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YoonGi había regresado a su pesadilla.

Estaban en la puerta de la escuela. El ambiente era tenso, y JungKook le miraba furioso.

— ¿Dónde estuviste, YoonGi? — le preguntó, más no obtuvo respuesta. Rodó los ojos — Te hice una pregunta, respóndeme — dijo con desprecio. Los ojos de YoonGi se llenaron de lágrimas, mordiéndose el labio para no llorar ahí mismo, frente a todas las miradas curiosas de sus compañeros de clase.

— E-estaba con JiHyo y las demás. Hicimos una pequeña pijamada... — respondió, temeroso a la reacción que podría tener el mayor. JungKook chasqueó la lengua, y volteó hacia otro lado con enojo.

— ¿Estabas con esas inútiles otra vez? Con razón tienes los mismos comportamientos estúpidos que ellas. Me dan asco. — escupió con desprecio, cosa que enfureció a YoonGi. No iba a permitir que hablara así de ellas, quienes tanto le apoyaron cuando ese estúpido no hacía más que engañarle. Miró con rabia a JungKook, quien no había notado cuan enojado estaba YoonGi.

— Aquí el inútil eres tú, Jeon JungKook. — dijo de forma tosca, cosa que sorprendió a JungKook. — ¿Y qué si me quedo con ellas? Tú sales todas las noches a quién sabe dónde y nunca me das explicaciones. No te debo ninguna tampoco, estúpido. — intensificó el agarre en su mochila. Tenía miedo, pero no se dejaría pisotear por él. No ahora.

Levantó la vista, apreciando con horror como la palma de JungKook se acercaba con gran fuerza a su cara. Pudo oír el grito de horror de Momo, mientras esta tiraba su mochila al piso corriendo a socorrer a su amigo. Cerró los ojos esperando el impacto, que nunca llegó.

Abrió los ojos, viendo que Momo seguía en su lugar, sin ningún rasguño, ¿Entonces, quién....?

— ¿¡Qué crees que haces, imbécil?! — una poderosa voz rompió el incómodo silencio que se había formado, haciendo que por instinto, YoonGi dirigiera su vista a la propietaria de esa voz. Era HyeJin. Ahn HyeJin, quién sostenía la mano de su novio con un agarre brutal.
NamJoon, el mejor amigo de la morena estaba detrás de ella, por si algo llegaba a suceder. Cosa que realmente dudaba.

Mejor conocida como Hwasa, HyeJin era de temer. Nadie se metía con ella, justo como nadie se metía con SoYeon. Nadie quería problemas con personas como ellas, te podían dejar en el piso cuando menos te lo esperabas.

HyeJin meneó sus grandes caderas, y resopló mientras miraba a JungKook con aires de superioridad. Finalmente, habló — Este pequeño chico de aquí — dijo señalando a YoonGi, quien se hizo pequeño en su lugar — es tu novio, ¿No es así? — preguntó, aunque ya sabía la respuesta. La chica miraba directamente a los ojos a JungKook, quien honestamente se sentía bastante intimidado en presencia de la morena y sus amigos. Nunca quiso tener problemas con ellos. Sabía que estaba en un gran aprieto, así que no le quedó otra más que asentir, mientras HyeJin arreglaba su pulcro y bien planchado uniforme escolar. La morena rió. — Entonces... Si es tu novio, ¿Por qué le tratas así? ¿No se supone que tu deberías ayudarlo a no sentirse intimidado, a sentirse seguro? Porque tú estás haciendo todo lo contrario, imbécil. — Dijo, caminando en dirección a YoonGi, quien se encontraba abrazado a Momo.

— No te preocupes pequeño, estarás bien. — HyeJin miró a Momo y sonrió. —Cuento contigo Momorin. — la japonesa asintió — Y tú, pedazo de estúpido, será mejor que aprecies el amor que este chico te tiene. Por mí, te hubiera mandado a la mierda, no aguantaría tu carácter de niño mimado un segundo más — JungKook gruñó, haciendo reír a HyeJin.

— Vámonos, Nammie. — ambos morenos desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. JungKook seguía en su lugar, sin poder creer que había tenido una pelea con Ahn HyeJin. Seguramente, ahora estaría en la mira de esa mujer y sus secuaces. Y todo por culpa de Yoongi.

Con pasos enojados, se acercó a Momo quien aún sostenía el cuerpecito de YoonGi. La japonesa lo miró enojada, advirtiéndole con la mirada que no se acercara más. JungKook la ignoró, dispuesto a quitar a la chica a la fuerza.

Un pequeño cuerpo se interpuso entre él y la mujer que tenía a su novio en brazos. Era ChaeYoung.

— Lárgate, JungKook. No te queremos ver aquí. — y lo empujó. JungKook bufó molesto, dispuesto a irse.

Caminó, aún cuando los sollozos de YoonGi le causaban punzadas de dolor en el pecho.

No tenía caso seguir ahí.


Idontwannabeyouanymore •KG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora