Año 2000: En algún lugar del mundo.
Hola, que tal, espero que bien.
Me presento, mi nombre es Kaleb... Kaleb Santos, tengo 19 años de edad, nací el día... Bueno eso no es relevante. Quiero creer que se estarán preguntando que me paso.(Nos remontamos al año 1990)
Como la mayoría de las veces, yo acompañaba a mi madre al mercado de mi pueblo, ¿les platique donde vivo? mejor dicho, donde vivía. Yo vivía en Pánuco en el estado de Veracruz.
Seguimos, a mi madre le encantaba ir al mercado a comprar las cosas que necesitaba para hacer de comer; la cocina es su pasión, pero esta vez, fue diferente, mi madre tuvo la idea de enseñarme a ir comprar al mercado, como era tan chico ( 9 años) ella solo me seguía y yo iba seleccionando el mandado.
De repente se escuchó.
-¡Abran paso!, ¡Abran paso!- gritaron unos los médicos.
había ocurrido un accidente, un carnicero se corto 3 dedos cuando intento rebanar una pierna de puerco. Para ese entonces había perdido de vista a mi madre, pero lo que menos me esperaba que en ese trágico momento, una persona me secuestrará.
- ¡Suelta...!- intente gritar pero esa persona me puso un pañuelo en la boca. Digo una persona porque no alcance a observar para distinguir si era un hombre o una mujer, ni tampoco habló.
Me agarró y me subió a un vehículo, en el transcurso al vehículo ya me habían vendado los ojos y amarrado las manos. Pensé - Dios, que me van a hacer- asustado, esperaba lo peor.Encendieron el vehículo y esté empezó avanzar, en el camino escuche a alguien susurrando mientras llamaba a su jefe, no había que ser tan inteligentes para saberlo si este le dijo al primer contacto:
- Jefe, tenemos al Tamagoshi que nos encargó-
no sé que le contestó el Jefe pero esa persona contestó. -Al Sector G-56, Correcto?-.
En menos de 1 hora o quizá algo más de tiempo llegamos al lugar, me desvendaron los ojos de lo que parecía una bufanda roja.
Al bajarme estaba en algo que parecía una Cárcel, había horribles habitaciones, el ambiente era muy frío y además estaba sólo.
Al instante me introdujeron a una oficina o eso creí en ese momento. Sentado de manera imponente sobre una silla de oficina un señor alto y con algo de sobrepeso. Que empezó la conversación;
-Hola pequeño-
-Qué... Qué quieren de mi- Grité lo más fuerte que pude, de verdad no sé de donde saqué las agallas para hacerlo. Estaba muy asustado y enfadado.
-Tranquilo Niño, no te haremos nada malo-.
Obviamente no le creí, me secuestraron y me trajeron lejos, no solo de casa sino de cualquier contacto con el exterior; algo querían de mi.
-Como ya vimos, te estas preguntando porque tú estás aquí- se pone una una sonrisa en su boca.Mi mente no dejaba de pensar en que me podrían hacer, yo creo que como todos en México, un país donde la delincuencia existe hasta en el más mínimo poblado. Nuestras madres o padres nos han platicado o prevenido de estas situaciones, es un tema muy abordado por las noticias, yo recordaba todos los encabezados de los periódicos como "encuentran cuerpo de menor en..." y más terribles.
-Señor yo no hice nada malo- dije sin pensar.
-Quizás tú no, pero alguien más si-.
Yo no tenía ni la más remota idea sobre quién hablaba, así que se me ocurrió preguntar. -Señor, ¿quién es ese alguien más?-.
Se abre un gran silencio en la oficina mientras el señor se me quedaba viendo fijamente de arriba hasta abajo, como si me estuviera inspeccionando para recordar quién era ese alguien más. Hasta que volvió a la conversación
-Me puedes decir, Simón. Más adelante lo sabrás.Instantáneamente después de esa respuesta unos guardias me llevaron a una habitación; mi habitación. Esta era diferente, tenía más lujos a comparación de las demás por las cuales había visto en camino a la mía. Tenía una televisión, sofá, cama, un baño, escritorio y un ropero largo de color negro, pero aún con esos lujos me seguía preguntando. ¿Qué era lo que hacía en ese lugar? y ¿Quién era el causante que estuviera ahí?
Intenté explorar la habitación para matar el tiempo, los guardias solo me dijeron que volverían a la hora de la comida.
El baño era de un tamaño similar al de mi casa, la cama rechinaba un poco y su almohada no era la más suave que digamos.
En el ropero habían siete camisetas de diferentes colores y 3 pantalones verdes camuflados como militares. Unas botas negras de trabajo y unas sandalias azules.
Mientras curioseaba el ropero, entró el guardia.
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Kaleb in the sweet day, after dark
Mystery / Thriller¿En realidad, existe un futuro mejor? Porque digo esto, porque esta historia se inspira de un pasado muy oscuro, Kaleb fue alejado de su mamá cuando era pequeño, todo ocurrió en un mercado a las 9:00 AM. En el municipio de Pánuco, Veracruz, Esta his...