Pʀᴇᴄɪᴏsᴏs Rᴜʙɪ́ᴇs

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    Era un hermoso día, bueno, en el punto de vista de Kouki, los días frescos y algo nublados, es un clima perfecto. Se dirigía a la casa de su novio, feliz, tarareando una canción que habrá escuchado por ahí, que ni el nombre sabía, de vez en cuando salpicando el suelo con sus pies, sin poder quitar su bonita sonrisa boba, típica sonrisa de idiota enamorado, que nadie, salvo una persona, podía hacer que se pintara en su rostro.

    ¿Cuánto ya habrá pasado desde entonces?

    Se preguntaba a si mismo mientras caminaba, de paso, compró un jugo de frutillas, sabía que es el favorito de novio. Volviendo al tema, ¿Cuánto tiempo habrá pasado desde que conoció al pelirrojo? ¿Por qué se lo estará preguntando? Esa pregunta solo hará que su corazón se detenga una y otra vez al recordar la fecha exacta de ese día.

    Exactamente cinco años desde la primera vez que hablaron, más exactamente dos años de que empezó su noviazgo, una bonita historia de un escritor famoso y su editor.

    Para Kouki, fue amor a primera vista, no le gustaba ser prejuicioso, pero tenía la leve sospecha de que aquel escritor anónimo sería un hikikomori de primera, no obstante, seguiría amando sus libros como cualquier fiel fan de la literatura, ¡Pero no! ¡Era un chico súper guapo, alto y musculoso! ¡Y era menor por cuatro años, joder! No sé sentía orgulloso de tener ESA clase de deseos por alguien menor a él... ¡Pero era inevitable! ¡Cualquiera pensaría lo mismo!

    Al llegar a aquel lujoso complejo de departamentos, suspira, quería secar el sudor de su frente, pero el jugo de frutillas en una mano y el gran ramo de flores en la otra se lo impedían, estaba perdido, perdido en esos fuertes sentimientos que cada vez lo impulsaban a ser un desastre al tan solo pensar en él.

    ¿Cómo puede existir una ser tan precioso como lo es Seijuro?

    Si Satsuki escuchara aquello, estallaría en risas hasta que una ambulancia tuviera que buscarla, obvio, al ser la hermana del pelirrojo, lo conocía muy bien, pero ella no conocía a Kouki, no sabía cómo de verdaderas eran aquellas palabras y la sinceridad con la que siempre halaga al pelirrojo.

    Aún recuerda bien la primera conversación que tuvo con él al enterarse de que sacaron su libro y cambiaron unas cuantas palabras.

    "—¡¡Sᴜ ᴛʀᴀʙᴀᴊᴏ sᴏʟᴏ ᴇs ᴄᴏʀʀᴇɢɪʀ ʟᴏs ᴇʀʀᴏʀᴇs ϙᴜᴇ ʏᴏ ɴᴏ ᴘᴜᴅᴏ ᴠᴇʀ!! ¡¡Nᴏ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀ ʟᴀs ᴘᴀʟᴀʙʀᴀs!!"

    Solo para aclarar, ¡Él no había cambiado ninguna palabra! Solo había corregido algunos errores que se les escaparon al escritor, pues, en su opinión, estaba todos perfecto, salvo algunas correcciones de continuidad que le dió, todo era perfecto, pero el editor en jefe insistió en cambiar algunas palabras, claro, sin decirle nada a él y que Akashi se enojara y le tirará la bronca.

    Luego de aquello, fue a disculparse personalmente con el escritor, llevándose la gran sorpresa mencionada anteriormente. Más una que no se esperaba y nunca me dijeron.

    Tenía al amor de su vida parado frente suyo, luciendo una fina bata negra, en pantuflas y un gran ceño fruncido, a pesar de aquello, se veía angelical para los ojos de Kouki, quedándose embobado con su belleza, hasta que las siguientes palabras lo dejaron duda.

Pʀᴇᴄɪᴏsᴏs Rᴜʙɪ́ᴇs... ᵃᵏᵃᶠᵘʳⁱ ~ ᵒⁿᵉ-ˢʰᵒᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora