A Un Click: Siempre Tú Y Yo EDITANDO

41: Permisos

-Te extrañé... -Me dió un piquito. -Demasiado. -Se acomodó a mi costado apoyada de su codo mirándome. Nuestras respiraciones agitadas se comenzaban a calmar.

Podía estar así toda la vida con Poché a mi lado acostada en una cama en la luz tenue de la habitación. Sus ojos recorriendo cada centímetro de mi piel desnuda como si fuese la primera vez que me viera sin ropa y yo sin quedarme atrás admirando a mi Peli-Azul.

-Yo también te extrañé demasiado.

-¿Cómo viniste?

-Villalobos.

-Villalobos me trajo a la mujer de mi vida en medio de la madrugada... Merece una recompensa. -Habló y se me hizo imposible no bostezar. -¿A dormir? -Me preguntó y yo asentí.

Me acomodé de costado y de inmediato sentí a la Peli-Azul acomodándose detrás de mi en cucharita para terminar con un beso sobre mi hombro.

-Buenas noches, Pollito. -Susurré.

-Ti amo. -Poché sabía hacerme dormir con una sonrisa.

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-¡Calle! Que alegría verte por aquí. -La Peli-Morada me abrió la puerta de la casa con una enorme sonrisa.

-¡Uva! -La abracé cuando cerró la puerta. -¿Qué hago aquí?

-Realmente te traje porque quería hablarte. -Se sentó y me hizo señas con la mano para que me sentara en el asiento frente a ella. -¿Amas a BlueBerry?

-Sí. -Dije firme, las dudas sobre el amor que le tenía ya no tenían cabida en mi.

-Sabes... yo estaba segura que yo te iba a hacer feliz y que te amaría como una loca y que tú a mi me amarías.

-Uva...

-Tranqui... estoy hablando en pasado por obvias razones. -Dijo refiriéndose a que ya no estaba en el plano terrenal. -El punto es que sé que desde el primer instante ese puesto era de Poché. No había espacio para una Limón educada ni para una Uva salvaje. Tú y Blue se encontraron en el comienzo de un desastre sin planearlo. Blue no solo lloraba por mi, en casi un año lloraba por ti y por mi. Dejó de llorar cuando pisó el edificio donde viven ahora. Solo quiero que sepas que tienes mi apoyo para que sigas haciendo feliz a mi hermana y para que sigan amándose como lo hacen.

****

Abrí los ojos unos pequeños golpes en la puerta me habían despertado, miré el reloj: 6:00 AM.

-Ramón. -Susurré y con suma delicadeza me aparté de la calidez del cuerpo desnudo que me tenía prisionera en sus brazos.

Entré al baño para buscar una bata y ponérmela. Habían tres batas blancas colgado en tres percheros con la firma de "Blue" en ellas. Salí y abrí la puerta antes de que Sebastián comenzara a tocar más fuerte. Me ajusté bien la cuerda antes de abrir la puerta.

-Entrega especial. -Me dijo mientras me pasaba a Ramón a mis brazos.

-Muchas gracias, Sebas.

-No hay de que. Un placer cuidar a mi sobrino. -Dijo con una sonrisa dormilona.

Cuando se marchó para continuar durmiendo, aproveché para bajar y prepararle el desayuno a la Peli-Azul.

Luego de hacer un rápido desayuno y de buscar a Ramón por la casa, volví a subir para encontrarme con Poché comenzando a moverse en la cama.

Puse la bandeja del desayuno en la mesa del TV y me acerqué a ella luego de tomar en brazos a Ramón.