Eran aproximadamente la 1 de la tarde o eso marcaba el reloj que colgaba al costado de la puerta que olvidé mencionar.
-Hola, hola, es la hora de comer- Entró y me puso una bandeja con comida. Eran piezas de pollo y arroz rojo, incómodo abrí la silla y me senté a comer.
Mientras comía esa persona se sentó al borde de la cama que estaba detrás de mi.
-Hola, no me presenté la primera vez, mi nombre es Gabriel pero me puedes decir Gabo o Gaby como tu quieras- me dijo intentado ser amablemente creo que siendo consciente de todo lo que había pasado. Pensé en no contestar por lo enojado y furioso que estaba. Pero igual sentí que no era su culpa, quizá sólo trabajaba en este horrible trabajo e intenta alivianar mi día.
-Hola, mi nombre es- no terminé de hablar porque él me interrumpió la palabra.
-¿Kaleb, verdad?- Me dijo acertadamente.
-Si, ¿cómo es que sabes mi nombre?- Pregunté intrigado porque supiera mi nombre. Pensé que solo el jefe lo sabría y para los guardias yo sería un niño más que habían traído obedeciendo sus órdenes.
-Una muy larga historia, mejor vamos a otro tema. ¿Cuantos años tienes?- dijo intentando evitar mi pregunta.
-¡Respóndeme!, ¿Cómo sabes mi nombre?-
-No puedo decírtelo-
Automáticamente como si mi cuerpo hubiera activado un mecanismo de defensa agarré el tenedor y lo apunte hacia él
-Si no me respondes no tendré miedo a utilizarlo--Ja, ja, ja- soltó una ruidosa carcajada.
-¿De qué te ríes?- le pregunté intentando pensar que era lo que le causaba risa, estaba apuntándolo con un tenedor, lo que debería tener es miedo no risa.
-Acaso crees que te daríamos un tenedor que podrías utilizar como arma. Todos los utensilios que tengas en este recinto están hechos para no hacer daño físico. Por si querías utilizarlo más tarde, que lo sepas- me guiña el ojo al terminar de hablar.
Miro detalladamente el tenedor y no logro comprender cómo no podría causar daño, así que lo olvido y vuelvo al tema principal.
-¿Me podrías contar la historia?- le pido con un tono amable.
Tarda unos segundos analizando si sería prudente contarme y lo hace
-No lo hago por tu amenaza de hace rato, pero te lo contaré-. -Más te vale- agarro nuevamente y de broma le apunto otra vez con el tenedor.Lo que me contó me dejó con mucha intriga.
Dijo conocer a mi madre incluso haber tenido una muy buena relación con ella. Pero que ella no era el problema, lo era mi padre.
Mi padre a quien ni si quiera conocí o al menos no tengo ningún recuerdo sobre él. Mi madre me había contado que él nos abandonó cuando yo tenía solamente 7 meses de nacer. Nunca me dijo a dónde ni por qué. Así que me pareció más una injusticia, como alguien al que no conocí que aparte abandonó a madre conmigo de bebé.El guardia no reveló que es lo que había causado mi padre para que me secuestraran como último recurso.
Lo que sí mencionó es que hoy no fue el único día de intentar secuestrarme.
En cuanto iba a empezar a nombrarme los momentos donde sus intentos fueron fallidos termina la oración abruptamente ya que había entrado el Jefe.
-De qué hablaban que no me invitan- preguntó imitando un tono de enojo.
-De... de... de nada Jefe, sólo me estaba presentando, verdad, Kaleb?- respondió nervioso
-Eh, Sí, sí solo se presentó- Di como respuesta repentina, ya que tenia miedo y además no quería que fuera castigado por mi culpa; en fin yo era quién lo mantuve quizá más tiempo del que debía.
Quizá sospechando de nuestras respuestas nos lanza una mirada extraña y haciendo que olvida el tema deja varias hojas en mi escritorio. Era lo que parecía ser un horario.Salieron los dos de mi habitación y me puse a husmearlos.
Eran 3 hojas exactamente.
La primera de ellas, la que estaba hasta arriba era un horario de actividades que debía hacer estrictamente cada vez que me tocara. La segunda era una carta donde venían las reglas y demás indicaciones que debía hacer mientras estaba en ese lugar. La tercera era un sobre que contenía un papel, aparentemente era para escribir una carta a alguien. Pero no me habían dado pluma o lápiz para rayarlo. Así que la guardé en un cajón del escritorio.
