El irresistible aroma del amor (Stony)

29. Ruptura

Tony se puso de pie con brusquedad y de inmediato su equipo de alfas se acercó para retenerlo por los hombros.

—Espera —escuchó el jadeo desesperado de Steve quien lo sujetó por la cintura—, no puedes caer en la trampa de Hammer.

— ¡Le disparó a mi padre! —Gritó lleno de rabia sorprendiéndose a sí mismo por lo firme y poderosa que se escuchó su voz— ¡Voy a matar a ese hijo de puta!

Sin pensarlo demasiado expulsó su aroma haciendo que su equipo se alejara, todos menos Steve.

—Tony... estás marcando territorio —habló Nat en un murmullo tembloroso como si se sintiera amedrentada por un alfa.

—Y es aterrador —mencionó Thor con cautela levantando las manos a modo de rendición.

—Tony, no quiero que vayas solo —volvió a hablar Steve en tono bajo y cauteloso—, podría matarte y yo no puedo vivir sin ti.

—Debes confiar en mí —reclamó tomando sus manos con la intención de soltarse de su agarre—, no estaré descubierto, iré con mi armadura y no saldré de ella, lo prometo.

Vio la angustia pasar por el rostro del alfa quien solo se rindió liberándolo por completo.

—Les daré tiempo para que planeen una emboscada —habló firme a su equipo quienes se enderezaron de inmediato para escucharlo—, en cuanto les dé la orden entrarán para atacar, solo necesito poner a salvo a mi padre y sacarlo de ese lugar, ¿entendido?

Todos asintieron al mismo tiempo y Tony comenzó a caminar hacia la sala de estar al mismo tiempo que su armadura lo iba cubriendo poco a poco. Cuando la careta cubrió su rostro, activó sus propulsores y salió del apartamento rompiendo uno de los grandes cristales, descendió con lentitud hacia el piso donde estaba la oficina de su padre y quebró otro cristal para entrar quedándose al filo del ventanal para no provocar de más a Justin.

—Sin armas —siseó Hammer quien estaba sentado en uno de los sofás mientras su padre permanecía a los pies del alfa con un arma apuntándole a la cabeza.

Tony se sintió sorprendido porque ninguno de los dos hombres había reaccionado a su entrada, era como si ya supieran que él era Iron Man. Sin mostrar duda alguna, desprendió los propulsores tirándolos hacia el vacío y caminó solo unos pasos para apartarse de la orilla.

—Quítate la armadura —indicó Hammer relamiéndose los labios.

—No, Tony, por favor —susurró su padre y de inmediato se quedó callado cuando el arma presionó la cabeza con saña.

—No lo haré —respondió con seguridad provocando una expresión sorprendida e indignada de Justin—, esta armadura es un prototipo viejo que solo me permite volar. Tiré los propulsores, así que ahora no puedo escapar, pero no saldré de ella, no estaré frente a ti sin un escudo.

—Omega estúpido —se burló Justin relajándose en su asiento sin dejar de apuntar el arma a Howard.

— ¿Qué quieres para liberar a mi padre? —Inquirió lleno de rabia.

—De momento, hablar —dijo él con una calma falsa y venenosa que le causaba rechazo como siempre que lo veía—, creo que es hora de que sepas las verdaderas razones por las cuales tu padre me prometió tu cuerpo.

Tony permaneció en silencio a pesar de que quería matarlo, intentó concentrarse en la forma de llegar a su padre y protegerlo porque no había sido mentira lo de las armas, esa armadura no tenía nada para combatir.

—Tu situación de omega de sangre pura —continuó hablando el alfa comenzando a balancear el arma como si disfrutara mantener a Howard amenazado—, es un caso muy extraño que todos desean estudiar. De hecho, la asociación para la que trabaja el imbécil del alfa que te reclamó, fue la primera en iniciar las investigaciones al ver que los de tu clase tenían un gran potencial.