Se acercaba mi primer cita con una estrella del espacio sideral.
Me encontraba mirando el reloj y de reojo la ventana, a ver sí así podía hacer que las horas volarán y que al fin la noche se acercará.
Antes para mí la hora era poco cuerda y estupida, y saben ¿qué?, me equivoqué.
Comprendi que la hora, así como es rápida y ordenada, también es lenta y eterna.
Pero en ésta ocasión la odié porqué no avanzaba el tiempo, pero cada segundo que transcurria quería que no avance y que vaya más lento.¿Ahora quien es el poco cuerdo, yo, o la hora?.
Quizás desde un principio tendría que haberme quedado con que la hora es todo, o tan solo es "una simple unidad de tiempo". Pero gracias a esto la noche por fin calló.
Quizás la estrella no confiaba en alguien la había elegido sabiendo que existen 300.000 millones de estrellas en nuestra via láctea.
Que el interés que le tenía solo era superficial y que solo me gustaba... mirarla desde la tierra.Pero el día de la cita, la estrella se esmeró buscando en su edad y juventud, un color que que haga juego con su luz.
Preguntándose si no es muy formal el vestido para usarlo un día como hoy.
Se puso el gas con el mejor aroma que tenía para poder agradarme, y mientras tanto yo preparaba dos elementos ligeros que le iba a obsequiar.
Un regalo que yo sabía que la iba a llenar de energía, causando que brille y se caliente, yo sabía que podría quedar ciego pero, me gustaba la idea, de que lo último que iba a ver eran sus ojos.
Pero después de eso, me preguntaba a cada momento de que tema le iba a hablar.
Quizás le contaría que en la tierra, el dolor más grande es perder a un ser querido, y que el dolor se agudiza más cuando abrimos los ojos dandonos cuenta que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, que al amor lo perdemos por el tiempo, que momentos así solo deseamos con nuestra vida volver el tiempo atrás, que enamorarse es el sentimiento más lindo que sentimos pero también puede ser el más doloroso, que en la tierra existen diferentes religiones y que la mía es la más odiada por el Ateo.
Como voy a impresionar a una estrella que tiene más brillo que yo; a la que le dijeron que a simple vista era imposible que pudiera conceder un deseo y que con un pedacito de ella creo la estrella fugaz y demostró que no era verdad.
Que en la tierra cuando nos casamos nos dicen que hasta la muerte nos separé sabiendo que si nos encontramos con esa persona en otra vida la amariamos igual y que lo que firmamos no era verdad.
Le contaría tantas cosas a la estrella, quizás solo le diría que nunca deje de brillar, o tal vez le diría que vi más que una esfera circular de gas caliente y brillante.
"MI AMOR ES UNA ESTRELLA"