El comienzo del fin

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N/A: Quiero agradecerle muchísimo a mi amiga del alma Andrea Zazueta, ella leyó el primer capítulo y me animó a seguir, la quiero mucho. Bueno, disfruten, ojalá y les guste. Aun no sé cuantos capítulos serán, pero espero que muchos.

Blaine Devon Anderson siempre había sido un adolescente ejemplo.

Estudiaba su último año en William McKinley High School. Tenía muchos amigos; estaba en el Club Glee; era presidente estudiantil y salía con el muchacho más guapo de la escuela y capitán del equipo de las Cheerios.

Sus padres, Meredith Anderson y George Anderson, estaban orgullosos de él. Su madre era la que todos querían, aceptaba su homosexualidad, le daba consejos, estaba siempre para él, era la base de su familia. Su padre aceptaba su homosexualidad o al menos eso aparentaba, y le demostraba cuan orgulloso estaba de él. Los padres de sus amigos deseaban que fuera su hijo. Ser feliz quedaba corto. Era la persona más feliz del mundo.

Pero no supo cuando acabo toda esa felicidad ... No recordaba el día en que todo se había venido abajo. Tal vez fue hace 2 años, el día en que su madre decidió suicidarse y dejarlo solo. O tal vez cuando su padre empezó a tomar y reveló su verdadero yo, empezando a darle golpizas por ser gay. O a lo mejor cuando decidió dejar de ir a la escuela, y a causa de eso perdió a sus amigos, y al que creía era el amor de su vida. O probablemente cuando empezó a sentirse deprimido. O cuando de repente una voz en su cabeza le decía que hacer, pero nunca eran cosas buenas, nunca. Nunca supo cuando la vida se empezó a burlar de él.

Pero sobre todo no supo el momento en el que según el juez, agarró el cuchillo y empuño a su padre mientras este estaba tirado borracho en su despacho. No escuchó cuando su padre le pedía que se detuviera. En momentos sólo escuchaba una voz en su cabeza que le decía que su padre debía morir por ser el bastardo que es, por golpearlo diariamente, por encerrarse en el alcohol, por eso y más, debía morir. Blaine quería detenerse, pero alguien no lo permitía, esa maldita voz que escuchaba desde hace 2 años; después volvía a esos trances que hacían que no supiera lo que pasaba a su alrededor. En los que su cuerpo y mente reaccionaban sin que él pudiera controlarlo.

Reaccionó en el momento en él que su padre estaba tirado en el suelo, con golpes en la cara, probablemente varios huesos rotos y una gran mancha de sangre debajo de él. Blaine no sabía a ciencia cierta que había hecho, sólo escuchaba a esa voz de nuevo.

Bien hecho Blaine, ya no podrá volver a lastimarte, ya no...

"¡¿Qué has hecho?! ¡Maldita sea, que ha pasado!", Blaine dijo con voz alta y cortada, comenzando a llorar.

Blaine Devon Anderson se preguntó como había llegado a ese punto en su vida. El punto en el que su madre se había suicidado, el punto en el que mató a su padre y el punto en donde estaba en su habitación, arriba de una silla y pasando una cuerda por su cuello. Esperando el momento adecuado para dar un paso fuera de la silla y morir. Blaine contó hasta tres.

"Perdón papá, lo lamento tanto..." susurró Blaine con los ojos húmedos. "Uno.. dos.. tres..." Y Blaine dejó caer su cuerpo.

No reacciono cuando llegó la policía y lo desató de la cuerda, no supo cuanto tiempo estuvo colgando de la soga. Maldijo a los policías por haberlo salvado. No sabía como se habían enterado, pero a juzgar por la gente que estaba en la calle a la hora en que lo sacaron con las manos esposadas sobre una camilla de hospital, creyó que algún vecino había reportado los gritos de auxilio de su padre o sus incesantes gritos de arrepentimiento.

Blaine, ¿vas a dejar que te hagan esto? ¿Quieres que te ayudé a matarlos a ellos también? Estoy seguro que un maldito marica como tu no será capaz.

Blaine escuchaba la voz en su cabeza, tratando de no hacerle caso y no perder el control. Esta seguro de que lo llevarían ante un juez, y estaba más seguro que lo mandarían a la cárcel, ya que no sabía nada de lo que había pasado mientras mataba a su padre.

Él sólo quería volver a su vida de antes, donde él era feliz. Donde sus padres lo amaban. Fuera a donde fuera Blaine, lo único que pedía era un rayo de esperanza, algo que lo ayude a callar a su cabeza. Algo que le demuestre que no todo esta perdido.

Las voces dicen que eres el amor de mi vida (Klaine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora