Idílico 목가적인- KTH & ___- Omegaverse

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Mis párpados me pesaban como plomo, pareciera que mis pestañas están levantando un costal lleno de comida. Finalmente pude abrirlos pero ni siquiera me moví, me quedé ahí ensimismandome.

Hasta que sentí una carga caer en mi espalda, me apoye en mi codo izquierdo con el ceño fruncido para ver de que se trataba. Lo primero que vi fue la brillante insignia de Busan, no tengo que ser bruja para saber que se trata del traje tradicional que se usa en ocasiones importantes. No es un Hanbok, el Hanbok sólo se utiliza cuando todos los Reyes estén presentes.
Significa que los príncipes que vayan a Seoul tendrán que usarlo obligatoriamente.

El traje tradicional de Busan sólo lo había usado como unas dos veces cuando era más pequeña, se supone que los van ajustando a tu edad quiere decir que ya no es el mismo traje que use alguna vez.

JiMin se encontraba parado en el lado derecho de la cama, me deje caer boca arriba para verlo bien; ceño fruncido, brazos cruzados y la punta de su pie golpeando insistentemente el suelo, adorable.

—¿Es que no piensas levantarte?— más que pregunta sonó como una orden.

—Ya voy—Solté en un quejido volteandome a mi posición inicial.

—Nada de ya voy, levántate ahora—Quitó el vestido de mi espalda y me destapó hasta las rodillas.

Fingí un llanto con los ojos cerrados. —No— anuncié alargando la o.

Sentí que la cama se hundió y una respiración en el lóbulo de mi oreja me hizo estremecerme.

—Adiós comida con YoonGi sino te levantas ahora mismo— Susurró en mi oreja y rió silenciosamente.

—No te atreves—Contesté aún con los ojos cerrados, el volvió a reír alejándose de mi oreja.

—Soy Park JiMin niña sabes que soy muy capaz de hacerlo—Y vaya que lo es.

Me incorporé a medias en la cama y le eché una mirada asesina mientras el se encaminaba a la puerta con una sonrisa triunfal.

— Yo también te amo— vociferó mandándome un beso volador y salió de la habitación.

¿Dónde aprendió eso?

Abusara de su poder como mi Omega Leal para atormentarme, pero que frustrante.

Me senté en la cama y vi la puerta del baño, se supone que no tiene vida pero sería más interesante ser una puerta en estos momentos.

Me quité algunas lagañas que molestaban bastante y me levante, le eché un vistazo al espejo admirando mi cabello alborotado, mi ropa arrugada y mis labios resecos tenían un tono rojizo en la comisura, pasé mi lengua por el labio inferior y sentí ese característico sabor a sangre, tal vez mordí mis labios inconscientemente mientras dormía. No recuerdo que soñé.

Me di un estirón y me adentré al baño; revolviendo aún más mi cabello con la mano, había tres candeleros con las velas ya prendidas. Abrí las llaves de la tina y empecé a desvestirme doblando mi ropa en el proceso, necesitaba un poco más fría el agua de lo habitual para despabilarme.

Ya desnuda moderé mejor el agua y me metí a la tina hasta que sólo quedó de mi nariz para arriba afuera, abrazando mis piernas contra mi pecho, la emoción me carcomé por dentro pero lo que reflejó es miedo al saber qué seré juzgada apenas y de un pasó dentro del castillo de Daegu.

No, no dentro del castillo de Daegu simplemente al entrar a Daegu.

Heché mi cabeza hacia atrás suspirando al mismo tiempo y dejé de pensar en eso para arreglarme correctamente porqué al ser tan distraída soy capaz de empezar a lavar la llave de la tina que a mi cuerpo.