La casa de placer de los Uchiha -Naruto Fanfic.

Prólogo.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Temari recogía discretamente los cojines de su sala, dos tazas de té caliente en la mesa de centro llenaban la habitación de un olor agradable. En su antigua ciudad no había tenido demasiadas amigas, normalmente estaba muy ocupada haciéndose cargo de sus hermanos como para perder el tiempo en algo tan banal. Al menos eso pensaba antes de conocer a Ino Yamanaka. La rubia era gran amiga de su esposo Shikamaru, con el cual ya estaba por cumplir su primer aniversario. 

Gracias a Ino fue fácil adaptarse en su nueva vida, ella siempre la aconsejaba y la hacía sentirse como en casa cada vez que la invitaba a salidas con sus amigas. Temari tenía buenas amistades, y por eso le devolvería el favor ahora que Ino venía a ella en busca de un consejo.

—De verdad que no entiendo— Ino miraba su taza de té como si fuera lo más interesante del mundo —Estoy segura de amar a Sai, pero siento que soy muy joven para casarme. No he vivido lo suficiente.

—Te entiendo, es normal. Yo también tenía mis dudas antes de la boda— Temari se sentó a su lado en el sofá. Comprendía perfectamente los sentimientos de Ino, la chica tenía miedo de dejar por completo su soltería. Y no era para menos, Ino solo tenía veinte años. Claramente era demasiado jóven para una boda.

—¿Y qué hiciste para dejar tus miedos?— la pregunta de Ino le trajo muy buenos recuerdos a Temari, recuerdos que estremecieron su piel. 

—Bueno, yo quise vivir al máximo mis últimos días antes del matrimonio.

—¿Cómo?

—Fuí a una casa de placer.

—¿Qué?— las mejillas de Ino se cubrieron de un suave tono rosado. Eso era una confesión de su amiga que no esperaba.

—Créeme, es la mejor manera de disfrutar tus últimos días de completa libertad. 

—¿Y cómo funciona?— la rubia se mordió el labio inferior, la idea no le desagradaba. Le parecía excitante y atrevida. 

—Sólo puedes saber de la existencia de la casa de los Uchiha si alguien te lo dice. Como lo estoy haciendo yo en este momento— Ino bebió un poco de su té, dispuesta a no interrumpir el relato de Temari —La casa se divide por pisos, cada semana o cada tes días visitas un piso, en cada uno de ellos te espera un hombre que es capaz de hacerte sentir en el cielo. 

—¿Es seguro?

—¡Por supuesto!— le aseguró —Una condición para adquirir los servicios es decir por quién descubriste la casa. Debes llevar exámenes médicos para prevenir, ellos te darán una lista con cada integrante de la casa, ahí podrás verificar que su estado de salud sea igual de perfecto que el tuyo. 

—Eso me parece bien.

Temari asintió —También puedes elegir un método de prevención de tu preferencia al realizar la cita.

—¿Encerio estuviste en un lugar como ese?

—Sí— la mujer cerró los ojos, aún con una sonrisa en su rostro. De solo recordarlo sus piernas temblaban. No es que no amara a Shikamaru, al contrario, con esa experiencia había reforzado sus sentimientos por el Nara. 

El placer era una cosa muy diferente al amor. Y Temari lo aprendió de esa peculiar manera. Esperaba que Ino también lograra descubrir que vivir al máximo era fantástico, pero tener quién te acompañará por el resto de tus vida era un regalo que muy pocos conseguían.

—Lo haré Temari. 

Ino Yamanaka iniciaría una nueva aventura. Estaba preparada para disfrutar de noches inolvidables antes de unirse a Sai por completo.

Pronto descubriría que no era fácil olvidar los brazos de un Uchiha. 

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