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Jungkook*

Desde ahora, no asimilé la felicidad propia, divisando su cabello, tan perfecto, su sonrisa tan perfecta que me hacía caer al piso, ella ya era mi novia, ya lo era, ¿es acaso que estoy inmerso en un sueño?, pienso en lo que puede ser, pienso en que esperé mas de un mes para que esto ocurriera, el tiempo ha pasado bastante rápido, desde que la conocí, aquel día, ella lo sigue recordando, quizás no la dañaron físicamente aquel día, pero estoy seguro que la dañaron de otra manera, me alegra haber llegado y evitar que le hicieran algo peor, probablemente ahora estaría muerta por dentro, todas las historias que he escuchado sobre aquellos sucesos no terminan de la mejor manera, provocan horribles daños psicológicos en las chicas o chicos que han experimentado una violación, es un trauma, cada día agradezco al destino que la puso frente a mí. ¿Quién lo diría? Ahora es mi novia, mis ojos la miran con ternura, terminando las piezas restantes de la mesa, de pronto, levanta la mirada y me descubre.
- ¿qué miras tanto? -. Preguntó sonriendo, aquella sonrisa, me hacía tanto daño, pero a la vez, recuperaba todas las torceduras de mi cuerpo, hacía que la sangre saliera y entrara hirviendo por las arterias de mi corazón.
- nada -. Dije cortante y riendo. Me ponía nervioso.
- que pesado eres -. Añadió con una molestia tierna en su expresión, me daban ganas de agarrarle aquellas mejillas regordetas, tenía unas mejillas muy finas y agarrables, pero el resto de su cuerpo no solía ser así, era bastante delgada, muy guapa, diez de diez, y esa chica, era mi novia, me agradaba bastante la idea, suspiro, << mi novia>>.
- no es así -. Dije.
- claro que sí -. Contestó con un tono burlón e animoso.
- claro que no -. Le dije con el mismo tono.
- si, si, si -. Dijo rodeando los ojos.
- ya verás, pequeña odiosa -. Miré al mesero y levanté la mano de manera que entendiera que estaba pidiendo la cuenta.
- ¿cómo que odiosa? -. Comenzó la guerra.
- Lo eres -. Dije mirando el mantel.
- esto es una guerra, Jeon -.
- ¿para qué? Si es obvio que no ganarás -. Dije burlándome, me encantaba sacar el lado competitivo de ________, tenía unas facetas muy divertidas que me hacían quererla aún más.
- oh, estás muerto, Jeon, muerto -. Me hizo una señal con los dedos en forma de cortar el cuello.
- nadie morirá esta noche, sólo habrá un perdedor, y por esta vez, serás tú -.
- morirás -.
- aquí está la cuenta que pidió, señor Jeon -. Dijo el mesero acercando un papel a la mesa, se trataba de el recibo, me ofreció el PayPal para deslizar la tarjeta de crédito. - gracias por preferirnos -. Se retiró.
- bueno, vámonos -. Dije levantándome y tendiéndole la mano a mi novia para que saliéramos del establecimiento, << mi novia >>, adoraba cómo sonaba, es lo mejor. Me tomó la mano y salimos de allí.
- ahora que estamos afuera, es momento de que empiece esto -. Dijo burlona, al terminar la última salió corriendo a no sé dónde, decidí seguirla.
- ¿qué haces, _________? -. Pregunté un poco preocupado.
- ya verás -. Siguió corriendo.
Llegamos a un parque que tenía aguas danzantes.
- ¿qué es lo que hacemos aquí? -. Pregunté asustado de que pensara en arrojarme al agua.
- nada -. Se detuvo. - sólo quería hacerte correr para pagar todo lo que dijiste allá -. Dijo sin aliento.
- al parecer estás peor que yo -. Contesté de la manera más tranquila posible.
- creí que te cansarías -.
- y si me cansé, aunque al llegar aquí, creí que me arrojarías al agua o algo así -.
- vaya, ¿qué buena idea me has dado? -.
- santo Dios, yo y mi bocota -. Dije entre lamentos.
- ¿me crees capaz de hacer eso? -.
- la verdad, no -. Contesté.
- me conoces bien, porque no lo haría -.
- claro -. Dije ofreciéndole mi mano para ver mas de cerca a las aguas danzantes con aquellas maravillosas luces.
Ella se acercó a mi, yo me puse nervioso, quería rodearle mi brazo por sus hombros, cómo en las películas, pero nunca lo había hecho en público. Lo
Hice, ella me miró a los ojos, su brillo me enternecía el alma de una manera tan suave, ojalá ella siempre me mirará así, con aquellos ojos cristalizados, aquellos ojos, tan bellos, las ventanas de su corazón y alma, que maravillosa era su ser.
- ¿por qué te pones tan nervioso al abrazarme? -. Preguntó.
- verás, ________, en mi cultura, es mal visto entregar cariño en público, es algo muy al estilo Corea, en mi país son muy reservados, pero, ¿ya qué?, estoy aquí en un país que no es el mío, de hecho es el tuyo, ¿qué más da?, si quiero abrazar a mi chica lo haré, cuando quieres, harás los que sea -.
- aquí eso no es mal visto, para nada, yo opino que es algo hermoso -. Se acurrucó en mis brazos.
- ¿sabes qué más es hermoso? -. Dije serio.
- ¿qué? -. Me miró y sus ojos brillaban.
- para empezar, tu no -. Reí.
- eres un imbécil, Jungkook -. Dijo separándose.
- lo sé -. La apegué a mí, se tensó completamente el ambiente, tragué saliva de manera nerviosa, y acerqué mi rostro al suyo, cerré los ojos y la besé.

La verdadera definición de Amor  [Jungkook y tú] (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora