Capítulo IX

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Aiko PoV

Pasaron mis días de descanso y regrese de nuevo a mi trabajo, a mi rutina diaria, decidí que sería mejor abandonar la casa donde fui asaltado, para evitar que Kyle regresará para esta vez para asesinarme, y eso quería evitarlo. El único problema sería Marcus, ya que él no sabía que me mudaria a otro hogar, para ser exactos, en el departamento de Osamu; así que tenía las esperanzas de que me lo topara otro día.
El fin de semana, para ser exactos, el sábado, estábamos ya en mi casa guardando todas las cosas que me llevaría al departamento de Osamu, mientras hacíamos eso, charlabamos y reíamos como los buenos amigos que somos. Incluso comenzamos a bromear el como nos veríamos en el futuro si nos llegáramos a enamorar más de Marcus y Frank. Fue divertido y así como si nada, paso el tiempo rápido y dió la noche, ya habíamos terminado desde las 5 pm, pero quería hablar con Marcus en caso de que el hiciera acto de presencia; nos sentamos en el suelo después de llegar a donde fue mi habitación, mirábamos el techo y la única fuente de luz que nos acompañaba era la que entraba gracias a la luna.

—¿Crees que venga?—pregunto Osamu viendo a la ventana.

—Ya verás que sí, tiene que llegar, espero.—respondi algo serio.

—¿Se tarda mucho en llegar?

—Mas o menos, pero se le hará raro no ver las cortinas y entrará con el arma que me quito.

—Ya van dos armas que pierdes en menos de un mes.—rio.

Rei un poco y vimos como una silueta aterrizaba en la ventana, obviamente yo ya sabía de quien se trataba, pero Osamu se puso algo nervioso al ver que dicha silueta comenzaba a abrir la ventana, que intencionalmente había dejado sin seguro; entro al lugar y después de analizar, noto la presencia de ambos.

—No me estás emboscando ¿Verdad?—pregunto muy serio.

—Es mi amigo león, el que te conté que se quiere ligar a tu amigo Frank.—me puse de pie y me acerque a Marcus. —¿Dónde estuviste? Pensé que estabas muerto.

—Que gay, al fin ya tienes a alguien que se preocupa y está vez no soy yo.—se río Osamu.

—Callate gato, que a mi amigo le gustan los chicos serios.—dijo para dirigir su mirada a Osamu de manera molesta y después mirarme a mi. —Responde a lo que te pregunte.

—Mi ex novio me golpeó, pero fue por qué el era el autor de un asalto en un restaurante, ya lo tenía pero me quito el arma y me golpeó en la cabeza con la misma, encima me violó.—dije algo serio.

—Entiendo, entonces te irás a vivir a otro lugar por seguridad ¿Puedo saber dónde es?—serio pregunto pero podía notar su preocupación por mi.

—Con mi compañero, que por cierto, se llama Osamu.—mire al león. —Y el es Marcus.

—Un gusto Marcus, creo que tú y yo deberíamos hablar a solas, ya sabes, por qué quiero saber todo de Frank.

—Después, cuando todo lo de mi situación se calme, al menos Frank ya se salvó ¿No?—pregunto viendo a Osamu.

—Si, tengo que pagarle una fianza y el tiene que hacer 13 meses de servicios comunitarios y en la cárcel.—lo vio fijamente. —En tu caso va a ser difícil, creo que sería mejor que fingieras tu muerte.

—Yo consigo el dinero de la fianza.—dijo el murciélago.

—Es mejor que lo hagamos por nuestra cuenta, por qué si se enteran que tenemos dinero que llegaste a robar, seríamos inculpados.—dije algo serio.

—Cierto, bueno, ustedes encarguense de eso, por mientras Aiko, si necesitas algo pídelo, si quieres me encargo de tu ex, le doy un escarmiento.

—Se va a ver muy obvio que te mandé, aunque si dejas evidencia de que fuiste tú, tal vez no sospechen de que fue pactado.—respondi. —Pero me gustaría que hicieras lo mismo que Osamu con Frank.

—Ya veremos qué decide el destino, por ahora dime la dirección de donde van a estar para visitarlos alguna vez.

De mi pequeña libreta que siempre cargo apunte la dirección del edificio donde vive Osamu y le di la hoja. El estrecho mi mano, me dió un abrazo y una pequeña lamida para después acercarse a la ventana e irse volando en lo oscuro de la noche.

—Te conviene hermano, el se ve que se está preocupando por ti.—se acerco Osamu a mí y me abrazó con un brazo por detrás.

—Pronto lo tendré donde lo quiero, así empezó Kyle, pero en el caso de Marcus, se ve que es sincero.—dije sonriendo algo sonrojado mirando fijamente a la ventana.

Decidimos salir de la casa para irnos al departamento a descansar, mientras ambos íbamos pensando en nuestro futuros amores prohibidos, a la vez que teníamos que pensar que podríamos hacer para que nuestra historia de amor dejará de ser prohibida.

Al día siguiente, ya estábamos en la oficina desayunando unas donas con un café, ya que habíamos llegado tarde a la comisaria y no fuimos muy bien recibidos por nuestro jefe; descartando eso, seguíamos viendo las carpetas que a cada día se nos amontonaban mas. Tome el caso de Kyle, por razones personales; ahora eran dos casos en los que teníamos que trabajar y terminarlos de una vez por todas.

—A este ritmo voy a envejecer demasiado.—dijo Osamu dando una leve risa.

—Yo también y eso que apenas tengo 23 años.—rei mientras miraba algunos papeles.

—¿Con que acabamos primero?

—Con Kyle, me dan ganas de decirle a ya sabes quien que le de un tiro en la cabeza, pero mejor dejo que todo se lleve con calma.—respondí algo serio.

—No suena nada mal.—contesto el león mientras sacaba su celular, ya que comenzó a sonar. —No es nadie importante, de seguro son los de la linea telefónica.

—Deberías contestar en todo caso, a lo mejor es tu padre o alguien importante.—comente.

—Tal vez...,—dicho eso contesto la llamada y comenzó a hablar.

Por lo que escuche, hablaban de asuntos legales, así que me imagine que estaba hablando con el abogado con el cual había contratado para defender a Frank; cuando termino la llamada guardo su celular y me miro.

—Bueno, al parecer Frank se esta haciendo el difícil.—comento algo serio.

—¿Que vas a hacer? ¿Besarlo y darle duro para que se afloje y coopere?—pregunte de manera sarcástica. 

—Si es necesario, si.—río tiernamente algo sonrojado.

—Tu si que vas en serio con Frank, yo apenas me quiero abrir sentimentalmente con Marcus.—dije cruzándome de brazos. —¿Quieres que te acompañe?

—¿Quieres que te acompañe?—le pregunte viéndolo fijamente.

—No gracias, yo me encargo de todo, no quiero que se incomode.—sonrío.

Solo me limite a reír, el también dio una pequeña risa para después tomar algunas cosas y se retiro de la oficina, mientras yo me quede un rato en la oficina hasta que decidí hacer el patrullaje rutinario.

Dos Destinos, Un Amor [Furry/Yaoi](Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora