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Corrí hacia Rose para abrazarla. Nunca me lo perdonaría si algo le pasaba. Si tan solo no hubiese ido a aquella tonta misión.
Y ahí va otra razón para odiar a la agencia.
—Lo siento mucho Rosie—susurré.
—Está bien, nada es tu culpa—susurró ella esta vez.
Al separarnos noté que Lucas se acercó a nosotras, algo preocupado.
—No entiendo muy bien lo que pasó pero espero que estés bien—a lo que mi hermana asintió y él continuó—. Haganme saber si necesitan algo, se que no fui yo el del accidente, si es que se lo puede llamar así, pero vi mi vida pasar cuando cruzó aquel auto.
—Está bien, Gilbert. Ya pasó—lo tranquilicé mientras aún sostenía con un brazo a mi hermana.
Ella me miró alarmada y el chico solo se fue riendo. Rose me empujó logrando que me queje.
—¿Qué?
—¿Lo llamaste Gilbert?
—...No.
—Si, estoy segura.
—No, no lo hice. Fin de la discusión, nos vamos a casa.
Había pasado una semana del incidente. La profesora Stacy me había llamado a una reunión por una 'nota mala'. No sabía si era verdad, pero no era buena en Historia, no me sorprendería.
Al llegar a la oficina de la profesora vi que ya estaba esperándome. Me senté cuidadosamente frente a ella, algo nerviosa. Me miraba directamente a los ojos, como si tratara de descifrar algo. No era difícil saber que, al igual que yo, se encontraba nerviosa.
—Ger, buenos días. Probablemente te preguntes por qué te llame aquí hoy, pero no te preocupes, no es una nota mala—rió ante lo ultimo.
Que gracioso, en realidad, el que no sea una nota mala solo me hizo preocuparme más y más.
La señorita Stacy suspiró, mientras buscaba palabras para hablarme sobre lo que debía decirme. Yo me encontraba quieta en mi asiento, sin hacer ruido alguno y con una expresión neutra.
—Se que trabajas para JEI—dijo en un tono pacífico.
Bajé la mirada, pues, no estaba sorprendida de que lo diga. Pero no le iba a negar nada a Miss Stacy.
—¿Sabes lo que es JEI?—cuestioné.
—Si, he trabajado un tiempo para ellos. Junta de Espías Internacionales.
—No—interrumpí—. Me refiero a si en verdad sabe lo que es JEI.
Ella se calló, sin entender lo que le decía.
—Hemos estado juntas en una misión, profesora, se que lo recuerda. Sé que ahora descubrió que sus sueños no son más que memorias de aquel pasado en Avonlea. Yo estoy en ellas. Pero lo que me pregunto ahora es, ¿usted esta del lado de la agencia, luego de todo lo que hizo?—reí irónicamente— Me envió con tan solo 15 años a una misión que implicaba viajar en el tiempo, me pusieron en peligro, me dejaron a la deriva, ni un rastro de ellos, sin mi familia y sin saber cuando volvería. Hasta que tuve que entender, que ellos no eran los buenos en esto, jamás lo fueron. ¿Qué ganaría yo con todo aquello? A usted, ni siquiera le hablaron sobre la 'clave', el objeto que debía llevar para mantenerse viva en el tiempo, y ya sabe lo que pasó.
Miss Stacy sonrió.
—Vaya, si que tienes un enojo acumulado. Tranquila, no estoy de su lado.
—¿Qué?
—Sigo trabajando para ellos, pero no estoy de su lado, aunque ellos no lo saben claramente. Cuando volvía del tiempo, sin cumplir mi misión debieron matarme pero no lo hicieron.
—Tampoco a mi o a Rose. Ni siquiera me han hablado sobre la misión en todo este tiempo, tampoco preguntaron como es que volví antes.
—Me han dicho que... me necesitan para algo más importante. No se para que, es por eso que decidí hablar contigo y admitir que soy yo.
—¿La agencia también nos quiere vivas para algo?
—Hey, Grace. ¿Cómo va todo?
Giré a ver a Lucas y le sonreí. Me senté en el gran árbol que se encontraba allí y el me siguió. Me había acostumbrado a su presencia, ya no era tan raro tenerlo por aquí.
—Asimilando algunas cosas. ¿Tampoco tenías clases?
—Realmente si, pero decidí saltearla.
—Eso no es muy tú—ladeé mi cabeza ante su decisión.
—¿Cómo sabes que no es muy yo?
—Por... nada. Solo que no te veía de esos que se salteaban clases.
El rió y solo negó con la cabeza.
—¿Cómo van las cosas con Addison?
—Aún está enojada, y solo me habla cuando estoy con Noah. ¿Cómo van las cosas por Speranza?
—Más que bien. Mi padre está muy feliz con todo esto, no para de cantar.
—Si, tuvo mucho éxito. Tiene buenas razones para estar feliz.
—Lo extrañé—dijo Lucas mirando hacia el cielo.
—¿Por qué extrañarías a tu padre?
Volteó a verme rápidamente. Los nervios se reflejaban en sus ojos pero al instante se calmó.
—Extrañaba... verlo tan feliz, eso es todo.
Asentí no muy convencida.
—Háblame sobre tu anterior escuela, ¿dónde vivías?
—Prefiero no hablar de eso—dijo esquivando totalmente lo que pregunté—. Estoy mejor aquí en Green Gables.
—¿Green Gables?—pregunté.
Me negaba. Él no es Gilbert Blythe, él esta muerto. Pero cada vez encontraba mas casualidades que me hacían dudar de Lucas.
—Grey Gables, eso dije.
—No, dijiste Green.
—No, dije Grey. ¿Por qué diría Green?—se fue riendo y dejándome sola, como una loca.
Oh, Lucas, mas te vale ser quien dices ser. No sabes lo que está en juego aquí.
