H A N N A H
-¡Pero papá...!-supliqué, como por séptima vez.
-Hija, tú misma dijiste que no te agradaba la idea de ir al partido, así que todos decidimos comprar entradas para el circo y así estuvieras cómoda, es justo para todos. Que ahora por una extraña razón hayas cambiado de idea no quiere decir que devolveré las entradas, quedaremos mal con el establecimiento.
-Pero tiene que haber una forma.
-Dejaste en claro muchas veces que no te gustaba el fútbol, ¿Por qué cambiarías de opinión? que yo sepa tus gustos son muy selectivos.
Mamá, que estaba haciendo el almuerzo escuchaba con atención, seguramente esperando el momento adecuado para intervenir en la conversación.
-Tal vez podamos hacer algo...-alargó papá esperando la aprobación de mamá.
Mamá se volteó hacia nosotros y entrecerró los ojos.
-Si nos dices por qué cambiaste de opinión-dijo ella.
¡Genial!
Piensa rápido Hannah.
-¿Eso es todo?-pregunté, con duda.
-Si, sólo responde con la verdad e intentaremos devolver las entradas-respondió mamá.
-¿Y por qué tengo que...?-mamá me dio una mirada fulminante, exigiendo una respuesta clara y rápida de mi parte.
-Bien, yo sólo...quiero ir porque las chicas también van, ya saben, Olivia y Elena.
-Mientes-comenta Nicolas, cuando volteo a verlo tiene una sonrisa divertida-eso es por no ayudarme con la hermana de Olivia el año pasado-susurró cuando pasó junto a mí "para lavar su plato".
¿De verdad me las estaba cobrando después de un año?
Mi hermano si que no olvidaba ninguna de mis faltas.
Tranquilo, hermanito, yo tampoco olvido las tuyas.
-¿Por qué mientes?-pregunta mamá con una ceja alzada, como si supiera la verdad, algo me dice que Nicolas tiene algo que ver porque mamá no se enojaría tan fácilmente con esto.
Alcé los brazos con dramatismo-Bien, ¿quieren la verdad?-todos asintieron-Me gusta un chico del equipo de fútbol y quiero ir a verlo.
Al momento en que lo dije me arrepentí, esas palabras salieron de impulso, no debí decir nada.
¡Debiste mentir! una vez al año no hace daño.
Me di una bofetada mental por la cagada que acababa de cometer.
Silencio. Largo e incómodo silencio.
J A E D E N
Estaba en mi habitación, buscando en la vieja confiable (Google) pasos para gustarle a una chica.
-Lee estas indicaciones y todas irán tras de ti.
Me volteé hacia la voz que acababa de leer lo que había en la pantalla de mi laptop, avergonzado tomé una almohada y se la tiré a la cara.
-¿No sabes tocar la puerta Wyatt?-pregunté, enojado.
-Amigo, estás tan perdido, ¿por qué buscas tutoriales?
-Tal vez porque no quiero que pase lo que pasó aquella vez en su casa, ¿no crees?
-O tal vez porque eres muy inseguro, ¿no crees?-lo fulminé con la mirada, el alzó los brazos con inocencia-Bien, no es cierto-Y, ¿cómo estás tan segura de que la volverás a ver?-preguntó, curioso.
No pensé en eso.
¿Y si no iba al partido?
Demonios.
-Bien, no pensé en esa posibilidad. Pero, si va debo estar preparado.
-¿Y que te hace pensar que se acercará a ti para hablarte?-fruncí el ceño y abrí la boca para hablar-Eh, no me digas que tú irás hacia ella porque ambos sabemos que eso no es cierto-la cerré de inmediato, tenía razón.
-No deberías ser tan pesimista, ¿de que lado estás?
-Es que, has sido tan inseguro cada vez que una chica te gusta, ¿por qué no eres tú mismo y ya?
-Porque tal vez no le guste lo que soy.
-¿Y qué con eso? no deberías tratar de agradarle a alguien siendo diferente, si te quiere lo hará por lo que eres en verdad, un flacucho idiota. Además, me agrada como eres.
Ambos nos vimos, y sonreí.
-¿Este es el momento en el que nos confesamos nuestro amor?-bromeé.
-Uh, lo siento Jaeden, pero me gustan las chicas, estarás en la friendzone, perdón.
Reímos y le di una palmada en el hombro.
-Esta parece una platica de chicas Wyatt.
-Entonces debo sentirme halagado, dicen que las chicas son más inteligentes que nosotros, son más...ágiles, no se complican con nada-comenta él.
-¿Y tú crees en eso?-pregunto con curiosidad.
-¿Por qué no? estoy seguro de que cualquier chica en este instante no está en una situación complicada.
H A N N A H
Dios, esto es tan complicado.
¡La estoy pasando mal!
Papá y mamá estaban en la mesa, ambos frente a mí, papá con un café en la mano con un claro desinterés en el tema, pero obvio, como mamá daba las órdenes él estaba allí por obligación. Mamá, a su diferencia tenía un semblante serio, como si fuera un detective a punto de interrogar a un ladrón.
Creo que en cualquier otro hogar estos papeles están invertidos.-¿Por qué nunca nos dijiste que te gustaba alguien?-pregunta papá, después de tomar un sorbo de su café.
-Es que...ustedes nunca me permitieron tener novio, no es mi culpa, ¿okay? cualquiera lo hubiera ocultado.
-Pero no tiene nada de malo, por lo menos a mí podías contarme, sabes que es mamá quien no te permite...-mamá tenía las cejas fruncidas, con una clara expresión de asombro y traición, papá encogió los hombros-Ya lo dije, Hannah ya tiene quince, la edad promedio para tener una relación.
-Me haces ver como la mala en toda esta situación-dice ofendida mamá.
-Lo eres cariño-responde papá.
Yo aguanto una risa y mamá entrecierra sus ojos a lo que cambio mi expresión a una 'seria'.
-Bien. Quiero saber todo, sobre todo. No te juzgaré por ello, sólo quiero saber la verdad.
Suspiré para empezar mi historia, si mamá me pedía sinceridad le tenía que dar sinceridad.
No tengo nada que decir, así que sólo voten.☆
xoxo
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❝Cada Día❞ [Jaeden Martell.]
Fanfiction❝-Pero no soy perfecta. -No necesitas serlo para gustarme, y aún así, eres perfecta para mí.❞ →Contenido totalmente original© →Personajes y acontecimientos totalmente ficticios.√ →Contiene malas palabras.√ →Portada hecha por mí.√ →Esta historia no e...