Corazón de cera [Pausada Hasta Diciembre]

Cambios.

La semana en el Fraçois Dupant habían comenzado conmocionada.

Todos hablaban de la nueva Queen Bee y el berrinche que Chloé había hecho por no haber podido tener la oportunidad de dirigir ella misma el casting para su reemplazo.
Su padre, el alcalde de París se reunió con los héroes, Ladybug, Chat Noir y la nueva Queen Bee en el lobby del Hotel, con su hija amurrada detrás.

Ladybug explicó la importancia de la identidad secreta, y que desde ahora ningún Bourgeus correrían peligro, Chloé agradeció haber tenido la oportunidad de ser heroína, pero ahora se enfocaría en un nuevo proyecto personal. Les deseo suerte y se retiró, dejando al alcalde frente a las cámaras dando los gracias a los héroes por salvar París un día más.

Chloé llegó tan diva como cada día.
Sabrina corrió a su encuentro preguntando que tal se sentía, ella le guiñó el ojo, y le recordó su secreto, sobre ser manager de Kitty Section.
- Sabrina, mi talento no puede limitarse a ser una heroína más, ahora mi energía está dirigida en buscar el éxito mundial.- le explicó.
Sabrina quedó maravillada con la determinación de su amiga y le prometió ayudarle en todo.

Por su parte, la reciente relación de Adrien Agreste y Marinette Dupain Cheng estaba a poco de ser notada por toda la escuela, ya que durante su domingo juntos y el abrupto fin de su velada, no habían acordado nada sobre si expondrán o no su relación en la escuela, y el joven simplemente se dejó llevar, llegando el lunes con un ramo de rosas y un chocolate, que llamó la atención de todos.

Varios comenzaron a especular de para quien sería el presente, y la razón de la sonrisa embobada que traía.
Alya y Nino tenían una fuerte sospecha, y varios no tardaron en ir a preguntarles.
- sólo digan sí o no.- dijo Mylene.
Los morenos se miraron entre ellos, y decidieron asentir.
- pasó el sábado en el Museo?- preguntó.
Los morenos asistieron.
- Lo sabía!- gritó emocionada.
- Por sus caras y la reacción de Mylene, sólo puede ser Marinette.- dijo Alix, con su habitual agudeza.

Nadie alcanzó a reclamar ni decir nada ya que justo en ese momento llegaba Marinette, apresurada y atolondrada como siempre.

Adrien al verla llegar, sonrió aún más, y no apartó su mirada, todos al rededor miraron hacia donde iba dirigida tan intensa mirada y dieron con una sonrojada pero sonriente Marinette que subía los escalones con lentitud, temiendo caer de bruces en cualquier momento.

Al llegar frente a frente, Adrián le acercó las cosas y ella sonrió abochornada, y guardó el chocolate en su bolso. Le dió un beso en la mejilla y a la vez susurró. - Adrien, te amo pero no sé cómo lidiar con tanta atención ahora. -
Adrien miró a su alrededor y notó que todo el colegio los miraba. Sólo sonrió y la tomó de la mano para entrar a clases. - Marinette, Princesa, tienes toda la vida para aprender a lidiar con ésto.-

Al llegar al aula, notaron que Lila ya había llegado. Con tanto ajetreo las últimas horas la habían olvidado.

Y tenían una conversación pendiente.

Marinette aún tenía sueño, tras el Akuma, la entrevista con el Alcalde, volver a su casa y aparentar ir a dormir, debió encontrarse en un punto secreto con el Maestro Fu, y acordar entre ellos que recuperarían los Miraculous durante la madrugada del lunes, ya que era muy tarde, y sería sospechoso.

Marinette madrugó como nunca, pero ya tenía en su poder a Sass, Trixx, Wayzz y Pollen, escondidos estratégicamente en su dormitorio. Había quedado con el Maestro Fu de no verle hasta esa noche.

Adrien la miraba preocupado de cuando en cuando, ya que aveces llegaba a cabecear en clases.

La jornada llegó hasta el receso de almuerzo, Marinette algo más compuesta se llevó a su grupo de amigos a un rincón.

- Nino, Alya, no quiero que enfrenten a Lila, puede ser contraproducente.- explicó.
- En serio no estoy en condiciones de enfrentar un Akuma ahora.- dijo sin pensarlo. Adrien abrió los ojos como platos pero logró salir del paso.

- te creo, así cómo estás de cansada, Lila Akumatizada te atraparia en un momento, ni Ladybug ni Chat Noir podrían hacer nada al respecto.-

Nino y Alya sólo rieron, y bastante, despabilando completamente a Marinette, a quien Adrien al oído le explicó su imprudente comentario.
- hey! No es para tanto, no soy taaaaan torpe.- reclamó haciéndose la ofendida, logrando que ambos morenos rieran más, al final riendo ella y Adrien con ellos.

- Está bien Marinette, pero el tema es que con Nino decidimos hablar con nuestros padres del tema, no nos gustan las mentiras, así que hoy hablaremos con ellos. Lo que dijo de nosotros no es bonito ni agradable, así que no la queremos cerca de nuestros hermanos menores.- explicó Alya.

- eso es entendible.- dijo Adrien.
- Espero que no les cause problemas, o sea, que si no les dijeron antes, que ella no les haya dicho algo ya... Ella es muy astuta chicos ...- agregó Marinette. - no ha cuidado a sus hermanos desde el sábado o sí?-

Ambos jóvenes palidecieron. Estaban tan inmersos en sus asuntos como novios y super héroes que se les pasó ese tremendo gran detalle.

- Tienes tazón Marinette, creo que el sábado cuido a Chris, y ayer a mis hermanas, teniendo pleno acceso a nuestros padres.- dijo Alya.
- O sea que es posible que haya cubierto su espalda de antemano, y por eso esté tan tranquila ahora mirándonos, no?- preguntó Nino, haciendo que los otros tres se sobre saltarán y mirarán a su alrededor a la vez, chocando con la mirada de Lila, que los observaba desde el segundo piso y los saludaba descaradamente.

- Eso fue escalofriante.- dijo Alya.
- Ni que lo digas, tengo piel de gallina- agregó Nino.

Marinette y Adrien se miraron preocupados.

Procuraron pasar el resto de la jornada escolar en paz. Al terminar se reunieron y trazaron un plan.
Los más renuentes fueron Alya y Nino, pero después de los argumentos, estuvieron de acuerdo.

Hablarían con sus padres del caso, pero no exigirían para nada que Lila fuera alejada de sus labores de niñera, sólo dirían a sus padres que les preocupa el caso, y que quizá Lila tenga problemas familiares que la inste a mentir. Sí sus padres los notaban más preocupados que agraviados, más posiblemente les tomarían en cuenta.

Los 4 salieron de la escuela y se despidieron, tomando cada uno su camino.

Marinette llegó a casa muy cansada. Apenas saludo a sus padres y llegó a rastras a su cama.

- Deberías descansar Marinette, en caso de Akuma no estás en condiciones.- dijo la pequeña Kwami.
- tengo tarea...- intentó reclamar, pero ni ella se creía las ganas de hacer nada más que fundirse con su cama.

Tikki río bajito, Marinette no fue capaz de subir a su cama, y simplemente se acurrucó en su diván.
La Kwami buscó una manta y la arropó, y se sentó a comer galletas, haciendo "guardia" mientras su portadora recuperaba energías.