A veces escribo porque necesito desahogarme, creo historias en las que la protagonista tenga todas las calidades que me gustaría tener y otras veces simplemente escribo porque se me da mejor que hablar.
Es más fácil situarse delante de un papel y plasmar lo que en tu mente parece un caos. Es difícil sujetar la mirada de la otra persona, poder decir todo lo que tenías pensado hablar y es misión imposible retener las lágrimas.
A veces escribo porque me siento libre, porque me evado de la realidad, pero me evado tanto que después es difícil volver.
El uso de las palabras es un arte tan difícil de manejar y tan culpable de la creación de sentimientos que no todo el mundo tiene el valor de usarlo. Y aunque mi vida esté llenas de miedos, hoy los ignoraré para poder expresar todo lo que no he podido decir con palabras.
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Una parte de mí
RandomA veces los mejores psicologos de nosotros somos nosotros mismos. Solo nos hace falta saber plasmar el caos que parece haber en nuestra mente en un escrito.