flaming hot cheetos [Park JiMin]

flaming hot cheetos 5

"Cariño, ¿sucedió algo?" me pregunto mi papá al verme en el garage arreglando mi bicicleta.

"No" conteste dándole una sonrisa cálida. "¿Por qué preguntas?"

"¿Iras en bici mañana a la escuela?" Asentí. "¿Y Jimin? ¿Acaso ya se le pasó la fobia por las bicis?"

Hace años no agarraba esta bicicleta y todo por Jimin. Cuando estábamos en secundaria tuvimos un accidente en ellas, después de eso Jimin prefirió caminar a ir en bicicleta a la escuela. Le agarro una fobia fatal.

"Ya no pasaré por el camino a la escuela" dije mientras volvía a poner la bici de pie y recargarla sobre el portón del garage.

"¿Tuvieron una pelea?" negué con la cabeza.

"Se consiguió una chica de la escuela" expliqué. "Son novios así que Jimin decidió que la acompañaría todos los días a la escuela, ire en la bici a la escuela"

"Uhm" murmullo. Se acercó y se agachó junto a la bicicleta, escaneando los rayones que tenía la pintura "Bueno, si volverás a utilizar esta cosa... tal vez deberíamos llevarla a que la pinten de nuevo, tiene muchos raspones en la pintura"

"Bah, así está bien"

"¿Ya revisaste los frenos?" Asentí. "¿Qué hay de las llantas?" 

"Revise y parece estar todo bien" puse la bicicleta de pie y me subí en ella. "¿Puedo ir a casa de Seoyeon?"

Mi papá me sonrió y asintió, saco del bolsillo de su pantalón el control para abrir el portón del garage.

"Nos vemos en la cena" le dije al salir.

Seoyeon no vivía tan lejos, solo unas cinco manzanas hacia el norte pero tomaría el camino largo. Tal vez le daría la vuelta completa a cada manzana.

Me había puesto mis audífonos. Por alguna razón deseé que este momento fuera como en las películas: viendo hacia los árboles y el aire fresco, el olor a primavera. Donde la protagonista encuentra paz en su desastrosa vida, pero ese no era mi caso. Me había roto el corazón a mi misma por amar a mi mejor amigo, quererlo más que a un mejor amigo. No me habían despedido, ni deportado, ni tener que casarme por negocios, ir a prisión. Nada de eso en realidad. Solo un pequeño drama de adolescente, eso es todo. No era el fin del mundo pero se sentía que el mío sí acababa.

Al llegar a casa de Seoyeon, deje mi bicicleta afuera tirada en el césped. Al dejarla caer sonó la campana que tenía en el manubrio.

Uh, creí que estaba roto.

"Ten cuidado"

"¡Mierda! me raspe" camino a la puerta me detuvieron unos murmullos que venían de un costado de la casa. Pare en seco, volteando a ver la esquina de la casa con los ojos muy abiertos. ¿Eso fue aquí o fue donde los vecinos?. Me aproxime a esta misma a paso lento y antes girar, me encontré con Namjoon quien se estaba revisando el antebrazo.

"Uh" murmure. "¿Namjoon?"

"Ohhh wow wow" murmuró un poco nervioso. "Hola Hana"

¿Por qué actuaba tan raro? ¿Por qué respiraba así?... ¡OHHHHH! Abrí los ojos como platos y mi mandíbula cayó un poco.

"Namjoon-ah" susurre. "¿Estabas en...?" señale con mi dedo una de las ventanas del cuarto de Seoyeon.

"Pff, no..." dijo. "Bueno sí"

"¿Saltaste de la ventana?"

"Si"

"Oh por Dios" exclamé y Namjoon me miraba expectante. "Me estás copiando"