Los días pasaban y las preocupaciones aumentaban para Namjoon, quien era el líder del grupo surcoreano mas influyente del momento. Las cosas se habían vuelto un poco alocadas desde hace un par de años, pero nunca pensó que fuera a pasar los limites de su cordura o salud mental.
Las fechas de la nueva gira aumentaban con facilidad, las presentaciones en diferentes países para promocionar su nuevo álbum no dejaban de salir, las marcas que debían representar se duplicaban y las invitaciones a premiaciones eran mas de las que hubieran soñado en algún momento. Toda esta responsabilidad caía sobre los integrantes del grupo, aunque desde el principio eran conscientes de que todo esto ocurriría no pensaron que el impacto iba a ser tan grande.
Aun así la mayor responsabilidad se instalaba en los hombros del líder.
Kim Namjoon era la voz de la razón de seis chicos pisando la cima, era quien ponía los limites algunas veces y a quien se le llamaba para dar respuestas sobre algunas cosas.
Al principio esto no fue un problema, podía lidear con ello, pero luego de que la prensa lo atacara incontables veces por ser un "débil", comparándolo así con otros lideres de la industria, sus dudas crecieron. No estaba seguro, no sabia si estaba haciendo bien su trabajo, tampoco sabia si era el indicado para ese puesto y esto lo había puesto extremadamente tenso.
Sus músculos tensos, su rostro firme, su mirada afilada en algunos momentos y su voz gruesa sin signos de debilidad. Esto lo dejaba agotado. No paraba de sentir que ni siquiera podía brindarse un momento para respirar, para poder ser un humano normal con debilidades. Siempre debía verse como un líder innato; fuerte e imponente, como el cabecilla de algo.
O así era hasta que se rodeaba de esa aura suave que desprendía el mayor de sus chicos, Seokjin.
Cuando estaba a su alrededor dejaba de ser la fuente de liderazgo para convertirse en un pequeño bebé mimoso. Un pequeño niño en busca de atención y amor.
¿Como empezó todo? No lo recordaban... tampoco era algo completamente importante, solo estaba sucediendo sin siquiera notarlo, ese era el pequeño detalle que importaba.
El reloj que llevaba en su mano derecha marcaban las 3:50 de la tarde. Había sido un día asfixiante y el chico de piel bronceada se encontraba molesto, lidear con las exigencias de la empresa y las señalaciones de la prensa era exhaustivo. Se recostó de la puerta en cuanto la cerro tras de si, las voces de los chicos resonaban por todo el lugar dándole la bienvenida a su hogar.
Su hogar junto a sus chicos.
—¿Que haces ahí parado siendo raro?— la voz estruendosa de Seokjin entro por sus oídos creando una sensación de calidez.
Definitivamente estaba en casa.
Lo visualizo, su cabello morado un poco desteñido, sus pestañas tupidas y oscuras, sus pómulos luciendo orgullosos,sus cachetes sonrosados debido a las risas que seguro no paro de soltar desde hace un rato, los labios carnosos y atrayentes. Lo observo por lo que pareció una eternidad, pero solo fueron un par de pestañeos de su parte.
—¿Te encuentras bien?— la voz del mayor se suavizó, como acostumbraba a hacer en momentos como aquel, en los que trataba de descifrar si el líder había tenido un buen o mal día.
Namjoon solo alcanzo a asentir antes de sujetar las llaves con mas firmeza en su mano y caminar hasta la cocina por un vaso de agua helada.
'Definitivamente fue un mal dia' se respondió a si mismo el mayor de los Kim.
ESTÁS LEYENDO
The group leader is a cuddly baby | jinnam
FanfictionPodía ser un pequeño bebé mimoso en los brazos de Seokjin todo el tiempo que fuera necesario. Ya luego tendría suficiente tiempo para ser un líder con ímpetu y determinación. « » The group leader is a cuddly baby.« » ↳Soft...