Al comienzo todo esta negro, pequeños flashes de colores empiezan a parecer, se van haciendo más y más frecuentes, el color explota, no distingo nada, pero ahora veo todo claramente. Primero lo veo a él, no es inusual, sus ojos, su sonrisa, su mirada, su todo, me ha hecho sufrir de un millón de maneras distintas y sigo soñando con él. No lo culpó, ni siquiera sabe lo que siento ¿Cómo podría saber que me duele lo que hace?
Los demás rostros empiezan a aparecer, uno a uno, sus facciones se aclaran a la vista. Hasta que por fin los distingo a todos. El lugar se aclara, los detalles resaltan. Los escucho hablar como a un susurro lejano que se acerca cada vez más:
– Roy… Roy… ¡Roy! ¡ROY!
Volteó, alguien me llama, espero que sea él, no me sorprendo al darme cuenta de que no es así, nunca es así. Es Sophia, me llama, quiere que me acerque a ella, lentamente lo hago, sigo algo aturdida.
– ¿Quieres dar un paseo y vamos a la cabaña?
¿Cuál cabaña? ¿De qué me habla? Decido aceptar para saber qué es lo que planea, me acerco al grupo de personas reunidas, todos comen helado, espera… yo también como helado, no sé desde cuándo pero lo hago. Todos se ven tan distintos, esto se ve tan irreal.
Todos se montan en las mesas y sillas de alrededor, alguien me toma la mano, mi corazón se me sale del pecho cuando noto quién es, es él, de verdad es él, me agarra la cintura y me levanta, no lo puedo creer, esto va más allá de mis sueños. Se monta junto a mí y me toma de la mano, todos están tan ocupados que no parecen haberse dado cuenta de lo que acaba de pasar, pero yo no lo olvidare tan fácilmente, su mano se siente cálida al tacto, encaja perfectamente con la mía, como los engranajes de un reloj, que están hechos especialmente el uno para el otro, no puedo ocultar la emoción, todos comienzan a saltar, la euforia invade el lugar, saltamos, gritamos, hasta no poder más.
Todo se detiene, tan rápido como comenzó, terminó, uno a uno se bajan, pero él no me suelta. Como robots todos se van del lugar, uno a uno, detrás del otro, sin decir nada, en una realidad muda. Algunos se detienen y se quedan, nos miran, se dan cuenta de mi sorpresa y se van, él ya no está a mí lado, estoy sola, en un vacío inmenso. El fantasma de su contacto sigue rozando mi mano, lo sigo sintiendo.
Comienzo a caminar, no busco nada en específico, solo quiero salir de aquí, de esta oscuridad abrazadora, hasta que me doy cuenta de que mi alrededor no es lo me falta, todo esto está en mi interior, me concentro, quiero salir de aquí, debo salir de aquí, cierro los ojos. Cuando los abro todo es distinto, estoy en un bosque, al frente de un lago, el lago es hermoso y cristalino, se puede ver todo lo que está en el, se pierde el final. Sigo caminando, la soledad me encierra, se adueña de mí ser, como suele hacer todo el tiempo, a todas horas.
Veo algo al final de camino, primero parece un pequeño grano, a medida que me acerco me doy cuenta de lo que en verdad es, una cabaña, una pequeña cabaña en medio del bosque. Comienzo a correr tras ella, el pecho me duele, respiro una y otra vez, siento que se aleja cada vez más, hasta que de repente se aparece a mi frente, choco con su puerta, la cual se abre inmediatamente, parece que está sola, entro por los cuartos, es un laberinto, lo veo, él está aquí, corro tras su rastro, pero desaparece tal y como apareció. Me desespero, el tic tac del reloj comienza a sonar, no veo ningún reloj, ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? Son preguntas que por ahora se quedan sin respuesta, veo una pequeña puerta, se hace grande frente a mis ojos, la abro, allí están todos, excepto él.
Se quedan callados ante mi presencia, me miran estupefactos, salgo de allí corriendo, se nota que no desean mi presencia.
Al poco rato noto que alguien me sigue, me asusto, camino más rápido, volteo, me relajo al ver quiénes son, las espero, inmediatamente llegamos al lago, hay un pequeño sitio donde nos podemos sentar y lo hacemos, Valentina me pide que haga lo que hicimos antes, nunca he estado aquí, pero recuerdo algo:
Sthefani me mira, se sienta al borde, mete las piernas hasta las rodillas, cuando las saca están completamente llenas de una sustancia roja, no es sangre, más bien parece lodo, voltea e intenta asustarnos, tiene la cara blanca como la leche, haciendo contraste con su cabello negro azabache. Comienza a gritar.
Siento que debo hacerlo, pero por más que meto mis piernas no funciona, por más que la imito, no es igual, me caigo en el lago, el agua está muy fría, pero se siente muy bien, llegan dos personas, caras conocidas, se meten al lago, se llenan de aquella extraña sustancia. Me salgo, doy unos pocos pasos y llego de nuevo a aquella cabaña. No están los demás, pero no está sola, él está allí, con un amigo, lo veo, sigo un impulso que me mueve como si yo fuera su marioneta y el mi titiriteo, lo abrazó, lo acaricio como sé que le gusta que lo hago, noto como me sonríe, no puedo evitar sonreír también. Mi amigo nos mira, dice que se va al lago, le pido que me espere, que me cambio y lo acompaño. Siguiendo un extraño impulso que me conmueve, le doy un beso en el cuello.
Siento como se le eriza la piel, sonrío, lo estoy logrando, me quito la ropa mojada y me pongo algo encima, regreso hacia él, lo abrazo, le digo que me espere, me pide que no me vaya, que por favor me quede junto a él, quiere recuperar el tiempo perdido, no lo dice, pero lo sé, se voltea y me toma de las manos, muy juntas, cerca de su pecho, sus ojos y mis ojos no se separan, quiero besarlo, se que él también lo quiere, me acerco lentamente, aprovechando el momento, estamos tan cerca que siento su respiración, sé que él siente la mía.
Cuando estamos a punto de besarnos llega una mujer, nos mira escrutadora y nos separa, no nos quiere juntos, arruino mi mayor sueño, lo que siempre he querido, acaba de ser frustrado. Me mira, me pide que no me vaya con la mirada, pero tengo que irme, no quiero, pero debo, le sonrió, diciendo que me voy, pero que volveré, me callo todas las demás cosas que quiero decirle, lo mucho que lo amo, que siempre lo he hecho, se que tenemos tiempo de sobra para decir las cosas.
Me meto el lago, disfruto el momento, la vida no puede ser más hermosa, me encuentro a mis amigas, les tengo que contar lo que paso, cuando me preguntan por qué tarde les digo que me estaba cambiando, les puedo contar después, siento a alguien a mi espalda, me abraza, pone su cabeza en mi hombro y susurra:
–Despierta…
Abro los ojos, todo fue un sueño, pensaba que era muy bueno para ser verdad, cierro los ojos rezando para que el sueño fuera real y mi realidad fuera un sueño.
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Sueños de una Realidad sin Sentido
Short StorySimples fragmentos de mi mente, sueños o fantasías. Si quieren comprender una mente incomprensible, están en el lugar indicado. Si no les gusta, pueden irse.