Después de eso me desvestí y me puse unas de las camisas y pantalones que había en el ropero, luego me dispuse a hacer mis actividades del día.Así pasaron 2 largos y aburridos años. Crecí ahí, en esa habitación, desolado, con la misma rutina cada semana, utilizando ya como uniforme predeterminado una camisa dependiendo el día, pero ahora ya tengo 11 años. Y aun no me han explicado que hago aquí. Me han realizado estudios médicos y experimentales, exámenes y cuánto más cosa, pero no entiendo cual es la razón.
Verdaderamente he vivido muy bien aquí, me mantienen con mis tres comidas diarias, me dan mi tiempo de privacidad e incluso hubo días donde me daban como premios. Sólo que viví con la misma preocupación del inicio. ¿Por qué? Qué es lo que hizo mi papá para que llegaran a hacer esto. Qué no habrán hecho a mi padre antes de venir a recogerme.Como cualquier otro día estaba en horario de patio, tan si quiera el patio era una de las cosas más bonitas del lugar, tenía flores y arbustos impecables, a su alrededor tenía sus canchas de todos los deportes básicos y juegos infantiles como toboganes, columpios y pasamanos por mencionar algunos. Pero ahora con 11 años creo que no son lo mío. Eso sí, aunque era un poco aburrido jugar sólo al baloncesto. En estos dos años he aprendido a jugar y creo que soy bastante bueno.
Pero en ese día todo cambió, a lo lejos vi llegar a un niño y una niña, que por cierto la niña era bonita. Se veían muy tímidos, bueno más que tímidos tenían miedo, como cuando yo llegué.
Tomé la decisión de ir a saludarlos. -Hola, mi nombre es Kaleb, ¿por qué están aquí?- solté la pregunta con curiosidad a ver si venían como yo o por otras razones.
-Ho.. hola, yo.. yo soy Mauricio- contestó el niño tartamudeando.
-No se preocupen no les harán nada, yo llevo aquí 2 años- contesté intentando trasmitirles seguridad. Aunque pensándolo bien, no era un mensaje tan alentador. Que yo llevara dos años les podría plantear una mayor preocupación de no salir de aquí.
-Y tú ¿cómo te llamas?- pregunté mirando a la niña.
-Mi nombre es Andrea- respondió sin mas.
-Ya sé que parezco un entrevistador, pero, ¿cómo es que están aquí?-.
-¿Le dices tú o le digo yo?- preguntó Andrea mirando a Mauricio.
-¡Yo, yo!- constestó Mauricio ansioso de contar la historia.Mauricio acomoda su cabello y comienza a contar
-Resulta que nos escapamos de nuestra casa, porque nuestros papás discutían demasiado, y durante mucho tiempo planeamos irnos... Hasta hoy, cuando íbamos caminado por las calles de Pánuco se acercó una pareja y nos preguntaron si estábamos solos y nosotros no sabíamos que hacer le respondí -Sí, hace unas horas salimos de casa rumbo, bueno, sin rumbo--Suban, los llevaremos a un lugar donde podrán vivir por un tiempo - contestó una mujer.
-Nos subimos al vehículo sin pensarlo, era una camioneta 4x4 negra, y llegamos aquí-
-¿Y tú, ¿cómo llegaste aquí?- terminó preguntando Mauricio.
Mi historia es más oscura que la de ustedes. Comenzando con que me secuestraron en el mercado de la ciudad, había ocurrido un accidente con uno de los mercantes y había mucho amontonadero de personas gritando y corriendo por allí, era todavía un niño cuando sucedió y de tanto movimiento perdí de vista a mi madre, después me vendaron los ojos y me subieron al vehículo, y llegue aquí. Me dijeron que no era por mi culpa, fue por mi papá y de tantas acciones que intentaron para ejecutar su plan de ataque, yo fui su última opción-.
-O... ok- respondió Mauricio sorprendido de lo oscuro que estuvo mi ingreso al recinto.
Mientras platicábamos y jugábamos, se nos hizo la noche. Y todo se puso oscuro, nos pusimos de acuerdo Mau y Andrea para planear escapar de aquí...
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Kaleb in the sweet day, after dark
Mystery / Thriller¿En realidad, existe un futuro mejor? Porque digo esto, porque esta historia se inspira de un pasado muy oscuro, Kaleb fue alejado de su mamá cuando era pequeño, todo ocurrió en un mercado a las 9:00 AM. En el municipio de Pánuco, Veracruz, Esta his...