Harry
Me quedé mirando hacia la puerta por dónde acababa de salir, pensativo. Era una broma de mal gusto de mi cuerpo, que mi lobo me hacía. No estaba con el tipo de persona con la que imaginé pasar mi vida. Para comenzar, él era un hombre. Tuve novias antes, claro que las tuve. Si hubiera querido asentarme, sabía exactamente el tipo de mujer que elegiría como compañera. Ella sería fuerte y decidida, que me correspondiera, capaz igualarme en resistencia y habilidades, alguien con quién pudiera reír.
Y ahora, aquí estaba yo, teniendo que aceptar que mi compañero predestinado era un omega. Y no cualquier omega, sino uno cuya vida entera había sido programada para quebrar su espíritu y acabar con cualquier vestigio de personalidad o fuerza. Había sido educado como un cachorro obediente, sólo útil para quedarse a un lado y dar a luz.
Hice una mueca y tomé el café. Debería detenerme. Mi único camino era huir lejos, muy lejos, sabiendo que nunca podría tener en mi vida a nadie más porque había rechazado a mi compañero predestinado.
Pero había destellos de esperanza. Él me hizo café. Intentó ayudarme a deshacer las maletas. Cuando él retiro su brazo en el estacionamiento, no fue porque no me quería, sólo me dijo lo que deseaba. Debería estar avergonzado por estar tan inestable. Pero lo más revelador de todo, fue que tuvo el valor para escapar de la Academia.
Su cuerpo estaba muy caliente, respondió al mío inmediatamente. Podía hacer algo como esto. Teníamos el resto de nuestras vidas para aprender a amarnos. Estábamos sólo dejando que sucediera. Mi humor se elevó. La decisión estaba tomada.
Debía hacer mi mejor esfuerzo para que todo fuera tan perfecto como fuera posible en este motel miserable en medio de la nada. Mis ojos fueron hacia la mochila abierta y me reí. Louis tenía razón, después de todo.
Rápidamente quite las sábanas manchadas de la cama y las sustituí por las sábanas de algodón suaves y nuevas. Louis hasta había colocado almohadas blandas y sabía exactamente dónde colocar una de ellas. Estaba sonriendo mientras me arreglaba tanto como podía. Mi sonrisa se amplió cuando vi en el fondo del bolso un libro pequeño: ―Vivir con su omega. Un manual para Alfas
Me senté en el borde de la cama e intenté dejar de reír. Cuando todo se resolviera, iba a buscarle un omega a Louis. Lo que le enseñaría a no jugar al celestino conmigo.
Miré hacia el baño, el ruido de la ducha se había detenido. Él no iba a demorarse mucho. Mi cuerpo se apretó en anticipación. Debía tener cuidado.
Pasé las páginas del libro. Pero no tuve tiempo para leerlo en primer lugar, debería improvisar. Lo escondí en el fondo de mi mochila. Necesitaba evaluar el sentido del humor de Niall antes de permitirle ver esto.
Abrí la bolsa con sándwiches, papas fritas, bizcochos y tartas que compré en nuestra última parada para abastecernos, y los coloqué sobre la mesa. No era una cena a la luz de las velas pero ya habría tiempo para eso cuando llegáramos a destino. Me pasé las manos por el rostro.
Louis me dijo cuál sería el mejor lugar para ir, aunque no estaba seguro sobre si los shifters de ese lugar vivían abiertamente entre los hombres. Pero debíamos recomenzar, especialmente mientras Niall se acostumbraba a la vida fuera de la Academia. Me pregunté si mi casa ya habría sido saqueada. Hice una mueca. No creía que Louis y su grupo fueran capaces de protegerla por mucho tempo.
Detuve mis pensamientos cuando Niall regresó a la habitación. Mi respiración quedó atrapada en mi garganta cuando vi su cuerpo vestido apenas con los pantalones. Lo había visto desnudo en la floresta antes que cambiara, por supuesto, pero entonces no había tenido tiempo de observarlo adecuadamente.
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FUGA DEL OMEGA ll NARRY
Fanfiction¿Es posible rescatar la felicidad de un desastre? Harry Ahora que salí del ejército, quiero una vida tranquila. Un bosque cercano, dónde mi lobo pueda correr y cazar, y mi taller dónde pueda trabajar con mi madera con la que... siento afinidad. De...