Prólogo

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El clan de los Krown había estado dentro de los tres primeros en proclamar terreno asiático hace cientos de años atrás. Sin embargo, la diferencia que había hecho que el nombre perdurara por los años siguientes, era la sabiduría que habían tenido sus miembros para preservar su linaje de sangre a pesar de los constantes cambios.

Para ningún cambia forma era ajeno el nombre del clan. Los Krown se habían vuelto con el tiempo en la manada a la cual los cachorros aspiraban a pertenecer algún día, pues no eran solo lobos de gran tamaño y habilidad, sino que también contaban con una bondad propia de su raza, aspiraban a mantener la paz entre todos los que pisaban el terreno y, pese a las conjeturas de los clanes cercanos, los Krown habían sido sabios al no rechazar a los humanos.

No quiere decir que era de conocimiento de todos los humanos que especies cambia formas vivían entre ellos desde hace siglos, muy por el contrario. Mantenían en secreto su verdadera naturaleza, pero, aun así, no evadían el interactuar con humanos, menos cuando con el paso de los años muchos miembros de la manada habían resultado imprimados de algunos de ellos. Era parte de las reglas del alfa aceptar a la pareja destinada de un miembro, sea cual sea su naturaleza.

Byun BaekHyun tenía ya veintiún años, pero contaba con la inocencia e ilusión de un niño de diez. Era hijo de Kris Wu, beta y mano derecha del alfa de la manada; Kim Suho, y de una humana de naturaleza sencilla que había muerto cuando dio a luz a su cachorro. BaekHyun solo sabe que su madre se llamaba Liah, pues a su padre no le gustaba hablar demasiado de eso, suponía que su pérdida seguía doliéndole a pesar de los años que habían transcurrido, y él hace tiempo había decidido respetar su dolor. El hijo del gran lobo beta había resultado ser un omega un tanto especial entre los suyos; además de tener la habilidad de cambiar de forma a un lobo grisáceo elegante parecido a su padre, tenía una debilidad con la que sólo habían nacido algunos en su clan; no le era posible reducir por completo sus orejas y cola estando en su forma humana, no a menos que gastara una gran cantidad de energía.

BaekHyun solo conocía a un joven en su misma condición, su nombre es KyungSoo y, muy diferente a él, el lobo de pelaje marrón oscuro había aprendido a canalizar su energía para conseguir guardar sus orejas y cola el tiempo suficiente para dar un paseo entre los humanos, sin agonizar en el intento. Ambos se habían vuelto mejores amigos desde pequeños, cuando notaron que su condición era diferente del resto de cambia formas y que, por el mismo motivo, algunos niños de su edad solían rechazarlos todo el tiempo. KyungSoo había intentado ayudar a BaekHyun a canalizar su energía, pero había sido imposible para el chico, por lo que ambos decidieron rendirse luego de varios intentos fallidos. BaekHyun decía que estaba bien, aunque KyungSoo no estaba seguro de eso. BaekHyun era un lobo demasiado soñador que la mayoría de las veces no dimensionaba la realidad que existía fuera de esa burbuja en la cual su padre lo había estado criando todo ese tiempo.

En otro hemisferio diferente de los Krown, estaban aquellos lobos que habían decidido dejar su vida en el núcleo de la manada para hacerla como un humano normal en el mundo común. Ellos vivían en la ciudad, en departamentos o casas regulares, con trabajos normales y solían esconder a su lobo por tanto tiempo, que la mayoría de ellos perdía la capacidad de transformarse luego de unos años. Aunque podían remediar esta última consecuencia, no era para nada fácil y eran muy pocos los que conseguían conectar con su lobo luego de haber estado alejados por tanto tiempo.

La manada seguía pendiente de ellos, sin embargo, habían hecho un pacto en donde no estorbarían en sus vidas mientras ellos resguardaran el secreto de los cambia formas. Todo había estado en orden para tranquilidad de todos.

Perteneciente a este grupo de Krown autoexiliados estaba Park ChanYeol. Veinticinco años, rebelde desde que la manada tiene uso de razón y con ganas de aventura desde que pisó la adolescencia. A diferencia de BaekHyun, ChanYeol tuvo el infortunio de perder a sus padres en una batalla entre clanes cuando tenía apenas ocho años, quedando huérfano en una manada a la que no pertenecía. Los Krown intentaron por meses rescatar a todos los cachorros, mujeres y hombres que habían sido secuestrados luego de la batalla, consiguiéndolo con bastante esfuerzo después de un tiempo.

Pero ChanYeol no volvió a ser el mismo desde entonces. A pesar de que los ancianos del clan se esforzaron por educarlo como se hacía con cualquier cachorro, ChanYeol poco a poco fue perdiendo el interés por ser parte de una manada. Sí, le seguía pareciendo genial poder convertirse en un lobo, pero también le entristecía no tener unos padres que lo alentaran cada vez que aprendía algo nuevo, no tener a su padre orgulloso a su lado cuando cazó a su primer conejo o a su madre detrás esperando que encontrara su pareja. Era difícil vivir de esa forma cuando dentro de la manada siempre destacaba el ambiente familiar y amoroso.

Es por ese motivo que el lobo negro decide salir de la manada al cumplir los dieciocho, edad suficiente para tomar sus decisiones con el raciocinio adecuado según el juicio del alfa Suho. Tal como hacían con todos los otros que decidían marcharse, le explicaron las reglas y las consecuencias que tendría en su lobo el vivir entre humanos durante un tiempo demasiado prolongado, pero ChanYeol siendo un adolescente incrédulo pensó que podría manejarlo, y decidió partir el rumbo hacia la ciudad siendo acogido por JongDae, otro lobo desertor de la manada que gustoso le dio alojamiento en su pequeño departamento hasta que ChanYeol pudo comenzar a valerse por sí mismo.

Esta parte de mí [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora