Clouds

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Se encontraban dos lobitos corriendo libremente en el parque de aquí para allá, persiguiéndose, cuando ambos caen al suelo rodando

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Se encontraban dos lobitos corriendo libremente en el parque de aquí para allá, persiguiéndose, cuando ambos caen al suelo rodando.

—Ja. Te atrapé.

El pequeño lobito negro se transformó en un niño con cabello azabache, piel de porcelana y una preciosa sonrisa infantil, curvaba sus delgados labios haciendo que se formaran arruguitas alrededor de sus ojos.

—No es justo —dijo el lobito blanco que ya se había transformado en un niño con cabello plateado, grandes mofletes y ojos de un llamativo azul —. Siempre me atrapas —.musitó el peligris manteniendo un puchero en sus labios.

El pelinegro se sentó en el pasto al notar como los ojos contrarios se humedecían y se ponían brillosos. 

—No Chiminie, no llores.

Agitó sus pequeñas manitos frente al contrario e intentó sin éxito alguno detener la salida de las gotitas de agua salada que caían de los zafiros de su amigo.

Al ver que no cesaban el llanto y que la frustración lo empezaba a llenar, sus propios ojos se ablandaron abriendo camino a las nacientes lágrimas.

Las madres de ambos cachorros, al notar la escena, se acercaron rápidamente. Cuando llegaron, observaron al azabache tratando de calmar al contrario que lloraba fuertemente.

—Señora no fue mi intención hacer llorar a chiminie, lo siento.

La mujer bajó la mirada sintiendo ternura al ver al pequeño con los ojos cristalizados.

—No llores pequeño, no es nada, sólo que a Jimin no le gusta perder de manera seguida. Es un mal perdedor mi bebé — Cargó al susodicho, y sintió como se dormía de inmediato ya que el cachorro se encontraba somnoliento luego de llorar — ¿Ves? se encuentra bien.

El pelinegro también fue cargado, logrando ver a su amigo dormido en el hombro de su mamá con los párpados rojitos y los mofletes sonrosados. 

Se durmió en los brazos de su madre por igual, permitiendo que las dos mujeres se despidieran tomando caminos distintos.

Al llegar la mañana siguiente, el ojiazul hizo mil trucos para poder bajar de la cama debido a su estatura. Cuando sintió el frío piso bajo sus piecitos, corrió escaleras abajo hasta la cocina en donde consiguió a su mamá preparando el desayuno.

—Mami — hablo con la voz un poco irregular.

—Ujum — respondió con la intensión que continuara hablando.

—¿Kookie puede dormir hoy aquí? Es que ayer él intentó ayudarme y quiero agra... aga... a... abla...— Frunció su ceño al no poder decir la palabra correctamente —Agradeceselo —Sonrió satisfecho al pronunciar ''correctamente'' la palabra.

—Claro, no hay problema cariño.

—¡Yupi! Veremos películas de los Vengadores y yo seré Capitán América fiush, fiush —Imitó al actor de las películas haciendo efectos de sonido con cada movimiento, logrando una risilla enternecida de parte de su madre —Voy a decirle a Kookie.

Nubecitas ✿ |Kookmin| #PGP2023Where stories live. Discover now