|°Capítulo 10°|

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Jungkook no estaba.

—¡Me has prometido que lo cuidarías! —gritó Jimin desesperado llamando la atención de todos, deseando que tan solo fuese una broma de mal gusto.

Su mundo decayó totalmente al llegar al sitio en el que debía encontrarse con su pequeño y ver solo a Taehyung con una inmensa preocupación reflejada en su rostro, sin ningún rastro del castaño. La angustia se apoderó de todo su ser, resultándole imposible creer que el rubio siendo un leal ojiazul lo descuidó, rompiendo con su promesa, lo cual no era propio de su color. De pronto le ocurrió un lapsus en donde recordó las palabras del asesino y las de Siwon.

"Se ocultan bajo lentes de contacto."

"Fingen la personalidad de otro color."

"Fíjense en los detalles, si la persona actúa como debería."

¿Taehyung actuaba cómo debería?

—¡Lo siento tanto, Jimin! —exclamó Taehyung con los ojos cristalizados, decepcionado de sí mismo, sintiéndose como un humano despreciable— Yo solo necesitaba ir al baño, no aguantaba más, te juro que tardé solo un minuto, le pedí a Jungkook que me esperara en la puerta, me prometió que se quedaría allí, pero cuando salí simplemente no estaba. No sé que sucedió, lo siento —sus ojos no pudieron retener más las lágrimas—. No tendría que haber ido, debí aguantar, ¡Dios! Me siento pésimo.

No, no podía desconfiar de su amigo, lo conocía desde hacía años. Era una estupidez pensar en que tal vez él podía formar parte de ese ridículo clan. Entendía a la perfección el dolor que sentía, lo entendía mejor que nadie. Cuando alguien cometía una acción que iba en contra de su color de ojos, se sentía realmente mal, era como ir en contra de tus propios principios, como si un vegano comiera un trozo de carne o como si alguien que no estuviese a favor del maltrato animal golpeara a un indefenso canino.

Jimin sin dudarlo lo abrazó porque, a pesar de que estaba enfadado con él, odiaba verlo de aquella manera.

—Solo ayúdame a buscarlo, Tae, por favor, debe estar muy asustado —dijo el castaño con un gran nudo en la garganta.

Imaginarse la situación en la que se debía encontraba Jungkook en ese preciso instante le torturaba sin ningún tipo de piedad. La angustia no cesaba ni un poco, por lo tanto se separó del rubio y de inmediato se dispuso a buscarlo. Recorrería cada centímetro del edificio si hacía falta; él lo encontraría.

—¡Chequearé las cámaras de seguridad, Jimin! ¡Lo encontraremos! —gritó Taehyung antes de que el pelinegro abandonara el lugar.

Quince minutos antes.

Taehyung le había dicho que lo esperara hasta que saliera del baño, que se quedará allí por un momento, que no se alejara ni un poco, pero a Jungkook no le gustaba estar solo y mucho menos en un sitio totalmente desconocido para él. Quería hacerle caso a Taehyung, de verdad quería ser un buen chico y no desobedecerlo, mas no logró contenerse cuando divisó a Jimin cerca de allí.

Titubeo un segundo, ya que no sabía si estaba bien si se dirigía con él, pero al ver que Jimin se alejaba cada vez más, decidió dejar su puesto y correr en la dirección en la que iba el pelinegro. No le resulto para nada fácil alcanzarlo dado que había muchas personas estorbándole el camino y no se animaba a pedirles permiso para pasar, pero Jimin continuaba avanzando sin detenerse. Impaciente se escabulló entre las personas que caminaba por aquel pasillo, sin embargo lo perdió de vista cuando dobló en una esquina del pasillo. Se desesperó y corrió para alcanzarlo. Cuando giró hacia donde creía que se había marchado se encontró con muchas más personas desconocidas que lo miraban con extrañez, haciéndolo sentir intimidado.

Peligro de Extinción (Jikook) [Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora