HARRY
Era casi luna nueva. El bosque estaba oscuro y silencioso. Amaba estas noches y por eso abrí la puerta trasera de mi taller dónde las sombras eran más profundas. No creía que las personas de la ciudad me contratarían si descubrían que era un shifter lobo, pero no había forma que ellos sospecharan.
Pero era un alfa, y no pertenecía a una manada, me mantenía a mí mismo. Necesitaba de estas noches silenciosas para volverme lobo, en estas noches cuando era improbable que otros lobos estuvieran cerca.
Erguí la cabeza y olí el aire, de inmediato estaba del otro lado de la puerta, mis garras hundiéndose en el camino y desaparecí en la oscuridad entre los árboles. Todo en mi vida estaba alterado. La alegría recorría mi ser de una forma que jamás sentí como hombre. Salté hacia un costado como si hubiera sido picado y salí corriendo a través de la oscuridad como si vida dependiera de eso.
Amaba mi cuerpo de lobo. Mis hombros poderosos y muslos musculosos eran lo contrario de mi habitual físico delgado y fibroso y me impulsaba más rápido que cualquier lobo que había conocido. Cubrí varios kilómetros sin esfuerzo, feliz con mi fuerza y mi lado salvaje. Dejando mi vida cotidiana para atrás, no tenía nada por qué regresar. Mi vida de lobo era todo lo que quería ahora y comencé a cazar, reduje la velocidad para oler las flores nocturnas y las criaturas que corrían entre los arbustos.
Fui hasta el río y marqué el límite de lo que consideraba mi territorio, si bien olí otras manadas de lobos. Nada me asustaba, pero no quiero envolverme, tenía lo que necesitaba en mi propia manada. Todo, excepto un compañero, mi mente interrumpió. Sacudí mi cabeza impaciente. No iba a meterme en eso, mi vida sería muy complicada si encontraba uno.
Entonces me congelé. Un perfume desconocido en el aire flotaba sobre el río. Miedo, una sensación de dominar el miedo, ¿de quién? Olí el aire viciado y apunté la nariz hacia la otra orilla, dando un suspiro firme. Mi vida cambió para siempre.
Un omega. Nunca les presté mucha atención antes. Si sentí que tenía algún futuro con un compañero, y lo tenía, asumí que sería alguien del tipo maternal, un beta femenino.
Pero ese perfume. Sólo un pequeño suspiro bastó, lo supe. Mi compañero predestinado era un omega. Y tenía miedo. No podía soportar eso. Otra inspiración rápida. Él no sólo tenía miedo, estaba aterrado.
Dejé escapar un gruñido áspero, salté hacia el agua. Nadé con fuerza transversalmente, contento con el pelo grueso que me protegía del agua fría. La fuerza de la corriente me llevó río abajo por unos metros pero logré llegar a la otra orilla, agité todo mi cuerpo para quitarme la mayor cantidad de agua posible. Respiré con cautela. No olí otro aroma además del suyo. Entonces, ¿por qué tenía miedo?
La cautela natural me impidió levantar la cabeza y aullar mi descubrimiento. Silenciosamente, me deslicé a través de los árboles en dirección de mi compañero.
Pocos minutos después, escuché el ruido de la respiración jadeante del hombre mientras corría y exhalaba bocanadas de aire. Me agaché atrás de un árbol. Estaba preocupado. Aun con sus sentidos debilitados al estar en su forma humana debía haber percibido mi presencia. ¿Por qué él no cambió? Él sería mucho más rápido como lobo. Salí de atrás de los árboles y lo seguí, mis patas pisaron silenciosamente las suaves hojas. Entonces me detuve y volví mi cabeza hacia los lados. Lentamente con cuidado. Quería saber que otros peligros había aquí antes de cambiar y llamarlo.
Nada. No había ninguna razón para la cautela, excepto el miedo de él. Algo no estaba bien.
Decidí adelantarme y así podría ser alguien con quién él tropezara. Estaba ya sobre mis pies y corrí a su encuentro. No conocía esta parte del bosque, porque necesitaba mantener mis sentidos en alerta máximo, especialmente porque había luz de luna nueva. Cuando estuve preparado, cambié, temblando mientras mis músculos se estiraban y mis articulaciones adoptaban la forma humana. Podía oírlo acercarse, y me pregunté sobre su falta de conocimiento del bosque. Aun siendo un omega joven, seguramente no era tan inexperto, ¿no?
YOU ARE READING
FUGA DEL OMEGA ll NARRY
Fiksi Penggemar¿Es posible rescatar la felicidad de un desastre? Harry Ahora que salí del ejército, quiero una vida tranquila. Un bosque cercano, dónde mi lobo pueda correr y cazar, y mi taller dónde pueda trabajar con mi madera con la que... siento afinidad. De...