¿Por qué nos complicamos? (DnA#04)

Capítulo 07: La invitación-Parte 2

-<Mochi: Recuerda que a Sawamura, por alguna razón, le gustas, no seas impertinente.> -Leyó, y algo se aclaró por completo en la cabeza de Miyuki.

-Oh... cierto. –Recordó en un susurro, sonrojándose levemente, no sólo por el hecho de no recordar que el pitcher se sentía así hacia él, sino, también, por haberse mostrado así frente a él sin tomar en cuenta los sentimientos del otro chico. –Fue un desliz. –Se excusó consigo mismo, pretendiendo que nada había pasado.

Poco después, cuando por fin pudo calmar su corazón y su sonrojo, Sawamura volvió a entrar al cuarto, ahora preparado para cualquier cosa, algo que, ahora sí para su suerte, no tuvo que afrontar, ya que sólo se encontró con un Miyuki, ya con ropa casual y cómoda, sentado en el escritorio de su cuarto, comiendo.

-Oh, Sawamura. –Le llamó, totalmente calmado, Miyuki, volteándolo a ver y dejando, de momento, de lado su comida; el menor, por el contrario, soltó un respingo y se tensó, viendo hacia quien lo llamó. –Sólo quería decir que lo si... -Planeaba disculparse el mayor, no sabía por qué exactamente, pero sentía que debía hacerlo, y en cambio, fue interrumpido abruptamente por el menor.

-¡No, yo lo siento por mi comportamiento tan extraño, Miyuki-senpai! –Se apresuró a disculparse Sawamura, haciendo una reverencia un tanto exagerada, para, después de escuchar la risa del mayor, enderezarse y verlo con un ligero tic en la ceja. -¿Acaso se te ofrece algo más, o ya me puedo ir? –Preguntó, entre apenado y enojado, Sawamura, haciendo que Miyuki parara de reír y lo viera.

-De hecho, sí.

Después de eso, Sawamura estuvo yendo a todos los lugares de la escuela, recogiendo y llevando papeles que le pedía el mayor, enterándose que, si no había quien lo ayudara, ya fueran las mánagers o los vice-capitanes, que casi siempre era el caso, él tenía que hacerlo solo, en horas de clases o descansos del mismo; por lo que Eijun no se sintió tan mal de estar de un lado al otro, porque sintió que así le ayudó, aunque fuera un poco, a Miyuki.

En cambio el otro chico, aprovechando que tenía a Sawamura para ayudarle, y sin tener idea de que el otro chico estaba bien con ello, hizo que recogiera todos los papeles que necesitaba acomodar y checar para los de nuevo ingreso de una sola vez, para después ponerlo a ayudarlo en lo mismo; aunque lo había hecho para no desperdiciar aquel día, y aprovechándose del menor para no ser él quien después tuviera que ir a tantos sitios, se descubrió a sí mismo disfrutando hacer todo aquel laborioso papeleo con la compañía del ruidoso de Sawamura, haciendo todo el trabajo más entretenido y llevadero para él; ya que, cuando le ayudaban las mánagers, era en realidad todo muy silencioso, pues no es como si fuera cercano a ellas, y cuando le ayudaban los vice-capitanes, terminaban estresándose rápidamente y teniendo una que otra mini-disputa, por lo que terminaba haciéndolo solo, pero con Sawamura, en aquel momento, era diferente.

El menor, queriendo ayudándolo de verdad, se comprometió a tratar de entender todo, aunque fue más laboriosos el explicarle todo de cero al cabeza-hueca de su kohai, después de que lo entendió, fue muy placentero todo el tiempo de papeleo, estando todo el tiempo entre burlas y risas, hasta que dio la hora de la comida.

-Sawamura, ve por la comida. –Le pidió Miyuki, después de haber escuchado gruñir el estómago del castaño menor, ya que éste no había desayunado. –Tráete también tu bandeja acá.

-¿Por qué? –Le preguntó, verdaderamente confundido, Sawamura, que ya se estaba dirigiendo hacia la puerta.

-Para que me sigas ayudando, no creas que te dejaré huir. –Le respondió con una sonrisa divertida, para ese momento Miyuki ya sabía que Sawamura le estaba ayudando porque en verdad quería, así que no le sorprendió en absoluto cuando Sawamura, en vez de gritarle o insultarle diciéndole que era algún tipo de tirano, le devolvió la sonrisa, acompañado de un leve sonrojo.