Secret Love.

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YoonGi caminaba impaciente por los pasillos del instituto mientras llevaba consigo un bonche de papeles en sus manos y algunos libros bajo su hombro dirigiéndose exactamente al salón 35 donde los de danza usualmente lo ocupaban para practicar una vez sus clases terminaban.

A su paso las miradas de los estudiantes no se hicieron esperar, pero lo que recibieron fue su nula atención, puesto que el pelinegro sólo quería llegar ya al salón para después irse a su bendito departamento y echarse en su cama para jamás levantarse, si es que eso era posible.

Abrió la puerta como pudo haciendo un poco de ruido cuando lo logró – importándole poco el haberlo hecho, en realidad – y así se dirigió a las bancas más lejanas y escondidas del salón sin siquiera mirar hacia el lugar de su novio, el cual tampoco lo miraba pues estaba atento en encontrar la música indicada para el último ensayo.

Pero eso no quería decir que no sabía que YoonGi estaba ahí. Él era más que consiente que su novio estaba dirigiéndose – como siempre – a las bancas traseras del lugar para esperarlo.

Miradas nada disimuladas volvieron a posarse en él, al igual que la incomodidad comenzó a esparcirse por el lugar, pero tanto YoonGi como JiMin no hacían caso a eso, ya era casi rutinario.

YoonGi colocó sus audífonos decidido a perderse en su música y lectura hasta que el castaño terminara su ensayo. Para algunos sería una falta de respeto por no prestar atención a lo que su pareja hacía, pero era claro que prestaba más atención que los mismos que practicaban e intentaban copiar los movimientos su novio, pero eso ellos no lo sabían.

YoonGi y JiMin dejarían que los demás hablasen e imaginasen lo que quisieran, aunque ciertamente, ese asunto no era su problema.

JiMin alzó su vista visualizado el panorama y ya un tanto fastidiado por la atención que recibía su novio y él, encendió las bocinas a todo volumen para empezar a contar y acomodarse para bailar, sin darle tiempo a los demás para reaccionar y seguirle el paso.

Era más que claro que todos son conscientes de la extraña relación que JiMin y YoonGi tenían.

¿Y cómo era está?

Bueno, se sabía que YoonGi nunca faltaba a los ensayos de JiMin, aunque en toda la mañana se evitarán, el único contacto que tenían al público era cuando se iban juntos después de la clase de danza que impartía JiMin, el cual era ayudante del maestro – en sí – de danza, pero este casi nunca estaba.

También se sabía que YoonGi era de muy pocos amigos, casi nulos, pues siempre se le encontraba solo en los recesos y en la cafetería porque sí, la pareja nunca se acompañaba durante el receso ni en ningún otro momento, bueno... sin contar la hora de la salida.

Ambos se podían topar en los pasillos y sólo se dirigían una mirada para después pasar de largo.

No se podía creer que alguien tan frío y callado estuviera con el más codiciado de todo el instituto: Park JiMin.

Lo anterior mencionado era lo único que podían adivinar los demás sobre Min YoonGi, a simple vista se veía un chico serio, sin sentimientos de por medio, ignorando a cualquiera que se pusiera entre su camino, incluso a su mismo novio.

Vaya tontería.

Lo más sorprendente de todo esto es que nunca se entraron de que ellos salían, pues nunca hicieron publicada alguna declaración, y el nulo amor que se demostraban dejaba mucho que pensar. Tanto YoonGi y JiMin se preguntaban si en verdad era necesario hacerlo público, pero como siempre se decían; era su asunto, no el de los demás.

Una pareja diferente - YOONMIN (One-Shot) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora