Erick estaba pensando en ella. Siempre pensaba en ella y cómo no hacerlo si cuando sufrió aquel infierno solo podía verla a ella.
No paraba de recordar lo poco que podía de aquella noche que tuvieron relaciones. La recordaba desnuda, debajo de él suspirando, acariciando su cuerpo con desesperación... Pero aquello no debió de suceder. Él estaba borracho y tenía novia. Además estaba casi seguro de que ella era virgen.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de su amigo, Andrés.
- ¡Ey! Hola, ¿cómo te sientes hoy? - Dijo poniendo en una mesita cerca de la cama de Erick un par de bollos.
- Me siento mejor. Estoy algo cansado y me molesta un poco el costado. - Se acomodó en la cama mejor.
- Es normal, tío. Lo que necesitas ahora es descansar mucho y como sé que te encantan los bollos te he traído unos cuantos para cuando tengas ganas de comer algo que no sea la asquerosa comida que sirven aquí.- Le sonrió a Erick.
- Muchas gracias, Andrés. - Le sonrió de vuelta. - Una cosa, ¿sabes algo de Lucía? No ha venido a verme desde que me ingresaron y me gustaría agradecerle lo que hizo por mí.-
- Me preguntó hoy por tí. Le dije como te encontrabas y tal. Y la última vez que la vi fue ese día que tú la vistes y más tarde se encontró con Sara. Después se marchó del hospital y la recogieron sus padres. - Le contestó Andrés y Erick se quedó muy serio. No quería que Lucía se hubiera enterado así de que tenía novia después de lo que pasó entre ellos.
- ¿Tienes su número? - Preguntó esperanzado Erick de poder llamarla y escuchar su voz. La necesitaba.
- Sí, claro. Te lo paso.-
Andrés, tras haberle pedido el número de Lucía a Erick, comenzó a sospechar que Erick sentía algo por Lucía, pero, ¿y Sara?
Estuvieron hablando un rato más hasta que Andrés se tuvo que ir. Los padres de Erick habían bajado a la cafetería a por algo de comer, así que Erick aprovechó el momento y decidió llamarla.
Un tono... Dos tonos... Y al tercero contestó.
A Lucía no le dio tiempo de responder cuando Erick habló.
- Lucía, porfavor. Ven. Te necesito. - Dijo con calma pero en su interior necesitaba que dijera que sí. Quería verla.
Lucía se quedó un poco en shock ya que no esperaba que él fuera el que la llamó. Tardó un poco en responderle.
- ¿Erick? ¿Qué ocurre? ¿Pasa algo? - Se preocupó y empezó a ponerse nerviosa.
- No, no. Es solo que mis padres van a ir un momento a mi casa y pues... No hay nadie que pueda quedarse aquí en el hospital conmigo. Sí puedes venir lo agradecería mucho, digo mis padres lo agradecerían mucho. - No quería que pensara otra cosa y por eso se inventó esa mentirijilla.
- ¿Y tú novia? - Se le escapó a Lucía. No quería decir eso pero los celos y el rencor que provocaron cuando se enteró de que cuando ella se entregó a él, tenía novia, no pudo remediarlo. Alomejor no se acordaba de nada de lo que pasó entre ellos.
- Aa... Ella no puede tampoco. - Dijo descolocado Erick. No esperaba que preguntara por ella.
- Está bien. Llego en media hora. - Y colgó corriendo avergonzada por el error que había cometido. Sonó como una celosa.
Lucía, después de un rato allí en el baño, decidió salir y enfrentar a Carlos. ¿Que le diría ahora?
Se dirigió hacia donde se estaban tomando el batido y no lo encontró pero se fijó que unos de los batidos estaba en el suelo. Se sorprendió. Alomejor solo se le había caído y nada más pero ver ese batido en el suelo le causó mala espina. No le dio mucha más importancia y decidió buscarlo. Por mucho que lo buscó, no lo encontró y decidió llamarle. No creía que se hubiera ido sin ella y dejarla ahí tirada pero eso parecía porque no le contestó el teléfono las tres veces que lo llamó. Decepcionada decidió pedir un taxi e ir directamente al hospital. No creía que Carlos era de ese modo. Haber, sí. Le había dicho que estaba embarazada justo cuando la iba a besar pero no lo hizo a propósito. Fue como acto reflejo.
Finalmente llegó al hospital y pagó el taxi. Se dirigió adentro del hospital y antes de entrar en su habitación miró hacia su tripita. Se le notaba pero no mucho como para que Erick se diera cuenta. Además llevaba el vestido que disimulaba bastante el embarazo.
Tocó dos veces a la puerta y se oyó desde dentro un adelante. Entró y lo vio allí tumbado. Se veía mejor que la última vez que lo vio y además seguía igual de guapo... Pero rápidamente borró ese pensamiento y se sentó a su lado.- Hola, ¿cómo te encuentras? - Dijo algo tímida Lucía. Erick la miraba como si fuera lo más hermoso que había visto en su vida y eso que prácticamente ni la conocía. Se veía hermosa con ese vestido.
- Estoy mejor, gracias. ¿Quieres un bollo? Andrés me trajo unos cuantos y no creo que me coma todos. - Dijo cogiendo la bolsa que se encontraba cerca de él y tendiéndosela.
Lucía la verdad es que tenía bastante hambre y aceptó coger uno.
- Quería agradecerte lo que hiciste por mí. Si no hubiera sido por tí ahora mismo seguramente estaría muerto. - Lucía se sonrojó y asintió con la cabeza. Estaba algo nerviosa de tenerlo tan cerca después de todo. Además tenía la paranoia de que iba a darse cuenta de que estaba embarazada.
Se quedaron un momento en silencio mirándose uno al otro. En el ambiente se notaba la electricidad que existía entre ambos. Lucía nerviosa se mordió el labio y Erick bajó la mirada a este. Sin pensar en las consecuencias, se empezaron a acercar el uno al otro. Estaban rozándose los labios cuando Sara entró sin llamar.
- ¿¡Se puede saber que mierda está pasando aquí!? - Dijo Sara furiosa tras ver la escena que tenía ante ella.
* * *
Perdonad por haber tardado en subir nuevo capítulo. Ya estoy como nueva y voy a seguir subiendo capítulos. Intentaré subir uno por semana.
Espero que os esté gustando mi historia y que sigáis leyéndola.
Me encanta que me comentéis y si os está gustando dejad un like para que lo sepa!!!
Quería deciros que mientras hacía este capítulo escuchaba una canción que la verdad me ayudó a hacerlo. Es Pretty Bye Bye (Skrillex, Team EZY ft NJOMZA)
¡Un beso! 😘
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¡ A TRAVÉS DE TU VENTANA !
Teen FictionGracias a Lucía, Erick podrá ser rescatado del infierno en el que se encuentra. Pero... ¿Qué pasará después? No todos los finales son felices.