado. Gritó, porque lo que más amaba en el mundo, ya no lo conocía, y nunca lo volvería a hacer.
Ese grito, Harry lo escuchó.
Las lágrimas no tardaron en aparecer, y con ellas, una vieja amiga.
Silenciosamente se acercó, y en un acto de amor puro, le abrazó.
- Draco... -Pronunció, sintiéndose realmente triste por aquella situación.
- Oh, Pansy. Pansy. Pansy, tú nunca me dejes, ¿sí? -Ella, aferrándose aún más a su amigo, dio una respuesta muda.
━━━━━━━━╰☆╮━━━━━━━━
- ¡Pansy! -Llamó por onceava vez -¡Pansy!
- ¡¿Otra vez?! -Exclamó la ya mencionada mujer, al ver el desastre que había hecho el rubio minutos antes -¡No es tan difícil, ¿sabes?! ¡Sólo hay que apretar este maldito botón y ya, el agua se calentará sola!
Habían decidido mudarse al mundo muggle después de la guerra. Milagrosamente, Pansy había logrado conseguir empleo de maquilladora en un salón de belleza. Ese, y su segundo empleo, le daban lo suficiente como para vivir en un departamento para dos personas (aunque la mayoría de noches Draco dormía con ella), y cumplir los caprichos de su mejor amigo.
Lo cierto es que Draco había tratado de mantener un empleo, pero su actitud negativa y el hecho de no poder respetar a una autoridad, lo llevaba a ser expulsado rápidamente de cualquier lugar. De hecho, una de las mejores anécdotas que hay, es cuando, trabajando en una cafetería, le gritó a una señora que lo único que hizo fue pedirle amablemente que "dejara de hacer estupideces y le trajera su maldito pedido de una vez por todas". Ya se imaginarán la reacción.
En fin, el punto es que el niño mimado, se negaba a aprender a usar cualquier tipo de electrodoméstico que no fuese un teléfono o una computadora, por lo que Pansy vivía atendiendo lo que el necesitase.
- Si vas a gritarme de ese modo, mejor me iré a caminar un rato -Respondió el rubio ante la brutalidad de Pansy para explicar cosas, encaminándose a la puerta de entrada.
- ¡Bien! -Sinceramente, Pansy estaba cansada de tener que explicarle a su amigo cosas tan triviales.
- ¡¡Bien!! -Exclamó más indignado aún, saliendo y cerrando tras de si de la manera más fuerte que pudo.
Al llegar al ascensor, notó que estaba la señora Lancy del piso de arriba, así que optó bajar por las escaleras.
Decidió ir a un parque que quedaba relativamente cerca, y, cuales serán las casualidades de la vida, que tan solo en una pocas horas, alguien le haría cambiar su destino.
━━━━━━━━╰☆╮━━━━━━━━
Buenooooo, wenas tardes, wenas noches. He vuelto bebetxs uwu. Ah, que le pasaba. No he tenido internet, ¿entienden?): Les extrañé. Ahre que me leen como tres personas pero oc.
Buneno en fin, decidí continuar esta historia, comenzandola desde cero pues no me gustaba mucho la redacción y tal. Mañana les prometo un nuevo capítulo :D (y esta vez juro que lo cumplo u.u) Gracias por leer, significan todo para mi ;)
x Nadie importante x
ESTÁS LEYENDO
Obliviate
Fanfiction- ¿Draco? -Preguntó, temeroso. - ¿Si? - Respondió el rubio. - ¿Me amas? - Por supuesto -Bajó hasta los labios del azabache para depositar un tierno y cálido beso. -Entonces... -Tragó saliva. Sinceramente esta era una de las desiciones más difíciles...