Not even the gods above Can separate the two of us

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Niall

Desperté sudando de miedo. De nuevo no. La vieja pesadilla pensé. Harry dormía, su brazo estirado me protegía. Sonreía. Mi compañero, mi tutor durante todos estos meses que estábamos juntos. Me daba cuenta a todo lo que había renunciado para estar conmigo. Amaba la forma como él empujaba mi verdadera naturaleza para que pudiéramos vivir dentro de la ciudad para que yo pudiera aprender a confiar y vivir una vida normal.

Estaba determinado a hacerlo feliz toda mi vida, determinado a mostrarle que podía lidiar con cualquier obstáculo que impidiera vivir nuestra vida, que él no era el único que debía hacer todos los sacrificios.

Me aparté de su brazo y caminé hacia la sala de estar. Me sentí pegajoso y un poco dolorido. Pero faltaba poco. Dos semanas, sólo dos semanas para que nuestro bebé naciera.

Mi maleta estaba preparada y habíamos concurrido a todas las clases y paseos a la maternidad que pudimos en la mayoría de casos acompañados por un ya muy barrigón Liam y un Louis parlanchín. La sección C era el próximo obstáculo que debía vencer y estaba tratando de ocultarle a Harry mis miedos. Estaba determinado a ser fuerte y no ceder o mostrar cualquier debilidad.

Fui hasta la cocina y encendí la tetera. Quizás el chocolate caliente me ayude a dormir. Miré mi reloj. Eran las dos de la mañana. Faltaba cuatro horas para el amanecer.

Extendí la mano hacia la taza y sentí una puntada en la espalda. Hice una mueca, estaba cansado. Cansado de estar embarazado, con dolor de espalda y náuseas. Cansado de consultas en el hospital y encontrando dificultad para sentirme cómodo. Sonreí. No estaba cansado de los cuidados de Harry. Ese era el premio. Toda la incomodidad valía la pena por sus cuidados.

Estaba preparando mi bebida cuando un dolor cruzó mi barriga. Me congelé. ¿Qué era eso?

Pero enseguida, se fue. Me apoyé contra la mesada, respirando con cuidado. No quería entrar en pánico. Necesitaba ser fuerte, tomarme mi tiempo.

Pero podía sentir el pánico creciendo dentro de mí. Sabía que necesitaba la Sección C porque el cuerpo de un omega no podía dar a luz naturalmente. No conocía la historia detrás de eso, como había sido antes, sólo sabía que así es como era.

Esperé varios minutos, y después fui a la sala de estar con mi taza entre las manos, me senté en el borde del sofá bien despierto.

Estaba preparado para la siguiente contracción cuando llegó. No fue dolorosa, sí incómoda. Supe que no era una falsa alarma. Pero estaba determinado a no despertar a Harry hasta que lo necesitara. Esta era mi oportunidad de mostrarle que podía manejar las cosas y dejarlo dormir. Sonreí, él iba a necesitar de todo el sueño que pudiera conseguir.

La excitación corrió dentro de mi interior. Íbamos a conocer a nuestro bebé antes de lo que pensábamos. Yo no podía esperar. Apoyé la taza sobre la mesa, me levanté y caminé hasta la segunda habitación que habíamos preparado para el bebé.

Me acerqué a la pequeña cuna que compramos en las primeras semanas, tomé una ropita y la apreté contra mi rostro. ¿Cómo un bebé podría ser tan pequeño? ¿Cómo podrían cuidar de alguien tan frágil e importante? Temblé con una mezcla de emociones y tensión antes de doblar con cuidado la ropita y dejarla de nuevo con las otras.

Tomé la maleta que preparamos para el hospital y la dejé cerca de la puerta del departamento. En la cocina, cerré la puerta silenciosamente antes de llamar al hospital.

—Hola, soy Niall Styles. Estoy programado en la Sección C para dentro de dos semanas, pero creo que estoy en trabajo de parto.

—Bien Niall, déjame ver tu ficha médica. ¿Hay alguien contigo? —La voz de la mujer era amable y reconfortante, me sentí más tranquilo.

FUGA DEL OMEGA ll NARRYWhere stories live. Discover now