Mariposas Perdidas | Louis & Harry

prólogo

     "Las mariposas existen para guiarnos por el camino hacia la libertad." le susurró. "Tú eres mi mariposa, Harry."

     Harry Edward Styles sólo tenía dieciséis años cuando un chico de ojos azules y mechones castaños le susurró esas palabras al oído, provocando que una corriente eléctrica cargada de sentimientos alcanzara su corazón. Sus mejillas se sonrojaron y agachó la cabeza.

     Sonrió como un niño pequeño.

     El chico frente a él quiso abrazarlo y protegerlo entre sus brazos.

     "Las mariposas son hermosas."

     Dicho esto, se acercó, acortando la distancia, y le dio un beso en los labios, robándole el corazón al pequeño Harry, quién aún con los ojos cerrados saboreaba el maravilloso instante que acababa de enviarlo al Paraíso.

     Cuatro años después, a sus veinte años, Harry aún escuchaba a Louis pronunciando esas palabras en su oído cada noche antes de acostarse. Palabras que eran caricias, caricias que eran recuerdos.  

     Ahora la mariposa habitaba en su vientre y Louis la acariciaba con la yema de sus dedos mientras Harry, poco a poco, cerraba los ojos y caía en un profundo sueño, siendo arrastrado hacía la oscuridad en un cálido y deleitoso abrazo.