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Parte 1

°Maxxie°

El beso, lo deja paralizado, pero al instante me agarra de las caderas, sube una mano hacía mi cabeza y comienza a besarme intensamente. El sabor a menta de su boca es embriagante, su lengua se abre paso para jugar con la mía y suelto un gemido. Entonces es cuando me separo, Tony solo ríe y yo comienzo a quitarme la ropa. Primero los pantalones, luego mi camisa dejando a la vista mi torso y mi tatuaje. Le guiño el ojo y comienzo a correr hacía el agua.

Me hundo en las profundidades del agua tibia, y espero que Tony también se meta, pero no lo veo así que decido seguir nadando, cuando siento una mano en mi espalda, me giro y allí está el todo mojado con su cabello en los ojos. Me agarra de las caderas junta nuestras frentes, me comienza a besar el cuello, sube hacía mi oreja y yo cada vez tengo la respiración más acelerada y ya no es por nadar. Le cojo la cara, me mira y yo solo me acerco a morder su labio. Voy a besarle cuando, una ola nos arrastra a la orilla del mar.

Resultado los dos escupiendo agua y llenos de arena y con un leve ataque de risa. Tony se levanta y me da la mano, recogemos nuestras cosas y nos vamos a las duchas de la playa.

-Eso fue bastante divertido, ahora me vas a decir. ¿Qué coño te has metido? Tus pupilas te delatan un poco. - Dice Tony con una ceja alzada.

-Creo... que... No lo sé, solo recuerdo a una chica que me arrastró, luego solo dijo ¿ángel o demonio? Y bueno he de decir que soy un pequeño demonio. -Comienzo a reír, aunque creo que es por el alcohol que aún me tiene tonto, el subidón y adrenalina de lo que sea que haya tomado se está pasando.

- ¿Así que un demonio? Esos suben rápido, pero luego van bajando, por cierto, tienes los ojos tan hinchados que parece que se te van a salir. - Dice riendo y yo solo pienso en que su bóxer rosa le marcan muy bien su culo.

- Pues tu pareces un chino. ¿Cuántos porros te has fumado? - Le digo mientras dirijo mi mano hacía su espalda baja.

-Unos 3 o más... ¿Oye quieres ir a mi piso? Hace frío y van a ser las 4 o así. Podemos... Acabar nuestra charla allí. - Dice con excitación las últimas palabras.

-Vale, me parece. Se nota que tienes frío. Pero tu amigo no piensa lo mismo. -Le digo señalando su erección.

Seguimos caminando un poco hasta su moto, nos ponemos la ropa. Me pasa un casco negro, se pone el suyo y veo como sube a la moto. Su espalda ancha y su culo. Dios tenemos que llegar, a su piso ya. Me monto detrás de el y me sujeto a su cintura. Comienzo a sentir las manos frías así que las meto bajo su camiseta y acaricio su suave piel. Mi mano derecha comienza a bajar y su erección sigue firme y dura. Espero que tome esto como una manera de decirle que se dé prisa.

Por un instante sus músculos se tensan y acelera la moto suelta un gruñido de frustración cuando bajo la intensidad de mi mano. Consiguiendo que solo acelere más si es posible.

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Luego de aproximadamente 10 minutos de viaje, llegamos a un bloque de pisos. Aparca la moto, se quita el casco y luego guarda los dos en el maletero. Vive en un cuarto piso así que subimos en el ascensor.

Tengo tanto frío que comienzo a tiritar Tony se acerca y me abraza la espalda haciendo que mi espalda choque con su caliente pecho y cada vez más grande erección. Me deja un beso el lóbulo, y comienza un camino hacía mi cuello y clavícula. Una de sus manos acaricia mi abdomen y su otra mano se mete bajo mi bóxer. Coge mi miembro con cuidado, su mano sube y baja lentamente, y yo solo suelto pequeños gemidos de placer.

-Has sido un chico muy malo Maxxie. Podríamos habernos matado... - Me susurra mientras su mano va parando.

-No pares... - Es lo único que le digo. Pero para ese entonces el ascensor paro.

Tony me arrastro fuera del ascensor, abrió la puerta del piso y me hizo pasar. Todo estaba oscuro así que me llevo de la mano hacía la que supongo que es su habitación.

Una vez dentro cerró la puerta. Me tiro sobre la cama, me quito la camisa admiro mi torso, bajó la mirada hacía el tatuaje y me beso, no lento y suave si no que intenso y ansioso. Su lengua jugaba con mía, sus manos jugaban con mis pezones y acariciaban mi erección por encima de mis pantalones. Nos di la vuelta quedando a horcajadas de él, comencé a mecerme contra su erección y el solo hecho su cabeza hacía atrás mientras yo que le desabotonaba la camisa.

-Llevo esperando por esto desde que te vi en la moto. - Le dije al oído, luego baje a lamer su cuello, su clavícula, sus pezones, sus abdominales hasta que llegue al límite sus pantalones. Le guiñe un ojo mientras abría sus pantalones y los bajaba junto con su bóxer rosa. Allí estaba su miembro apuntando hacia arriba, lo agarre con cuidado estaba tan duro...

Mi mano comenzó con un suave masaje, mientras el paso sus brazos detrás de su cabeza anticipado a lo que iba a hacer. Bese sus labios dulcemente antes de bajar y lamer la coronilla de su miembro lentamente. Su expresión era de placer mientras bajo una mano para acariciar mi culo. Quite su mano y lo tire hacía atrás y sin previo aviso metí su toda erección en mi boca, vaya era más grande de lo que pensaba. Lo saque lentamente mientras el me agarró del pelo e hizo impulsarme hacía abajo otra vez.

Luego de un par de veces más, me separo de él, y saco unos condones de sus vaqueros. Me quito la ropa que me quedaba y esta vez fue el quien comenzó a lamer mi miembro como si fuera un helado, mis gemidos se escapaban solos así que metió dos dedos en mi boca y luego de lubricarlos bien los introdujo en mí. La verdad es que estaba más húmedo de lo que imaginaba. Se puso el condón y me penetro lentamente, miro mis ojos y yo solo pude articular 2 palabras.

- Más... fuerte...- Me guiño un ojo me beso, y empezó a moverse.

-Tranquilo, será tan fuerte que mañana no podrás ni caminar. - Me aseguro. Pero en este instante la razón no estaba en mi cabeza solo el intento de revivir recuerdos.

Sus embestidas eran tan fuertes que después de un rato ya no gemía, sino que gritaba del placer al igual que él. Ya nada era suave, mordidas para intentar acallar los gritos, uñas clavadas para aliviar el impulso de gritar haciendo que todo se vuelva más frenético. Me giró para que yo le montara mientras el me masturbara. Estaba tan cerca de llegar, pero mis piernas perdían la fuerza haciendo que la desesperación llegara a mí. Dejo mi miembro, me agarro de las caderas guiándome hacía el clímax al igual que él. Mi cuerpo relajado... Otra droga más en el sistema que pronto iba a eliminar.

-Oye Maxxie, eeem... ¿Tienes mi cartera? - Le miro y entonces recuerdo el porque nos juntamos.

-Claro... Creo que la deuda ya está saldada. Nuestro trato finalizó. - Le digo guiñando un ojo. Esto me recuerda lo que soy, solo otro más.

- ¿Seguro? Porque yo creo que mereces algo más. -Dice apuntando a su miembro que vuelve a crecer. Una pequeña sonrisa aparece en mis labios, bueno un poco más no hará daño a nadie.

Luego de eso, nos dimos una ducha y otra ronda más. Me llevo a la cama y me arropo. Me dio un beso y me abrazo mientras me quedaba dormido.

-Ya no saldrás de aquí sin una cicatriz por mi culpa. - Susurro con pena. En mi mente solo había una persona y era... Nada solo un vago recuerdo ya muerto, imposible de revivir.

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Me moví alrededor de mi cama, pero sentí a alguien a mi lado, seguro que es Anwar.

Un momento... Yo ayer, el club, la chica... Opium. Paso mi mano por mi cuerpo y no siento ropa. Mierda... Intento abrir los ojos, pero me duelen tanto y mi cabeza palpita tanto que decido mejor no abrirlos. Entonces es cuando recuerdo el cuerpo que yace a mi lado. O eso creo...

¡Joder si es que siempre me meto en unos líos!... No vuelvo a beber alcohol, ni drogas.