Capítulo 7

82 15 1
                                    

Narra Rei

Unos golpes en la puerta de mi habitación me sacaron de mi sueño. Abrí los ojos mientras suspiraba de una forma cansada. Estaba enredada entre las sábanas de un grueso algodón y varias colchas. Jamás había dormido tan bien en mi vida. Vi como la puerta se abría y del umbral de esta aparecía Hotaru. Su cabello era de un negro muy intenso y sus ojos igual. Tenía puesta sobre los hombros una bata de color morado, con la imagen de flores a un lado. Caminó hacía mi de una forma lenta, como si pensara que la echaría hacia afuera. Miré la hora del reloj que estaba en una pequeña cómoda a un lado de la cama:6:11 am.

Era temprano, pero con el cielo nublado y aún nevando ya de una forma mas lenta, parecía como si aún estuviera de noche. Me senté en la cama mientras sentía como Hotaru se subía al lado desocupado de la cama matrimonial y bostezaba.

—¿Qué sucede, Hotaru?

—Es que... Tuve una pesadilla y quise ir con mi hermano, pero no despierta, como siempre... —hizo una pausa, su voz cansada y apagada—...luego fuí con mis papás, pero estaban dormidos muy cómodamente y siempre los despierto a esta hora, no quise molestarlos —la pequeña parecía apenada y avergonzada por el hecho de que me haya despertado sólo a mí, aunque no me importaba demasiado.

Abrió su pequeña boca para continuar, pero yo la interrumpí.

—¿Quieres dormir conmigo hasta que amanezca por completo? —le pregunté.

Asintió, mientras un leve rubor se posaba sobre sus mejillas. Sonreí, era tan inocente. Abrí las colchas y ella se metió dentro de la cama a mi lado. La cubrí como mi madre solía hacerlo conmigo para luego acurrucarme yo. Ella acercó su pequeño cuerpo para abrazarme, de inmediato me tensé un poco. ¿Me golpearía? Me reí yo misma por esa pregunta tan tonta. Era muy pequeña y solo necesitaba compañía.

La abracé también y acomodé mi cabeza en la almohada de plumas para luego cerrar los ojos y dormirme, al igual que Hotaru.

.

.

.

.

—Demian... Despierta cariño.

Demian se despertó por los llamados de su madre. Abrió con pereza los ojos para encontrarla a ella con una sonrisa en su rostro. Se sentó en la cama mientras se pasaba las manos por el rostro para intentar saciar el sueño. Se despeinó el pelo y miró a su madre.

—¿Qué sucede, mamá?

—Ven conmigo, cariño. Quiero que veas algo —sonrió. Se levantó y caminó.

Demian suspiró, se levantó y caminó atrás de su madre.

Solo dormía con unos pantalones de franela y nada arriba. Él chico de cabellos blancos acostumbraba a pasearse así por la mañana antes de ducharse y vestirse. Su madre lo esperó frente a la puerta en donde Rei se quedaría por esa noche. Extrañado, Demian caminó hacia ella.

La puerta estaba abierta, lo que dejaba a la vista la habitación por completo. Entraron los dos y Diamante logró ver a Rei abrazada de una forma realmente cariñosa con Hotaru, quien también lo hacia con ella. Ambas durmiendo profundamente.

—De seguro que Hotaru tuvo una pesadilla y vino con Rei. ¿No es tierno? —dijo con una leve y silenciosa risa su madre.

Demian se quedó en silencio observando aquella tierna escena, lo que le produjo una sonrisa. Su hermana y Rei abrazadas durmiendo. Miró la hora de la mesita al lado de la cama matrimonial: 10:49 am.

—Creo que deberíamos despertarlas, ¿no? —preguntó.

—Si, iba a despertar a Rei y me encontré a Hotaru aquí.

Miró como su madre se acercaba al lado de Hotaru y se sentaba allí. Le acarició el hombro y comenzó a susurrar su nombre hasta que la pequeña de su hermana despertó con pereza. Miró a su madre y se separó de los brazos de Rei, provocando así que ésta se despertara. Ella se sentó en la cama mientras miraba como la madre de Demian cargaba a Hotaru y salía de la habitación, sin antes decir un ''Buenos días'' dirigido a Rei.

Demian se acercó a Rei y se sentó donde antes había estado acostada su hermana.

—¿Cómo amaneciste? —le preguntó.

—Bien, supongo... —murmuró la platinada.

Ella lo miró y se encogió de hombros, para luego desviar algo avergonzada su mirada.

—No importa que yo haya dormido con... Hotaru, ¿cierto? —preguntó a Demian.

Él la miró extrañado y confundido. Sacudió la cabeza mientras sonreía.

—No, claro que no, Rei. ¿Porqué me preguntas eso?

—Uhm... Yo... Curiosidad —mintió la chica.

La verdad es que Rei le había preguntado aquello para saber si –quizás– él la golpearía por haber dormido con su hermana y Demian logró ver nuevamente su miedo a través de sus ojos, por más extraño que sonara. Necesitaba aclarar sus dudad.

—¿Te puedo preguntar algo, Rei?

—Uhm... Si, claro.

—¿Por qué Ojo de Tigre, ayer en el almuerzo, te tocó así? —preguntó.

Detrás de todo, Diamante sentía un enojo profundo al verla ese día tan indefensa, mientras intentaba alejarse de aquel imbécil de Ojo de Tigre. Cuando le apretó el moretón de su mejilla, Demian había logrado ver como Rei ponía una mueca de dolor, por lo que él no había sido nada cuidadoso con ella como para deducir que si eran algo. Esperó, expectante, la respuesta de la chica.

—Y-yo... Uhm... Él... —cayó. Bajó la cabeza para así evitar mirarle a la cara.

Demian la miró, sin saber que decir o hacer. Necesitaba respuestas, y por alguna razón sentía una extraña necesidad de cuidar a esta chica que, por casualidad, llegó a su casa cuando más lo necesitaba. Agarró con delicadeza el mentón de la chica para así obligarla a mirarle. Sonrió cálidamente mientras negaba con la cabeza.

—No importa, Rei. Déjame preguntarte algo más fácil, ¿alguien más te hace eso en la escuela?

Lo miró por unos leves segundos antes de volver a desviar la mirada y bajar con sus manos la mano de Demian. Algo apenada, asintió débilmente...

Sálvame (Adaptación Rei/Diamante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora