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Tae-nieves y sus seis enanitos

Taehyung se encontraba en su habitación, terminando de colocarse su lindo pijama de TaTa. Se puso unas pantuflas del personaje Mang y sonrió levemente al verlas, pues estas no eran suyas, si no de uno de sus hyung, el cual de seguro ahora las estaría buscando desesperado.

- Uhm, me aburro y no tengo sueño aún –Dijo sentándose en su cama.

Su mirada se dirigió a un costado en la habitación, viendo un gordo libro de tapa azul pastel en su escritorio. Se levantó y lo tomó, se lo había dado su madre cuando había ido a visitarla a ella y a su padre. El libro estaba lleno de cuentos que su madre le solía leer de pequeño antes de dormir.

La puerta de su habitación se abrió de golpe, haciendo que el menor cerrara sus ojos y por el susto soltara un grito, que no sonó muy masculino que digamos.

- ¡Kim Taehyung! –Dijo el azabache entrando a la habitación.

- ¡Jeon Jungkook! ¡BTS! –Contestó ya más tranquilo al saber que era Hoseok. Lo miró y sonrió levemente.- Hola hyung, ¿Qué necesita?

- ¿Esas pantuflas que tienes puestas ahora mismos no son mías? –Se cruzó de brazos, aun mirando al chico.

- No no no no no... Bueno si

- ¿Por qué las tomaste sin pedirlo? ¿Dónde están las tuyas?

- ¿Recuerdas que fui de visita unos días a casa de mis padres?... Me olvidé las pantuflas ahí –Dijo bajando la cabecita, avergonzado.

El mayor rio divertido ante lo descuidado que era Taehyung.

- Yeontan te las va a mear

- ¡Claro que no! Mi bebé Tannie no haría algo así

- Mi gorro meado por él no está acuerdo contigo –Dijo Yoongi que pasó por la puerta y escuchó esa parte de la conversación para después seguir su camino hacia su habitación.

- ¡Tú cállate Yoongi! –Dijo el castaño dejando el libro en su cama y dirigirse a cerrar la puerta de la habitación. Dio media vuelta, encontrándose con la mirada fija del pelirrojo en el.- Y tú que o que

- ¿Me darás mis pantuflas o no?

- Uhm... Tal vez, pero a cambio de algo~ -Canturreo el menor mientras iba a sentarse en su cama.

- ... ¿Voy por condones? –Hobi ladeó la cabeza, viéndose algo tierno ante los ojos del menor.

- ¿E-eh? ¡Claro que no degenerado!, no iba a pedirte "eso"– Ahora estaba como un tomate.

O tal vez... Nonono, Tae, no Pensó para luego seguir hablando con el chico, ahora un poco menos rojo. Tomó el libro azul y se lo mostró.

- ¡Léeme un cuento para que pueda dormir, Hobi! –Dijo para luego mirarlo a los ojos con su típica sonrisa cuadrada.- Esa es la única manera de que te entregue las pantuflas – Le pasó el libro y rápidamente se acurrucó en la cama, abrazando las pantuflas del mayor, mostrando que no se las iba a entregar hasta que le leyera un cuento.

- ... No, mejor me compro otras –Dio media vuelta y caminó hacia la puerta.

- ¡Por favor, Hobi Hyung! – Dijo el castaño alzando sus brazos y haciendo un tierno puchero.

- Bien bien, como sea –Fue a sentarse al lado del menor en la suave cama.

El azabache abrió el libro, mientras que el chico a su lado se acomodó un poco más en su cama para que su hyung estuviera más cómodo allí.

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2023 ⏰

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El libro de cuentos de TaeTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora