Capítulo 6

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Narra Demian

La noche, callada y silenciosa. Fría y oscura. Éste era mi hogar por las noches. Nadie conocía este lado de mí, nadie me conoce cuando estoy furioso, ni cuando debo hacer el trabajo.

Todos piensan que yo soy uno de esos niños buenos, pero se equivocan...

Saqué las llaves de mi camaro del bolsillo izquierdo de mi pantalón y entré en él. Abrí la guantera que se encontraba en el lado del copiloto y agarré mi arma de 22 mm. para guardarla en la cinturilla de mis pantalones, también agarré una bolsa de color negro de allí y la guardé dentro de mi chaqueta de cuero negro. Encendí el coche, procurando no hacer mucho ruido aunque fuera imposible y arranqué para alejarme lo más que podía de mi hogar.

Los caminos de tierra y piedras hacían que el auto se llenara de polvo y se ensuciara, aunque no me importaba demasiado. Lo único que tenía en mente era ir donde los chicos y yo nos habíamos acordado en juntarnos, a las 2:30 am. En el mismo callejón de siempre por la calle 714 de Camp Street. Debíamos reunirnos para así terminar de entregar algunos de los pedidos y terminar un ''pequeño'' trabajo.

Sonreí para mis adentros. Vería la cara de ese bastardo cuando le apunte con el cañón de mi pistola sobre la cien para acabar con su patética vida. Por un momento, recordé el miedo que veía en los ojos de Rei cada vez que me acercaba a ella; un miedo profundo, terror.

Cuando ví su moretón en su pómulo me extrañé demasiado. ¿Qué le habrá sucedido? Esta tarde, cuando me la encontré sentada bajo ese árbol, no logré ver si aún lo tenía, por lo que era más que seguro que había intentado ocultarse las marcas. También fue extraño habérmela encontrado sola, casi congelada, bajo ese árbol en medio de una gran ventisca y cuando me contó lo sucedido, no le creí. ¿Haberse perdido?

Negué para mí mismo. Encendí la radio en cuanto salí de los caminos de tierra y pasé a los de cemento. En la radio que tenía puesta estaban dando ''Demons'' de Imagine Dragons.
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Llegué a la 714 Camp Street y luego de estacionar y apagar el motor de mi polvoriento auto, bajé con la bolsa de plástico negro y caminé hasta adentrarme en la oscuridad del callejón. Al llegar a una puerta verde, giré el pomo y entré. Respiré el aire con olor a cigarro.

Ya deben estar todos aquí.

Me adentré más a la construcción que usábamos como base. El lugar estaba abandonado y nadie sospechaba de que nuestro paradero era este lugar. Entré a la sala y vi sentados en el único sofá gastado que había allí a los chicos Rubeus y a Zafiro, uno al lado del otro mientras ambos fumaban que sé yo qué cosa. Ambos tenían 21 años, eran los menores aquí con esa edad. Rubeus tenía el cabello rojizo hasta la altura de los ojos, despeinado. Zafiro de ojos azul y Rubeus de ojos mieles. Los ambos medían 1,80, los que le daba una edad mayor a la que tenían.

A su lado, estaba Darien Chiba, el líder y el mayor de nuestra banda llamada ''The Black Moon'' (La Luna Negra). Tenía 25 años y medía casi los dos metros; 1,97 para ser exactos. Cabello negro, tez blanca y ojos azules, atraía a chicas por montones. El vivía en Italia con sus padres pero por problemas económicos tuvieron que venir a este país.

Y parados a los lados del umbral de la puerta que llevaba a una habitación, estaban Seiya, Rubeus y Zafiro. Seiya tenía cabello negro y ojos del mismo color. Un rostro fino y respingada nariz, pero aún así las chicas lo encontraban atractivo. Era un poco más bajo que yo, al igual que Zafiro. Seiya tenía 19 y era Canadiense, pero se escapó de la policía allí y llegó aquí, donde lo integramos a nuestra pandilla.

Sálvame (Adaptación Rei/Diamante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora