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20 ¡FELIZ AÑO NUEVO! 20
—¿Dónde los podrían tener?
—Con este equipo rastreador podríamos conseguir la dirección exacta de mis padres. Debemos confiar en que no estarán lejos.
—¿Funcionará?
—Eso esperemos. Ahora, sigue mis instrucciones necesito que hagas algo más...
Grace las escuchaba atentamente pero no decía una palabra. Había pasado un día y no tenían novedades.
La profesora Stacy no contestaba el telefono y no podían comunicarse con ningún espía de la agencia, ya que no sabian quienes estaban de su lado.
Estaban ellas solas.
Grace miró a su amiga y a su hermana.
Era su misión y aún así en Avonlea lucho con la pequeña Rose de 11 años. Gilbert terminó mal.
Esta era su misión y aún así lucho con Addison y Miss Stacy.
Ahora sus padres están mal.
Había puesto a todos en peligro y por un pequeño capricho como lo era vengarse de la agencia. Se odiaba por poner a las personas que más amaba en riesgo. Si tan solo se lo hubiese contado a sus padres como dijo Rose, pero había hecho oídos sordos.
—¿JEI podría ser más injusto? Nuestros padres ni siquiera lo sabían.
—Injustos...
Esas palabras resonaron en la cabeza de Grace Ger. La agencia había sido injusta tambien con...
—¡Mary Stuart!—exclamé de repente.
Las chicas dieron un respingo al escucharme ya que había estado en silencio hace una hora y media.
—La agencia...—dije mas calmada—. JEI estaba en contra de Mary Stuart y su grupo, por lo tanto ellos lo estaban con nosotras. Pero no sabían que no obedecíamos a la agencia junto a Miss Stacy, al menos no al cien.
—¿Estamos del lado de Mary Stuart? Trato de atropellarme.
Addison la miró algo preocupada.
—No se si estamos con ella. Pero todos estamos en contra de JEI.
—¿JEI?
Nos volteamos rápidamente hacia aquella voz. Un chico estaba en el umbral de la sala. Inmediatamente reconocí aquella cara.
Lucas.
—¡Lucas! Olvidé que iba a ponerte al día con la tarea de matemáticas.
Miré a Adds confundida. ¿Y no me lo dijo?
—¿Dijeron JEI?
Repitió mas fuerte y claro. Lo miré algo nerviosa ante su gesto de ira.
—No es nada—contesté simple.
—¿Nada, Grace, nada? Es verdad. Lo sé, sabía que no estaba loco. Que no era un sueño.
—¿Q- Qué?
Tragué saliva. Mi piel se erizó y pasé una mano por el cuello por instinto.
—Tú— me apuntó—. Y tú, Rose. Estuvieron en Avonlea, en 1800. Vivías con Anne en Green Gables. ¡Mary Stuart! Miss Stacy...
—Sólo repites lo que escuchaste, hablábamos de la tarea de Historia. Y...
—No es verdad—me cortó, acercándose rápidamente hacia mi, poniéndome más nerviosa de lo que estaba—. Ni repito, lo sé. Porque lo viví. ¿Grace no me recuerdas?—agarró mis manos y lo miré a los ojos, ambos a punto de llorar— Soy Gilbert, Gilbert Blythe.
—No—me rehusé—. Tu no eres él...
—Grace...—me llamó mi hermana.
Ni siquiera volteé a mirarla, simplemente comencé a sollozar, sentía mis lagrimas cayendo por mis mejillas.
—Tú estás muerto.
—No, bella Ger. Estoy aquí.
Se abrazaron tan fuerte que Addison tuvo que mirar a otro lado para no entrometerse. Rose los miraba tiernamente, con algunas lágrimas que limpiaba delicadamente. Había extrañado a su amigo.
Cuando finalmente se soltaron del abrazo, Grace lo empujó.
—¡No dijiste nada! Y lo sabías, me hiciste quedar como una idiota.
—Tú parecías jamás sospechar, creí que dirías algo.
—¿Crees que le diría algo a Lucas Tate?—rió entre lágrimas.
—¿Gran espía, no?
Se acercaron y se dieron un cálido beso.
Addison y Rose dieron un gritito interno mientras se agarraban las manos de la emoción.
Grace al fin se sintió llena. Protegida. En casa.
—Ahora, ¿vamos por un helado?—sonrió inocente, Gilbert.
—Sobre eso... debemos contarte un poco la situación por aquí.
