Capítulo 1

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(Leer la liberación de langostas antes de seguir para poder entender)
~Diez años después ~

La noche anterior a mi primer día del ultimo año de la preparatoria East Shoal, me senté detrás de la barra de la cafetería Finnegan's , escaneando con la vista las oscuras ventanas en busca de movimientos sospechosos. Generalmente la paranoia no era tan fuerte. Se lo achaqué al primer día de clases. Haber sido expulsada de la ultima escuela era una cosa, pero empezar una nueva era algo completamente distinto. Había pasado todo el verano en Finnegan's tratando de no pensar en eso.
-Si el Sr.Finegan estuviera aquí, diria que éstas loca y que te pusieras a trabajar.
Me di vuemta y ahí estaba Tucker, recargado en la puerta de la cocina, con las manos metidas en las bolsas de su delantal, sonriendome. Le habría contestado como se merecía si no fuera mi único informante sobre East Shoal, y mi único amigo. Un chico desgarbado, con lentes y cabello negro como el petróleo, siempre peinado hacia adelante: Era ayudante de camarero, mesero y cajero en Finnegan's, y la persona más inteligente que conocía.
Tucker no sabia de mi situación. Así que haberme dicho que Finnegan me diría loca fue pura coincidencia, Obviamente, mi jefe si sabía, su hermana era mi terapeuta, y la que me había ayudado a encontrar este trabajo. Pero ninguno de loa demás empleados, como Gus, nuestro cocinero mudo y fumador empedernido, tenia la menor idea, y no estaba en mis planes enterarlos.

-Jaja- respondí, tratando de actuar como si no me importara. Controla a la loca, dijo la vocesita al fondo de mi cabeza. No dejes que salga, estúpida.

-Algo más que quieras saber?- preguntó Tucker -¿O ya se termino la cruzada?
-Querras decir inquisición. Y sí, ya término.He estado tres años en preparatoria. East Shoal no puede ser tan diferente a HillPark.
-East Shoal es diferente en todo.Pero supongo que mañana lo descubrirás por ti misma....Como sea. Todavía falta algunos rezagados -dijo - Los bichos raros nocturnos. Una vez llego un tipo súper borracho. Gus, ¿te acuerdas de él?. Ah. Y también esta Miles.
-¿Quien es Miles?- dije-
-Ya no debe tardar en llegar. -Tucker observo su escaramuza de condimentos con los ojos entrecerrados-. Siempre viene cuando sale del trabajo. Es todo tuyo.

Entrecerré los ojos

-Y ,¿Porque,exactamente ,es todo mio?
-Ya verás.- Levanto la vista justo cuando un par de luces alumbraron el estacionamiento-. Ya llegó. Regla número uno: no hagas contacto visual.
-¿Que es un gorila? ¿Estamos en Jurassic Park? ¿Va a atacarme?

Tucker me miró seriamente.

-Es muy probable.

Un chico de nuestra edad entró por la puerta. Iba vestido con playera blanca y pantalones de mezclilla negros. Si ese era Miles, no me dio tiempo para hacer contacto visual; fue directamente a la mesa de la esquina de mi sección y se sentó dando la espalda a la pared. Por experiencia propia, sabía que ese asiento era el mejor punto de observación del lugar. Pero no todos eran tan paranoicos como yo.
Tucker se apoyo en la ventanilla de pedidos.

-Oye, Gus ¿tienes listo el plato de Miles?

El humo del cigarrillo de Gus subió por el aire mientras le daba a Tucker una hamburguesa con papas fritas. Tucker tomo el plato, lleno un vaso de agua y puso las cosas en el mostrador junto a mi.
Di un salto cuando vi que Miles me miraba fijamente por encima de sus lentes. En el borde de la mesa ya había un fajo de billetes.

-¿Le ocurre algo?- susurré a Tucker-. Ya sabes ....¿en la cabeza?
-Definitivamente no es como nosotros.

Mientras caminaba hacia el, Miles bajo la mirada.

-¡Hola!- Me avergoncé en el mismo instante en que las palabras salienron de mi boca. Demasiado alegre. Tosí y revise las ventanas por ambos lados de la mesa-. Mmm, soy Alex. Seré tu mesera. -Puse sobre la mesa la comida y el agua-. ¿Necesitas algo más?
-No gracias. -Finalmente levantó la mirada.

En ese momento un montón de sinapsis explotó en mi cerebro. Sus ojos.
Esos ojos.
Su mirada quito una de las capaz de mi piel y me dejo inmovilizada. La sangre me subió a la cara, al cuello y a los oídos.
Tenía los ojos más azules que había visto en mi vida. Y su mirada era completamente insostenible.
Miles empujo el fajo el fajo de billetes hacía a mi con su dedo índice.

-Quedate con el cambio.

Lo tomé y corrí de regreso al mostrador

-¡Hola!- Tucker me imitó con un falsete agudo.
-Cállate no lo dije así.
-No puedo creer no te haya arrancado la cabeza.

Metí los billetes a la caja registradora y me alisé el cabello hacia atrás.

-Sí- dije- Yo tampoco.

Volvi a acercarme a la mesa. No se movió cuando volví llenar su vaso de agua. Mientras servía, me quedé mirando fijamente la parte superior de su cabeza rubia, presionándolo mentalmente para que levantara su mirada.
Estaba tan concentrada que no me di cuenta que el vaso ya se había llenado y el agua comenzó a derramarse. Sorprendida,deje caer la jarra. El agua salpicó todo el cuerpo; mojo sus brazos , cayendo por su playera y piernas. Se puso de pie tan rápido que su cabeza golpeó la lámpara del techo y toda la mesa se sacudió.

-Ay, mierda, perdón.- Regresé corriendo al mostrador donde Tucker estaba parado con una mano sobre su boca y la cara enrojecida, y tome una toalla.
Miles utilizó su playera para absorber un poco de agua , pero estaba completamente empapado.

-Lo siento tanto...- Me estire para secar su brazo, muy consciente de que las manos todavía me temblaban.

Retrocedió antes que pudiera tocarlo, mirándome fijamente, luego vio la toalla y me vio otra vez a mí. Tomó su playera , se acomodo los lentes sobre la nariz y escapó.

-No importa- dijo ,cuando pasó junto a mi , pero antes de que pudiera responder ya se había ido.
Termine de limpiar y lentamente regrese caminando al mostrador.
Tucker que ya se había tranquilizado, me quito los platos.

-Bravo. Excelente trabajo.
-Tucker.
-Si?
-Cállate.
Empezó a reírse y se metió a la cocina

¿Era Ojos Azules?
Tome la bola 8 mágica y froté la abolladura mientras miraba la ventana redonda.
Maldita evasiva.
 

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