El Príncipe ©

Capítulo 33: Maldita sea, te amo.

Abro mis ojos al sentir el toque de las manos de Alice sobre mi hombro; la observo y cubro mi boca para ocultar un bostezo y luego me pongo de píe.

— Se golpeó la cabeza — digo frotando mis ojos mis ojos —, le cure la herida, no despierta desde anoche.

— Gracias por cuidarlo — dice ella sonriendo. — realmente no se que haría sin Jimin...

— Entiendo — sonrío —, yo también tengo a alguien... No podría vivir sin esa persona.

— Es difícil cuando te enamoras — dice ella observándolo —, pero se que Jimin no me ama... Él ama a alguien más.

— ¿Quien?

— No lo sé — responde después de un suspiro —, nunca entenderé lo que pasó con él, con su familia... Que pasó antes de llegar aquí.

— Muchas cosas pasan en la vida — sonrío —, aveces no tienen sentido para nosotros pero, el destino tiene sus planes, sabe lo que hace y no hay que jugar con el destino, por que el puede escribir y reescribir nuestras vidas cuantas veces quiera.

— Gracias — sonríe ella, puedo sentir un toque de tristeza en su voz —, gracias por venir y si quieres puedes irte a descansar.

— No — respondo —, ve tú a descansar, acabas de llegar. Cuidaré de Jimin hasta que despiertes.

— Muchas gracias Yoongi — sonríe.

— Alice — digo y ella se gira para verme —, sonríe siempre que sea necesario, no pierdas la luz...

Ella sólo sonríe y asiente con la cabeza, se retira y cierra la puerta. Vuelvo a mi lugar a lado de Jimin y observo su rostro mientras duerme muy tranquilo, su rostro posee una gran serenidad. Cierro mis ojos y comienzo a imaginar cosas.. mil cosas, historias y vidas posibles,  errores que cometer como cualquier humano normal... Pero no, esta vida es una mierda... Quizás en algún momento pueda olvidar todo, abandonar todo por él y vivir una eterna vida juntos, sin preocupaciones, sin problemas, sin guerras, sin maldad.

— mmm — murmura —, auch — gime de dolor —, duele... ¿que pasó?

— Te golpeaste la cabeza — respondo —, está bien, no te preocupes.

— ¿Donde está Alice?

— Duerme — respondo —, acaba de llegar de su trabajo.

— Debe de estar cansada — suspira —, le dije que no necesitaba a nadie.

— Pues me alegra que me haya llamado — digo frunciendo el ceño —, por que si no lo hubiera hecho todavía estarías en el suelo con la cabeza sangrando.

— Si lo dices así, si suena mal. — dice observándome — Gracias.

— Cuando me necesites puedes llamarme, dejaré de hacer todo lo que estoy haciendo simplemente para estar contigo. — murmuro acercándome más a él — Park Jimin...

— Y-yoongi — murmura cerrando sus ojos lentamente —, no puedo seguir soportando esto... No puedo soportar más... No puedo ocultar lo que siento por ti maldita sea.

— Te amo — murmuro —, maldita sea eres una mierda completamente irresistible.

Sus labios ligeramente se unen con los míos, siento su lengua chocar contra la mía haciendo sonidos obscenos. Deslizo mis manos por su cuerpo, maldita sea ese cuerpo irresistible que hace morir de hambre por él, morir por hacerlo mío. Gira y se coloca sobre mi sin dejar de besarme, mueve su sus caderas haciendo que su trasero choque contra mi pene, por Dios es tan ardiente. Ya no es el mismo de antes, no, no es el mismo Park Jimin de hace años, se volvió mucho más sexy, mucho más irresistible que antes.