Book I. Bloody Secrets (IzukoxMomo) BNHA.

New Life

Había buscado en todas partes, inclusive en las agencias menores y menos populares. Nada. Aún no había nada, nunca pensó que buscar un trabajo seria tan difícil. Se había levantado a las ocho de la mañana, cuando lo hizo se dio cuenta que Izuku ya no estaba a su lado, supuso que fue a ver a su madre antes de ir a buscar el también un trabajo, tomó una ducha rápida y refrescante, se había cambiado, preparándose debidamente para empezar su día, su desayuno había sido algo ligero pero apetitoso. Cuando abandonó el departamento, camino por las calles hasta llegar a la parada del metro el cual tomó. Su búsqueda de trabajo había iniciado muy temprano. Eran las cuatro de la tarde y se encontraba en una banca de un bello parque de cerezos, los cuales aún no florecían. Llevo una mano hasta su frente, necesitaba algo que la sosteniera, no tendría el valor de ver a su madre a lo ojos si fracasaba, ya se imaginaba lo que le diría. Es solamente el primer día, no podía... Simplemente no podía rendirse.

-¿Llevas mucho tiempo esperandome?-

Sonrió al escucharlo - Solo un poco -

Se acercó a ella, se sentó a su lado y le dio un beso rápido en los labios -¿Como vas hasta hora?-

- Estoy segura que han ávido mejores días - miro sus manos como si fueran lo más interesante del mundo -¿Y tu? ¿Tu búsqueda ya termino?-

El peliverde respiro profundamente - Algo así. Tsuragamae-san me ofreció un puesto en su fuerza -

Momo se giró a verlo con el ceño fruncido - Eso es bueno pero... Izuku tu has hecho lo imposible desde que iniciamos la UA para ser un héroe no un policía. ¿Eso es lo que realmente quieres?- pregunto preocupada por las decisiones del peliverde.

El se mantuvo en silencio, mirando hacia el pequeño lago de patos frente ellos. Quería muchas cosas, pero no se podía tener todo sin sacrificar algo y el... El definitivamente no estaba dispuesto a sacrificarla a ella - Quiero lo que nos mantengamos juntos - susurro.

- Que estas...

El se puso de pie y le extendió su mano con una sonrisa confiada y calmada en su rostro - Vamos a casa -

Ella aceptó su mano, muy en el fondo sabía que el le ocultaba muchas cosas pero no podía obligarlo hablar. Ambos se mantuvieron en silencio en el transcurso del auto hasta su nuevo hogar, en cuanto llegaron ambos se dirigieron al departamento ella abrio la puerta y entraron. Pronto sintió como el la tomó de la cintura, mientras sentía las manos del peliverde viajar desde su cintura hasta su cadera, cerro lo ojos disfrutando del tacto.

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Siempre lograba ponerse nervioso en la presencia de su maestro era algo que pese los años no desaparecía, aunque comenzaba a creer que con los años más bien crecía. Habían veces en que se preguntaba si al envejecer luciría igual a su maestro, la verdad era que la idea no le molestaba en absoluto para el seria todo un honor envejecer de la misma manera honorable que su maestro.

- Toshinori - el hombre de tercera edad camino hacia su discípulo con ayuda de su bastón - Los tiempos ya no son los mismos, muchas cosas han cambiado. Yo ya no soy tan joven como antes - se sentó a lado de su discípulo -¿Ahora entiendes a Majime?-

El rubio antes conocido como el héroe número uno pasó sus manos sobre su cabellera rubia - Usted siempre lo supo - no era una pregunta era una confirmación.

- Yo fui quien le recomendó no decirte, eras tan joven, estabas iniciando tu carrera. Tu destino estaba trazado estar con ellas era condenarla. La historia simplemente se volvería a repetir - hablo el hombre a la vez que lo miraba atentamente -¿Me odias por ello?-