ONE.

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Había pasado cuatro años desde la última vez que se habían visto y dos años desde la última vez que habían hablado, pero quizás esa última conversación no pueda considerarse una conversación del todo, pero todo cambia al obtener el número del que fue su primer amor, esa clase de amor que aun te hace sentir nerviosa.

Katherina está en un buen momento tanto laboralmente como personalmente aparte de estar cerca de dar un gran paso en su vida, pero algo la tiene intranquila, nerviosa y ansiosa, ella siente que hay una parte de su vida a la cual no le ha puesto punto y final y necesitaba cerrar esa etapa en su vida de la mejor manera posible.
Desde hacía dos semanas tenía el número de teléfono de Jesús, gracias a su mejor amiga, ella aún mantenía contacto con él, con su primer novio, su mejor amigo en aquellos momentos donde eran solos unos jóvenes terminando la adolescencia, con él había descubierto lo que era el amor y más. La idea de llamarlo no se salía de su mente, ya mente había imaginado muchos escenarios tanto en los que él le colgaba el teléfono, le decía que eso no era necesario como aquellos en los que él le decía que sentía lo mismo, que podían verse. Ella solo necesitaba una noche para sentirse tranquila, para cerrar aquella historia, pero no se mentía, tenía miedo de lo que podía pasar, ¡Al carajo! Pensó y marco el número, estaba preparada para la peor de las respuestas, así que no le importó, tenía que hacerlo si quería sentir que por fin eso había terminado y poder avanzar como quería.

- ¡Hola! - dijo nerviosa pero segura.
Al otro lado estaba un Jesús, algo ocupado e impresionado que un número desconocido lo llamara pero al escuchar esa voz en particular, se sintió muy sorprendido por aquella llamada, pero algo ansioso por conocer el motivo detrás de esa llamada- Hola, Kat - pronunciar su nombre siempre causaba una sonrisa especial en su rostro, una de esas que solo se guardan para ciertas personas, ciertos sentimientos y recuerdos y Kat era una de esas personas que aunque pasaran los años él nunca podría olvidar u odiar, solo desear felicidad una que aunque no fuera a su lado, él siempre la desearía y tendría presente porque así era el amor, no espera nada a cambio y el no esperaba nada de ella, solo su felicidad.

- ¡Me contestaste! ¡Yes! – Dijo Kat para sí misma, pero en voz alta. – Tu siempre pensando en voz alta, algunas cosas nunca cambian. – Dijo Jesús imaginándose la cara sonrojada de Katherina al escuchar esas palabras. - ¿Cómo estás? ¿Estas ocupado? – Preguntó Katherina. – Muy bien, sorprendido por esta llamada. No estoy ocupado para ti pero ya sabes que siempre hay algo que debo hacer. Aunque me encanta hablar contigo, ¿Por qué me estás llamando? La última vez que hablamos no nos dijimos mas de diez palabras. – En ese momento Katherina se puso mas nerviosa, no sabia como decirle a ese hombre que tenia al otro lado del teléfono que necesitaba verlo una vez más, hablar un poco mas del pasado, que ya no era la joven inmadura que lo había terminado su relación pero aun así sentía que ella había tomado la mejor decisión en aquel entonces.

- ¿Nos podemos ver? Solo serán unas copas de vinos, en el lugar mas tranquilo que tu escojas, pero solo déjame hablar contigo una vez más. – Le pidió una calmada Katherina, Jesús no lo dudo mucho, el añoraba verla una vez más, ver en la maravillosa mujer que se había convertido lejos de él, pero aun así Jesús sabía lo que ella seria antes de que ella incluso lo sospechara.

- Si, si podemos – Le decía a Katherina mientras le hacia señas a su asistente que dejara su agenda libre desde el viernes en la tarde hasta el lunes en la tarde, él tenia un mejor plan en mente para ellos, aunque sospechaba que ella no estaría de acuerdo al principio, la conocía bien y sabía que después aceptaría - ¿Qué te parece el viernes, a las 7:00 PM en el aeropuerto? – Se quedaron en silencio, por un momento Jesús pensó que ella diría que no, pero se escuchó algo del otro lado de la línea pero él no entendió que decían – Esta bien, ¿A dónde vamos? – Esbozo una sonrisa, no esperaba que aceptara con tanta facilidad, pero no se quejaría de su buena suerte. - ¡Vamos a la playa, regresaremos el lunes en la mañana! – Silencio por un momento, lo que para Jesús parecía una eternidad para Katherina solo fue un minuto dándole instrucciones a su asistente de cambiar sus citas para la semana siguiente y ya lo demás vería como se solucionaba - ¡Nos vemos el viernes a las 7:00 PM! ¿Necesitas algún número o algún dato? – Pregunto Katherine. – No Kat, aun se me tus datos, si necesito algo, te llamare directamente. - ¡No lo olvides el viernes te estaré esperando! ¡Ah! ¡Por favor, no le digas a tu madre a donde vas y menos con quien! – Colgó, Katherina no sabía que estaba conteniendo la respiración hasta que sonó el aviso de que la llamada había sido terminada, cuatro años habían pasado, cuatro años sin verle y evitarlo pero con una simple llamada sus piernas temblaban no se imaginaba como iba a hacer para estar todo un fin de semana con ese hombre en una playa que dudaba que fuera publica, por lo momentos lo alejaría de su mente, para poder ver que haría para no estar disponible todo un fin de semana.- 

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⏰ Última actualización: Jul 28, 2019 ⏰

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