CAPÍTULO V

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Ruth si quería aparentemente que saliera con James, me di cuenta unos días después de la dichosa "cita" cuando me empezó a hacer una lista de las cosas buenas que él tenía y que debía aceptar tener una verdadera cita, todo esto debido a que la vez de la pizzería me pidió mi número y se lo terminé dando porque no creí que hubiera problema, es más, creí que no me llamaría porque tristemente ningún chico me ha marcado después de pedirme mi número (y porque pierdo los teléfonos), pero esa misma noche me mandó un mensaje diciendo que ese era su número (porque no me tome la molestia de pedir el suyo), le respondí con una broma y después le desee buenas noches, pero dos días después de estar mensajeándonos me invito a salir.

Comúnmente siempre le he pedido consejos a Ruth porque siempre me da buenos consejos y es mi mejor amiga, aunque a veces termino haciendo lo contrario, esta vez cometí el error por primera vez de preguntarle lo que debía hacer porque prácticamente me hizo darle clic al botón de enviar el mensaje donde aceptaba la cita.

Cuando llego el dichoso día Ruth estaba emocionada eligiendo mi ropa mientras por mi parte estaba viendo vídeos de perritos porque no me importaba tanto la cita, mi amiga tenía la ilusión en su cabeza extraña tener citas dobles y esas cosas, pero yo no, James no me era físicamente desagradable ni tenía una actitud que me aburriera, simplemente no era mi tipo, pero tampoco era como si a él yo le gustara porque probablemente también había sido obligado a tener esta cita.

James llegó puntual a la entrada de los dormitorios de mujeres en su carro, yo terminé ignorando lo que Ruth eligió para mi aprovechando que se estaba duchando, así que me subí al auto de James en vaqueros y una blusa negra.

-Hola- me saludo con una sonrisa.

-Hola, ¿cuál será nuestro punto de destino? –

-Te llevaré a las mejores hamburguesas que he probado- respondió lanzándome un giño.

-Eso tendré que juzgarlo- advertí sonriéndole.

James volvió a lanzarme una sonrisa aceptando el reto mientras arrancaba su auto.

...............................

-Te lo dije-

-Esto no demuestra nada-

-Acepta que están deliciosas- insistió James riendo al ver mi cara de placer cuando le di una mordida a mi hamburguesa tamaño jumbo.

-Acepto que no sabe mal-

- ¿Solo que no está mal? Esas palabras se quedan cortas y lo sabes-

-Bueno, si esta deliciosa, pero tampoco cantes victoria porque no es la mejor hamburguesa del mundo- advertí antes de darle una mordida gigante.

-Menciona una que este mejor- me reto mirándome con incredulidad.

-Bueno, no sé, pero seguramente habrá otra en el mundo y aún no la hemos probado- le mencione divertida, James reía por lo bajo sorprendido de que no fuera capaz de aceptar que el tenía razón solo por llevarle la contraria.

-Te parece que después de que terminemos con estas hamburguesas que no son "tan buenas" (aparentemente), vayamos a dar un paseo por el parque que está cerca ¿está bien?

-De acuerdo, tal vez durante el paseo encontremos el mejor helado del mundo- respondí riendo, James puso cara de no entender, pero luego de darse cuenta de que me estaba bufando de él se unió a mi risa.

Me estaba divirtiendo, probablemente porque no me había preocupado mucho en pensar que esta era un tipo de cita amorosa, creía que probablemente James se terminaría convirtiendo en un nuevo amigo con el cual podría salir a divertirme.

FORBIDDEN KISSES ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora