JOSH.

"La tumba entre su seno un cadáver guardó."
Rubén Darío.

Silencio...

No entendía nada...

Ya no había ruidos...

Nada de voces...

No veía a mis padres...

Ni a mis hermanos...

A mis sobrinos...

Abuelos...

Tíos...

NADIE.

Estaba solo en medio de un bosque.Miraba a los lados y solo podía ver árboles de grandes alturas que me rodeaban.Si caminaba volvía al mismo lugar.Si corría llegaba a ver,a lo lejos,los mismos árboles,por más que fuera en otra dirección.

Grité...Y nadie me escuchó.

Lloré...Y nadie me consoló.

Estaba solo y no sabía porqué.

Miro mi ropa y tengo puesto dos prendas...Y mi ropa interior.Una remera negra,gastada por el correr del tiempo,un pantalón vaquero,con roturas,casi descolorido y en mis pies...nada.Estaba descalzo pero no tenía frío...no,no había frío ni calor y tampoco una brisa que me golpeara la cara.

Creía que era un sueño...

Una pesadilla...

De pronto una voz me hizo estremecer de pies a cabeza.Una luz se hizo notar en lo más profundo de ese bosque.Cuando tomé valor la seguí y esta me guió hasta un gran árbol de moras silvestres.Amo esas cosas.

Miré fijamente el árbol y,detrás de el,me encontré con un pequeño pedazo de roca en el suelo,no muy bien enterrada.Recordé ese lugar y esa roca así que no dudé en dar la vuelta y estaba dispuesto a sentarme porque,tal vez,Cristián me trajo aquí cuando salimos de una disco y,como siempre me ocurre,me olvido de todo por culpa del alcohol...Pero me di cuenta de que la roca tenía algo...No,no era la misma en la que me sentaba por horas a conversar con Cristián,con su cabeza en mi pecho,y ver el sol caer y dejar hermosos colores a su alrededor.

- NO...NO...ESTO...EEST...ES MENTIRA...¡NO ES REAL!...¡NO!...¡YO NO ESTOY MUERTO!...NO...no...no..nn.

No hablaba porque comienzo a llorar...Esa piedra dice mi nombre...Dice mi apellido y cuando nací...Y cuando morí.

- Hey...tú...- la misma voz.- mira a tu alrededor.- levanté la mirada del suelo y dejé que mis ojos,llenos de lágrimas,se abrieran lentamente.

Estaba en una carretera.Sabía donde estaba pero...algo no encaja en todo...No había autos...Ni personas...Ni ruidos...Nada...solo yo y de espaldas la entrada a mi ciudad.

No esperé más y me aproxime hasta la calle que conduce al interior de donde yo vivo.

Todo estaba en silencio.

Las casas tenían sus ventanas y puertas cerradas,como si se tratase de la hora de la siesta.

Quería ver mi reloj pero...no lo tenía...ni mi collar de la amistad que me dio mi amiga.Era extraño...no tenía tampoco mi anillo.Fue entonces que recordé la roca en aquel bosque.Una lágrima salió...y otra...y,después,otra...hasta que ya mis ojos no aguantaron y dejaron que el río salado corriera por mi cara.No emitía sonido alguno de dolor o de angustia.